El músico santanderino Alejandro Pelayo debuta en la poesía

Todas las noches que fuimos humo

• Autor Alejandro Pelato

• Editorial Espasa

• Colección EspasaesPoesía

• 104 págnas

El músico cántabro, conocido por su labor de compositor, pianista y productor del grupo Marlango, traslada su creación al terreno literario en su primer desembarco poético. 'Todas las noches que fuimos humo', esta ópera prima que acaba de ver la luz en Espasa (esPoesía), lleva como epígrafe complementario narrativo, «Una historia de amor para dos cuerpos». Su poemario es reflejo de ese vínculo sentimental que transcurre en una habitación de hotel en la Gran Vía madrileña en el espacio de una noche de verano. «Los dos protagonistas se citan para cenar al caer el sol y se despiden a primera hora de la mañana siguiente cuando amanece». Su debut poético, negro sobre blanco, discurre entre un crepúsculo y un amanecer. Y entre ambos cuerpos y ambos tiempos se suceden estados de ánimo, compartidos o secretos, mientras va desprendiéndose ese rastro «de lo íntimo, lo privado, el deseo, la soledad, el miedo y la ternura».

Alejandro Pelayo lleva casi toda su vida dedicada al piano. Desde 2017 aborda, en paralelo a su carrera como compositor y productor de Marlango, su trabajo en solitario publicando trabajos como el citado antes, editado en Subterfuge, más 'La Memoria de la Nieve' (Altafonte 2019). Ha desarrollado su labor de compositor, además, en innumerables campañas publicitarias. Pelayo comenzó a estudiar piano desde muy niño -en el conservatorio santanderino Jesús de Monasterio- y posteriormente realizó estudios superiores, primero en Madrid y, más tarde, en la prestigiosa escuela neoyorquina, The Juilliard School. Instalado en España desde el año 2000 inicia su formación en composición y dirección de orquesta, al mismo tiempo que arranca su colaboración con la actriz y cantante Leonor Watling con la que ha publicado hasta la fecha siete álbumes de estudio y ha realizado más de cuatro mil conciertos en diecisiete países bajo el nombre de Marlango. En paralelo ha realizado numerosas incursiones como compositor en el mundo de la publicidad, en el cine y el teatro. Suyas son las bandas sonoras de 'La curva de la felicidad', dirigida por Manuel Poirier, y 'Hablar', de Joaquín Oristrell. La presentación tuvo lugar el pasado miércoles, coincidente con San Valentín, en el Ateneo de Madrid. Pelayo al piano protagonizó un recital dramatizado por los intérpretes Bárbara Lennie y Tristán Ulloa. En el propio libro, su autor funde lenguajes y emociones en una diáfana declaración creativa: «(...) cuando todos duermen me siento al piano y te/recuerdo».