

Secciones
Servicios
Destacamos
«Somos un grupo serio, ¿eh?», aseguraban Íñigo Bregel y Andrea Conti para cerrar la presentación en Santander de su nuevo disco. «Lo que pasa es que no nos habían dicho que íbamos a tocar». Tal cual: la decisión de convertir una presentación de disco en un concierto improvisado se tomó sobre la marcha, unos minutos antes de empezar. Probablemente, al ver que más de medio centenar de seguidores habían petado el local de Discos Cucos. «Yo creo que algo podremos hacer», se oyó decir a Bregel.
Y es que lo que para cualquiera sería un problema irresoluble, Los Estanques consiguieron convertirlo en una de las actuaciones más surrealistas y divertidas que puedan imaginarse.
Para empezar, faltaban dos componentes, el guitarra Germán y el bajista Pozo. Y más difícil todavía: el equipo, prestado, se limitaba a una acústica sin amplificar, un Casiotone y un micrófono, pero sin cable. ¿Misión imposible? Cuando hay tanto talento, poco importan los medios. Y eso que los músicos se hacían los remolones: «Hacednos preguntas», pidieron, ganando tiempo para configurar el sintetizador. A la tercera, un espontáneo se animó: «¿Por qué os pusisteis Los Estanques». «¡Justo la que no se podía hacer!», protestó Bregel, para explicar luego que el nombre se lo había propuesto a un colega para su grupo, que vaticinó: «Así llamarás tú a tu banda cuando la tengas».
Sin embargo, la rueda de prensa no acababa de arrancar, así que por fin se decidieron ellos. Y con un falso amigo: 'Il loro piano', que ni va de loros ni de pianos, sino que significa «Su plan», en italiano; se trata de un medio tiempo juguetón que esconde una historia alucinante –basada en hechos reales, como los 'true crimes'–, y que puso al batería Conti, italo-cántabro, a emular a Coppini en los ochenta, cuando empuñaba un pollo de goma. Su recitado vacilón descubrió a un frontman espectacular.
Más preguntas del público: «¿Por qué llamasteis 'Uve' al disco? ¿Por la serie de los ochenta?». Sin contar la 'colabo' con Anni B Sweet, es su quinto disco, que además seguía al titulado 'iv' (pronúnciese como suena, nada de 'palito uve'), así que blanco… Y aunque no había vermut en la sesión, el asunto se fue animando entre peticiones del oyente –el 'Tábano', sobre todo–, versiones 'unplugged' y bromas varias, hasta casi parecer el camarote de los Marx. Sobre todo, cuando la concurrencia pidió que sortearan un disco. Bregel, con toda su imponente humanidad y esa melena rubicunda, se transformó de pronto en todo un showman, en una rifa improvisada que, sin embargo, se quedó sin premio: nadie acertó con el número ganador.
Aunque la ganadora de la matinal sería una espontánea que se animó a cantar con el grupo, y que causó sensación por su voz deslumbrante y educada. Bastante mejor que el coro masivo que montaron Bregel y Conti para acompañar la satírica 'Demos gracias a Dios'. ¡Aleluya!
Una experiencia inolvidable de baja o bajísima fidelidad, que vino a reafirmar que menos es más. Sobre todo, si la oportunidad permite disfrutar a tan corta distancia de auténticos genios musicales.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Marc Anthony actuará en Simancas el 18 de julio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.