Los Estanques | Banda de pop rock
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Los Estanques | Banda de pop rock
«Poder echar la mala leche en un disco nos quita un peso de encima»Creativos. Diferentes. Excéntricos. Los Estanques son una de esas bandas que, como los criminales, va dejando pistas en sus canciones. Lo hacen con la intención de que sea el oyente quien las descubra y relacione entre sí, mediante una 'escucha activa'. Esa es precisamente la ... forma en que les gustaría que el público consumiera su trabajo más reciente, Uve (Sonido Muchacho, 2024), un LP de trece canciones —dos de ellas en italiano— en el que plasman sus quejas contra el mundo a ritmo de pop progresivo, jazz o folclore latino. Esta noche, a las 20.30 horas, estarán en Escenario Santander despidiendo el año.
–Bienvenidos al «circo de la promoción», como lo llaman.
–(Risas) Muchas gracias.
–En mayo publicaron un LP propio después de cuatro años, al margen de su trabajo con Anni B Sweet. ¿Sensaciones?
–Bueno, sabemos que es un disco complejo, pero la verdad es que la gente lo ha acogido muy bien. Quizá vayamos peor que otras veces en cuanto a visitas y demás, pero nosotros en los bolos vemos que con este disco hemos dado un paso adelante como banda, tanto económica como musicalmente. Lo que pasa es que ahora estamos a punto de acabar la gira con un bolo que daremos en febrero en Madrid, y ya estamos pensando tanto en el disco que hemos hecho con el Canijo de Jerez, como también en el próximo nuestro. Será el sexto y ya lo tenemos grabado.
–¿Qué plazos manejan?
–Primero sacaremos el disco con el Canijo que hemos grabado en el estudio que he montado aquí en Meruelo –con todo lleno gracias al boca-oído, por el momento–, con temas tanto suyos como míos que tenemos muchas ganas de que los vea la gente, y ya después sacaremos el siguiente nuestro. Siempre nos pasa esto, ¿no? Aún estamos con la gira de 'Uve' y ya tenemos la vista en un disco o dos más adelante. A veces los managers nos suelen decir eso de «tranquilos, que acabamos de sacar este y todavía le queda recorrido».
–Por hablar del presente, ¿el objetivo de 'Uve' era dar continuidad a historias de su trabajo anterior, como la del «siempre atento y siempre fiel» propietario y gran tenedor, Mr. Clack?
–Bueno, no es exactamente así. En ese disco que mencionas, 'IV', cada canción iba de un personaje, como Mr. Clack, y en este trabajo, cada tema va de una queja distinta contra el mundo. Sí que es cierto que a veces canalizamos esas quejas en forma de personaje. Esa puede ser la similitud que tiene 'Uve' con el disco anterior, el tratar de quejarse de ciertas cosas a través de un personaje ficticio con el que te puedes meter. Así que como no existe, vía libre.
–La música es un buen paraguas para ello.
–Eso siempre. La verdad es que poder echar nuestra mala leche en un disco, en vez de cometer otras barbaridades, nos quita un peso de encima (risas).
–Este largo tiene trece canciones eclécticas. Hay tintes de pop progresivo, folclore latino, jazz… Es un disco global, y a la vez, no para todo el mundo.
–Totalmente. Hoy en día la música es la excusa para el entretenimiento. Parece que es lo de menos, con propuestas de artistas que no llevan ni músicos en el escenario, solo pinchan la canción y gastan todo el presupuesto en 15 bailarines… Yo qué sé, en un mundo en el que lo que prima no es la música sino el 'artisteo', es bastante lógico que un disco que se ha hecho para que tus cinco sentidos estén centrados en el oído, no le entre a todo el mundo. Se está perdiendo eso de sentarse a escuchar música, y no escucharla mientras pasas el aspirador o pones la lavadora. Entonces bueno, hemos hecho el disco que creo define realmente a Los Estanques como lo que queríamos llegar a ser, y para la gente a la que todavía practica eso de la 'escucha activa'.
–Una vez más, Iñigo, Germán, Pozo y Conti jugando con las dinámicas y el sonido a la expectativa del resultado final.
–Sí, y seguimos hacia adelante. Estamos muy contentos.
–En 2019 comentaron a este mismo periódico que nadie les ha dicho nunca lo que tienen que hacer, y en este nuevo trabajo van y se transforman en títeres de guiñol, los mismos que para hablar y moverse, necesitan ser manipulados por otra persona…
–(Risas). ¡Y en vez de cuatro títeres, al final somos tres! Hubo un problema con el mío, porque no se parecía a mí, y al final, como andábamos a la carrera preparándolo todo, se quedó así. Cuando hay un sello por detrás, lo de los tiempos es una locura, y aunque nosotros teníamos grabados los temas desde hacía más de dos años, al final siempre hay prisa para todo y se te echa todo encima. Pero tampoco creo que nos haya salido tan mal la jugada.
–Han fichado por Sonido Muchacho.
–Sí, eso es. Al final te vas encontrando gente por el camino que te va aconsejando.
– ¿Qué porcentaje se cobra la imagen en un proyecto como el suyo?
–Pues mira, eso al final es cosa de estrategia. Nosotros desde el principio siempre hemos ido con el estandarte de que nuestra labor es hacer música y que todo lo demás es precisamente eso, lo demás. Ya pensábamos así desde Crayolaser, cuando estábamos en Santander. Al principio nos hacíamos las fotos de promo con las mismas sudaderas con las que íbamos de normal, pero resulta que cuando tienes esa visión, te vas encontrando con una serie de trabas, como el estado de la industria musical o qué quiere la gente que la consume, y vas aprendiendo ciertas cosas del oficio, que es como debe ser. A la gente le gusta ver una banda que transmita un rollo de «somos una banda y estamos aquí por la música». Entonces, ¿voy a estar luchando contra el mundo saliendo con mi sudadera, o voy a hacer pequeñas evoluciones, como vestir bien o buscar un leitmotiv? Poco a poco vamos afinando el tiro y con esas evoluciones quizás hagamos más accesible una música 'tan musical' para, entre comillas, un público 'tan poco musical'. Espero haberme explicado bien, porque no pretendo meterme con el respetable, ni mucho menos.
–Cierran el año en casa con un concierto en Escenario Santander, una sala que conocen sobradamente.
–Sí. Va a ser un concierto guapo, divertido y largo. Habrá muchas marcianadas de las que nos gustan, de las que distraen al oyente pero luego vuelven a conectarle con lo que está pasando, y creo que será un bolo con buena energía en el que terminaremos metiéndonos a la gente en el bolsillo. Normalmente el público al final se entrega y nos dejan llevarles por nuestro paisaje sonoro. Así que recomiendo que vengan, porque va a estar genial. Además somos Los Estanques, ¡somos de aquí, me cago en diez!
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