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El disco que destrozó a los Specials, pero redefinió la música de baile

El disco que destrozó a los Specials, pero redefinió la música de baile

El segundo trabajo de los ingleses, More Specials (1980), sembró la discordia en el seno de la banda pero conquistó a un mundo que los necesitaba

Viernes, 3 de abril 2020, 23:18

Tras el éxito de su álbum de debut y homónimo en 1979, The Specials se enfrentaban a la segunda entrega de su creatividad como adalides del sonido 2 Tone, en ese resurgimiento del ska que apadrinaron como nadie en el puente entre los años setenta y ochenta.

Pero Jerry Dammers, el tecladista del grupo y productor ocasional, decidió autoproclamarse líder de la banda con un golpe de estado interno y la toma de decisiones unilaterales que no cayeron del todo bien entre el resto de la manada. Gran aficionado a la música lounge y obsesionado con introducir reminiscencias de ella en su particular cosmovisión del sonido, antepuso su apuesta a las opiniones del resto a la hora de encarar este segundo disco en ciernes.

El vocalista Terry Hall habría tirado hacia el pop más clásico, el guitarrista Roddy 'Radiation' Byers se decantaba por el ska ortodoxo con tintes rockabillys, pero fue aquello que Dammers llamaba 'Muzak' (una amalgama de influencias inspiradas en el soul y loops instrumentales extraídos de hilos musicales de ascensores, tiendas y hoteles) lo que terminó imponiéndose para la concepción de este 'More Specials', que vio la luz en octubre de 1980.

Quien no arriesga, no gana

Aquella distancia con su primer álbum sorprendió a fieles y acólitos que, en muy buena parte, se apearon del viaje por encontrar en esta segunda entrega a unos Specials demasiado diferentes con respecto a su estreno. Una desbandada que no fue demasiado traumática porque, al tiempo que se despedían de un tipo de público, se disponían a dar la bienvenida a otro. Este fue el caso del target universitario veinteañero, que encontró en las nuevas canciones de la banda de Coventry la cuna ideal para sus proclamas y aplaudió convencido el nuevo rumbo tomado por Dammers, a pesar de que varios de los miembros del grupo nunca terminaran de identificarse con este sonido y mucho menos con representar a «un puñado de pijos», como dejaría escrito el guitarrista Byers 'Rat race´

Pero el álbum, que también recibió una calurosa acogida por parte de la crítica y llegó a alcanzar el puesto número cinco en la lista de discos más vendidos en Reino Unido aquel 1980, continúa siendo la nota discordante en la carrera de The Specials. Hay quienes todavía continúan sin legitimar su lanzamiento y reniegan de él, pero de lo que no cabe duda es que es un trabajo cuidado y tejido con mimo. Mucho más exquisito en matices y experimentación que su precedente, con una imponente sección de vientos, la fiereza de baterías programadas, tintes de rock sesentero y una ristra de colaboraciones estrella que terminaron de culminar esta arriesgada travesía: desde Belinda Carlisle, de The Go-Go´s, en esa oda de ska enérgico que es la cover del 'Enjoy yourself'; original de Carl Sigman y Herb Magidson, hasta Lee Thompson, de Madness, en 'Hey little rich girl, pasando por Rhoda Dakar, de Bodysnatchers, en'I can´t stand it`, que serviría también como una pequeña presentación de la que sería futura vocalista en la reencarnación de la banda un tiempo después.

Otra cara, pero un mismo corazón

El contenido y latido conceptual de More Specials continuó adelante con el marco sociopolítico iniciado desde el primer álbum de la banda. Canciones que retratan la diferencia de clases, los problemas cotidianos de las gentes de a pie, la pugna en las calles contra las imposiciones del sistema y una concienzuda involucración protesta contra uno de los terrores de la época: la amenaza nuclear.

En aquellos años, la primera ministra Margaret Thatcher había autorizado al gobierno estadounidense a almacenar buena parte de sus misiles nucleares en una de las bases británicas. Aquello desató el descontento popular con revueltas estudiantiles y manifestaciones que tomaron como banda sonora el 'Man at Camp', escrito por Dammers y Hall, alzando al grupo a liderar aquellas movilizaciones hasta el punto de terminar ingresando de forma activa en la CND (Campaña para el desarme nuclear).

Imagen principal - El disco que destrozó a los Specials, pero redefinió la música de baile
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Y al ritmo del northern soul que resuena vívido en'Sock it to 'Em JB' el rapapolvo sobre los peligros del olvido que es la reggae 'Do nothing' y la psicodelia sintética y exótica que destila 'International Jet set', levantaron un disco peculiar que destrozó sus ánimos pero impulsó al mundo a salir a bailar.

La gira de presentación, para la que contaron por cierto con Stray Cats como teloneros, no solo no consiguió apaciguar la confrontación entre los miembros de la banda, sino que terminó demacrándolos hasta hacerla tambalear por completo; a finales de 1981, solo un año después de la publicación del álbum, varios de ellos anunciaron su marcha.

Y ahí se quedó More Specials, suspendido en el limbo entre el bien y el mal como el causante de un naufragio que salpicó a unos y ahogó a otros, mientras hoy lo celebramos como un pequeño tesoro hedonista. Un regalo de ska sintético con ritmo trippy destinado a la diversión, pero con mensaje.

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