«El piano te da una gran intimidad y es el único instrumento que se puede tocar a cuatro manos»

Llegan a Cantabria de la mano de la Fundación Albéniz y de su ciclo 'Reencuentro' con un programa que se repetirá mañana en el Claustro del Museo Diocesano de Santillana del Mar y en el que también participa la violinista Ana María Valderrama. «Hemos elegido el repertorio pensando en el público. Es muy atractivo. Combinamos obras a cuatro manos y, además, y yo creo que el público lo va a agradecer, vamos a ir rotando y tocando además cada uno de los dos pianistas solos con la violinista y en dúo. Creo que ahí está la gracia del recital, en la itinerancia de los tres intérpretes en una especie de viaje musical en el que tocamos distintos palos», explica Luis del Valle, el menor de los dos hermanos. En cuanto a las partituras, tal y como apunta Víctor del Valle, «Hemos incluido piezas de distintas épocas: un poco del final del clasicismo y principios del romanticismo, postromanticismo pleno, impresionismo y música española de finales del siglo XIX».

Víctor es el mayor del Dúo del Valle, un nombre que se ha hecho un gran hueco en el mundo de la música clásica por méritos propios. Si no es fácil que dos hermanos destaquen en un instrumento, mucho más difícil resulta que, además, puedan tocarlo a cuatro manos y con tanta calidad. Y el origen está, como bien recuerda este intérprete, en la casualidad. «Cuando yo era niño en Málaga sólo se podía estudiar piano o guitarra y siendo andaluz la guitarra la tocaba todo el mundo así que el piano me pareció más exótico, más elegante. Fue una cuestión de descarte», explica, si bien, su hermano Luis apostilla: «Además siempre se sintió muy atraído por la percusión. Podría haber sido un gran percusionista y el piano era más idóneo que la guitarra para eso». Lo suyo, lo de Luis, fue como él mismo reconoce, «porque de pequeño hacía todo lo que hacia mi hermano. Si el tocaba piano por supuesto yo tenía que hacerlo también».

Años después están encantados de esta elección «porque el piano te da una intimidad muy especial. Es el único instrumento que se puede tocar a cuatro manos y, además tiene la posibilidad de transformarse en un instrumento lírico, de percusión o en el instrumento central en orquesta», asegura Luis del Valle.

Un buen día, Dimitri Bashkirov, su maestro en la Escuela Superior de Música Reina Sofía, les animó a tocar el piano a cuatro manos y así tras su debut en el Auditorio Nacional de Madrid surgió una de las agrupaciones de música de cámara más aclamadas en este país. Han llegado a tal compenetración que incluso ellos tienen dudas de quién es quién cuando escuchan uno de los discos grabados en sus inicios. «La diferencia entre nosotros puede estar en la personalidad -dice Víctor que se califica como más introvertido- pero a la hora de tocar, es difícil distinguir quién es el que está tocando de los dos». Otra cosa, reconoce Luis, «es que busquemos la diferencia. A veces, dependiendo de la obra, la provocamos porque es bueno establecer un diálogo».

Víctor del Valle explica que también eligen los repertorios de forma conjunta. «Cuando tenemos la libertad de elegir nosotros lo que vamos a interpretar o confeccionar el recital nos ponemos de acuerdo y en el caso de que sea un trío, como ahora en Cantabria que tocaremos con Ana María Valderrama, nos sentamos los tres para ver que obras pueden conjuntar mejor y cómo podemos plantear ese viaje y esa itinerancia como una fórmula que sea atractiva para el oyente y para nosotros como intérpretes también» y apunta que, lógicamente, a veces hay diversidad de opiniones». «En general nos gusta que los conciertos terminen con energía y creciendo hacia arriba, pero llevamos trabajando juntos toda la vida y solemos coincidir», asegura su hermano Luis.

Por eso, no les costó mucho aceptar en 2013 una propuesta que les alejó por un tiempo de la música de cámara y se embarcaron junto a la cantante Pasión Vega el espectáculo '2 Pianos con Pasión', mestizaje músico-teatral que fue presentado con gran éxito por toda la geografía española y del que disfrutaron más de 40.000 espectadores. «Nos definimos músicos eclécticos y todoterreno. Es cierto que hemos convivido mucho con la música clásica, pero nos gusta todo tipo de música. La colaboración con Pasión Vega fue fruto de ese gusto por escuchar otras cosas y por compartir, también con ella, una manera de interpretar que llegue al corazón del público. Tocamos desde canciones populares de Falla y arreglos para poemas de Federico García Lorca hasta tangos, fados, música pop, jazz o música cubana», recuerda el mayor de los hermanos.

También le dan mucha importancia a la formación y ambos imparten clase en distintos conservatorios. Víctor es catedrático de piano en el Conservatorio de Málaga y Luis es profesor en el Conservatorio Superior de Música de Madrid. Este último señala que como docentes su principal objetivo es «inculcar a los alumnos la curiosidad y las ganas de buscar dentro de la partitura para que encuentren el mensaje del compositor y la verdad que hay dentro de las notas. Al final todos los autores buscan transmitir la belleza y queremos que ellos, como intérpretes, consigan hacerlo». Además son invitados frecuentemente para impartir lecciones magistrales tanto en España como en el extranjero.

Afrontan la crisis que se prevé tras la pandemia con optimismo, «porque afortunadamente ambos damos clase en los conservatorios y eso nos proporciona unos ingresos fijos» y con nuevos proyectos discográficos. Actualmente trabajan en una nueva grabación con obras de Bartók, Ravel y Corigliano que verá la luz este año 2020.

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