El lujo del silencio

Mientras que miles de artistas pugnan a diario por listas, likes y retuits, los grandes pueden permitirse «desaparecer» para centrarse en componer o descansar

Nacho Criado

Domingo, 23 de enero 2022, 10:16 | Actualizado 10:30h.

26 / noviembre / 2019

18 / octubre / 2020

5 / octubre / 2021

Tres tuits en dos años. Los publicados por Adele desde finales de 2019 hasta el pasado 5 de octubre. Uno para animar a la participación electoral, otro en 2020 para anunciar que participaba en el Saturday Night Live… y luego ya el tuit con el que anunciaba 'Easy on me', su single regreso. Cuatro tuits en tres años, si echamos la vista hasta 2018. Y luego regresar para firmar el número uno en streaming en decenas de países y nada menos que medio millón de vinilos con los que Sony ha atascado aún más la ya atascada producción mundial de discos.

Como vemos, Adele no tiene demasiada necesidad de estar en redes sociales para que los fans le presten atención. Pasa lo mismo con Radiohead. La banda tótem de los fans alternativos puede pasarse meses sin publicar nada en redes sociales. Si no tiene nada que decir o música que publicar, pues silencio.

Y ese silencio, hoy en día, es un lujo para los artistas.

Imagen secundaria 2 - El lujo del silencio

En el otro lado de la balanza, miles y miles de artistas pelean a diario por entrar en las playlist de Spotify, por colocar sus lanzamientos en radios y demás medios, por recibir caso y cariño en sus post de Instagram, en sus tuits y, cada vez con más fuerza, por asentarse en TikTok. En la música alternativa española encontramos también ejemplos de esta dualidad.

Lori Meyers, o Vetusta Morla han parado un buen tiempo para preparar sus últimos trabajos. Iván Ferreiro lleva cuatro años sin lanzar disco ('Cena recalentada', 2018) y hasta hace poco no ha dado señales de estar con ello. Anuncia sus actuaciones cuando las tiene, pone algún tuit de la ciencia, materia que le apasiona… y poco más.

Pero es Iván Ferreiro.

Imagen secundaria 1 - El lujo del silencio

«La ansiedad del repartidos de flyers'

En el lado opuesto, bandas como los también gallegos Moito! pelean semanal y casi diariamente por captar la atención de los oyentes. «La industria (y nosotros colaboramos) está totalmente acelerada, en especial el sector emergente, en el que tienes la sensación de que, si desapareces un tiempo, lo pierdes todo. Tenemos la ansiedad del repartidor de flyers», nos confesaba su cantante Felipe Castro en este mismo medio.

El periodista Arturo Paniagua recordaba recientemente que cada día se suben 60.000 canciones a las plataformas de streaming. ¿Quién no ha tenido la sensación los viernes de que no da la vida para prestar suficiente atención a todos los lanzamientos musicales? Es cierto que multitud de artistas han logrado triunfar sin medios gracias al entorno digital y a la gente compartiendo sus vídeos y canciones.

Pero eso no cambia un dato demoledor: el 1% de artistas concentra el 90% de las escuchas de las plataformas digitales. Al resto de artistas, a la plebe, les queda pelear por ese 10% de escuchas que quedan. La plebe peleando por las migajas. Algo similar ocurre en la economía mundial. Según un informe de Intermon Oxfam, el 1% más rico del mundo tiene más del doble de la riqueza del resto de la humanidad junta.

«No soy creadora de contenido, soy música»

¿Y cómo lograr esas migajas de la tarta o incluso un día ascender en la escala social de la música? Los artistas lo intentan todo. Tener chispa, polémicas, múltiples lanzamientos y colaboraciones, participar y publicar todo… en definitiva, alimentar a ese monstruo voraz que son las redes sociales y las plataformas digitales.

Este mes de enero, la joven compositora estadounidense Chelsea Cutler se ha hecho viral (ironías de la vida) denunciando esta hiperactividad a la que les aboca toda esta «insaciable cultura de contenido. Es agotador pensar cómo convertir mi vida diaria en contenido para las redes. No me siento creadora de contenido, me siento música y cantante», reivindicaba Cutler.

Y así arrancamos 2022. Con todo el mundo intentando venderte algo, intentando comprarte, queriendo meterte en su melodrama, su karma, su cama, su salto a la fama, su breve momento de gloria, sus dos megas de memoria… sí, ya te habrás dado cuenta de que estoy copiando palabras de otro. De un maestro del tiempo: Jorge Drexler. En 'Silencio', inteligentísima canción de ese sublime álbum que es 'Salvavidas de Hielo' (es de 2017, venga Drexler, queremos ya otro), el genio uruguayo hace recomendaciones que deberíamos plantearnos fans y artistas.

Y cuando el ruido vuelva a saturar la antena

Y una sirena rompa la noche inclemente

No encontraremos nada más pertinente

Que decirle a la mente

Detente

(…)

Silencio.