El Nido
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El Nido
Ha sido una gira intensa y fructífera. El Nido regresa a Santander, donde presentaron las canciones de su primer trabajo, 'Refugios a cielo abierto' hace un año y medio. Hoy tocarán en el mismo lugar, el Rvbicón, pero con la vida que estos meses de rodaje, carretera y escenario han insuflado a las canciones. Para quienes tengan curiosidad, pueden comprar el disco o buscar citas cercanas, porque las entradas para su concierto en Santander están agotadas desde hace días. Tras «tanto tiempo y tantos conciertos –dicen Rodri Cachorro y Nacho Prada– las canciones han ido tomando matices nuevos». Una evolución que consideran lógica y que también percibe el público y la propia banda. «Cada bolo te va enseñando y haciendo que el grupo madure y enfoque las cosas de otra manera. ¡Y disfrute, claro!».
Han pasado por festivales, teatros, salas y pueblos. Especifican esa última palabra porque «para nosotros es muy importante, nos gusta sentir que también son un lugar al que llega la cultura y son un núcleo del que nos sentimos parte y al que nos encanta ir». Reconocen que, en cierta medida, les cambia la perspectiva y les enseña «muchísimo». No se sienten adalides ni reivindicadores, pero defienden la honestidad con la que se suben al escenario. «Gran parte de la música que tocamos tiene una inspiración muy potente de lo rural», inciden «y no podemos girar la cara y no reconocer de dónde vienen las influencias de la música que nos encanta llevar a cabo».
En paralelo a los directos, han ido trabajando más que nunca. Metidos en el local entre concierto y concierto, «para currar» dando forma a las canciones nuevas que empezarán a grabar «dentro de poco». El plan es tener disco nuevo en los primeros meses de 2025. Y entre una cosa y otra, han ido «encontrando huecos en los que seguir escuchando música nueva». Algo que no para. Un intercambio habitado por referencias diversas que confluye en el «lugar maravilloso» que es la furgoneta «en la que pasamos horas y horas» y donde, como los cromos de los niños, juegan con discos ajenos. Un día suena Billie Eilish y otro la Shakira del 2001 «porque a alguien le ha flipado descubrir algo nuevo». Mucho rock, mucho pop y mucho folclore «que nos apasiona ahora».
No todo llega a través de las notas, acordes y composiciones. Curiosos, como suponen que debe serlo todo músico al que le apasiona lo que hace, son «permeables» a las fuentes de las que obtener conocimientos. Su trabajo no parte como tal de cancioneros, pero tanto para 'Refugios a cielo abierto' como para el disco que viene, «ahondamos en las radios, pero también en las fonotecas, donde encontrar lo que forma parte de nuestra herencia cultural y de nuestro patrimonio».
Partidarios de sumar voces, recientemente colaboraron con Rodrigo Cuevas en 'Tucucu'. Le califican como «un visionario» al que admiran «muchísimo» por todo el trabajo que realiza, «desde lo performático, con múltiples lenguajes en su propuesta, para poner en valor ese bagaje inmaterial y reivindicar movimientos sociales». «No se muerde la lengua y pone voz a historias calladas», alaban los burgaleses. Al fin y al cabo, «La reivindicación es parte de nuestro quehacer diario, reflexionan. Por eso, se sumaron al movimiento Som Valencia, que organizó con una serie de conciertos para recaudar fondos para los damnificados por la DANA. En el caso de Burgos, en la sala Andén, las entradas se agotaron en horas. «Es muy bello ver cómo cuando la causa lo necesita, el pueblo responde»», concluyen.
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