Secciones
Servicios
Destacamos
Un acordeón colgado del hombro y el mundo entero para recorrerlo. Esa fue la experiencia que llevó al músico cántabro Ramón Bueno (Ruiloba, 1972), licenciado en piano -en el Conservatorio Jesús de Monasterio de Santander- y acordeón -en el Conservatorio de Barcelona-, a titular ... su primer disco en solitario 'Único equipaje': «Después de mucho tiempo viajando por ahí me di cuenta de que siempre que dejaba el acordeón en casa echaba algo en falta, hasta que un día decidí llevarlo como único compañero de equipaje y fue una experiencia fantástica», explica el creador cántabro residente en su municipio natal y que regenta una escuela de música desde hace más de una década en la villa de Comillas. Producido en los Estudios Vumeter de Cabezón de la Sal, Bueno empezó «a trabajar en él hace un par de años y es un disco basado en el acordeón; también soy pianista, pero el acordeón es el instrumento con el que mejor me siento, con el que mejor me expreso». De ahí también la composición del propio álbum: «Son diez temas, siete de acordeón y tres de piano, con el que compongo piezas más tranquilas», describe Bueno.
Con una larga y pródiga carrera en algunas de las más destacadas formaciones de folk de Cántabria como Atlántica, Garma y Landeral, con las que ha publicado cerca de una de trabajos, actual colaborador del cantautor Nando Agüeros, Ramón Bueno explica que en este proyecto no ha seguido «ningún estilo, porque aunque al final es difícil no dejar la música celta y folk, lo mismo hago un fandango con el acordeón como algo más suave con el piano». En ese sentido, destaca, «he hecho lo que me apetecía tocar y creo que ha salido algo bonito y natural».
Título 'Único equipaje', del acordeonista y pianista cántabro Ramón Bueno.
Composición Diez temas, repartidos entre siete de acordeón y tres de piano.
Colaboraciones En el disco participan María Mendez, Pilar Revuelta y Nando Agüeros.
En la presentación que el propio autor hace de 'Único equipaje', señala que se trata de «una serie de temas inéditos y ambientados en la romería popular de Cantabria», canciones que conforman «un proyecto que pretende dar a conocer mis experiencias musicales de niñez y de mi carrera profesional con el acordeón como equipaje y transmisor de esa cultura tradicional». El disco, que ya puede adquirirse en distintas librerías y puntos de venta de la región y en El Corte Inglés, así como en la web del músico cántabro (www.ramonbueno.es), donde están disponibles dos adelantos -'Navegando' y 'Leyendo las estrellas'-, cuenta con las colaboraciones de María Mendez, Pilar Revuelta y Nando Agüeros. La portada del mismo, explica su autor, «es un pequeño homenaje a mi padre, que durante años me acompañó y cargó con esa maleta que pesaba tanto sin importarle lo que llevaba dentro».
Ramón Bueno, que en su nuevo proyecto condensa «todos estos años de experiencias y aventuras por el mundo de la música, en el que el acordeón es el principal protagonista», es uno de los grandes exponentes de las nuevas generaciones de artistas que han recuperado y revitalizado el folklore y la música tradicional cántabra. A su juicio, estos géneros tiene actualmente «una salud genial». Una realidad que retrata desde su propia experiencia como músico y docente: «Yo soy pitero desde los 10 o 12 años, en que empecé con mi hermano a tocar el pito y el tambor. Entonces nos miraban como a bichos raros, pero ahora es muy distinto». Un cambio que se ha traducido en que actualmente haya «gaiteros, pandereteros y músicos de todos los instrumentos; las escuelas están funcionando muy bien y ves que hay gente que sale». Bueno defiende que la música tradicional «se ha vuelto a apreciar y a practicar con orgullo desde los más jóvenes», y destaca con orgullo que «ahora mismo es un buen momento y en Cantabria podemos presumir del nivel de la música tradicional».
En 'Único equipaje', el propio Bueno rinde un especial homenaje a un género que ha marcado su vida: «el tema 'Ruiloba', que tiene como elemento principal el 'Romance de Conde de Lara' o 'Baile a lo llano', es una pieza inspirada en la que toco en Ruiloba una vez al año, durante las fiestas, y que siempre me transporta a la niñez, a tiempos pasados, a gente que ya no está».
Aunque como docente en su academia ha podido afrontar con solvencia la pandemia -«pude salvarlo y no me puedo quejar», explica-, en materia artística reconoce que «ha sido una situación muy dura, porque desaparecieron todos los conciertos». Un cambio radical que en su caso le afectó de lleno: «Llega un punto en el que no sabes quién eres, porque llevas desde pequeño tocando todos los veranos en todas las romerías de Cantabria y de pronto llega un verano en el que ni siquiera piensas en los conciertos. Pierdes un poco tu identidad, no sabes quién eres sin pensar en ir por la tarde a tocar a un concierto», concluye.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.