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Zahara, la Bowie de nuestro tiempo
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Zahara, la Bowie de nuestro tiempo

Ha sido Santa, Astronauta y Puta en una carrera tan camaleónica y repleta de talento y compromiso artístico que bien puede evocar a la firmada por el genio británico

Domingo, 4 de febrero 2024, 09:23

El 10 de enero de 2016, el mundo despedía a ese extraterrestre lleno de música, arte y talento llamado David Bowie. Son ya ocho años sin uno de los artistas que más huella e influencia han tenido en la cultura contemporánea. Dudo que Bowie llegase a conocer las canciones y carrera de María Zahara Gordillo Campos. De haberlo hecho, estoy convencido de que sonreiría y aprobaría, al menos parcialmente, el osado titular de este artículo.

Porque, al igual que Bowie fue Hunky Dory, Ziggy Stardust, Aladdin Sane y The Thin White Duke, la ubetense ha sido capaz de ir mutando de Santa a Puta, pasando por Astronauta y jefa de Rave. Realmente ella misma ha conseguido hacer realidad y ser protagonista de «La fabulosa historia de…» con la que arrancaba su carrera en 2009.

Me asombra y admira ese compromiso y capacidad camaleónica de Zahara en cada uno de sus proyectos. El mero hecho de lograr cambiar tanto de estilo entre un disco y otro ya es algo que la eleva por encima de la media.

También hay artistas con estupenda voz, letras brillantes y buenos directos. Pero esta capacidad de mutación, para la gran mayoría, resulta inalcanzable. Incluso para muchos grandes músicos es difícil no encasillarse y repetirse en su fórmula ganadora. Zahara se atreve y lo logra disco a disco.

Porque, cuando ella apuesta, lo hace con todo. No es sólo un cambio de registro musical en las canciones que tenga el disco. Es una inmersión absoluta en el personaje cual actriz del método. Con permiso de la marciana y mundial Rosalía, no hay otra artista en nuestro país con semejante capacidad de mutación entre diferentes registros.

Su evolución es la de un país

En su evolución como mujer y artista también puede trazarse un paralelismo con la evolución del feminismo y de buena parte de las mujeres españolas en la última década.

'Con las ganas' fue su primer gran éxito. En ese tiempo, 2009, una chica tímida y dulce cantaba de manera preciosa una canción de desamor. Aunque 'Camino a L.A.' (2011) apuntaba a la fiereza y sexualidad y fiereza que escondía su música, esto tardaría en llegar.

El siguiente álbum, 'Santa' (2015), cuya 'Caída libre' nos introducía en esa faceta de música de baile que luego ha ido potenciando hasta desatarla por completo con la puta rave y con juno.

Aunque cualquiera que tuviera Twitter (te echamos de menos) la conocía bien, otra faceta suya estaba por despuntar a nivel nacional.

Zahara siempre ha sido una persona política. Interesada por lo que sucede en el mundo y en nuestro país. Con un claro, irónico y firme sentido crítico y progresista. Y fue en 2018 cuando fusionó baile y política de manera magistral con la canción 'Hoy la bestia cena en casa', una sublime patada en el culo y en la nariz de algún político defensor de que se puedan comprar niños a mujeres pobres porque, «chica, esto es el mercado y la libertad».

Este alegato coincidió en año con las grandes mareas feministas que en 2018 sacudieron nuestro país tras la vergonzante sentencia de La Manada. Las mujeres ya no estaban para ser ángeles ni santas, sino para expresar claramente las cosas que les molestaban.

Con la maternidad como epicentro del disco, Zahara se viste de 'Astronauta' (2018) para trasladarnos esa soledad cósmica (maravillosa y exigente a un tiempo) que pueden producir la maternidad y la lactancia. Desde el packaging del álbum hasta el vestuario de la gira, todo acompaña y se integra en la idea de 'Astronauta'.

La líder de un gran equipo

Mención especial aquí a su equipazo. En lo musical, nada menos que Martí Perarnau y Manuel Cabezalí flanquean a Zahara desde hace muchos años. Dos investigadores del sonido de extraordinaria cabeza y habilidad técnica.

«Es muy buena jefa. Legal con todo y creadora de un gran ambiente entre todos los que giramos con ella. Eso no es tan habitual», me comentaba Manuel Cabezalí en una entrevista reciente.

En el diseño, el genial Guillermo Guerrero comanda el equipo de G.O.Z.Z. Records, la discográfica que creó Zahara desencantada con las discográficas.

La 'Astronauta' dejó la nave espacial un tiempo para adentrarse en la electrónica creando juno en 2019 junto a Martí Perarnau, reconciliarse con 'Con las ganas' en 2019 (nueva versión y volver a tocarla), y dejar hoyas en acústico durante aquel pandémico 2020.

Es la calma que precede a la tempestad.

14 de enero de 2021.

Zahara lanza 'Merichane' al mundo.

Y miles de mujeres reaccionan a este grito indignado y desgarrado. Miles de mujeres se identifican, comparten y comentan en redes y en persona esta canción. Un «Basta ya» contra el machismo.

Porque todas han acelerado en algún momento el paso con las llaves en la mano, todas se han tragado sermones de señores (como el que escribe, sin ir más lejos) contándoles como es el mundo… y muchas han pasado por los momentos de infierno personal que describe Zahara.

La canción es un terremoto social que aumenta su impacto con el resto de temas del álbum, con el título del disco, 'Puta', y con la imagen de Zahara convertida en virgen fumadora, imperfecta y humana.

Ganadora (por fin) del Premio MIN a Álbum del Año, el reconocimiento artístico es unánime. Pero hay quienes se revuelven molestos en sus sillones y su cosmovisión. Esa virgen puta no gusta. Llegan las amenazas en redes y ese amago de boicot a su concierto en Toledo. Superado el punto de máxima crispación, la gira continúa, encabezando festivales y llenando salas.

El impacto de una gran artista, en definitiva.

Aunque en alguna ocasión se ha declarado algo hastiada de tanta batalla y tanto odio recibido, en la reciente entrega del Premio Ruido a María José Llergo aprovechó su papel de presentadora y el caso del cineasta Carlos Vermut para pedir a los periodistas que el #MeToo por fin alcance a la industria musical española. «Os pido por favor que investiguéis y ayudéis a sacar a la luz la cantidad de abusos que se han cometido en esta industria. Pero lo segundo que os pido, es que no nos preguntéis a las mujeres. Las mujeres estamos hartas. Bastante hemos tenido con haber sufrido esos abusos».

«Toca hacerle las preguntas a los hombres. Esos hombres que también estaban allí, viendo cómo se cerraba la puerta de un camerino, sabiendo lo que pasaba dentro y que no dijeron nada. El #MeToo de la música sería maravilloso que empezara con los hombres diciendo: yo también estuve allí y no dije nada».

¿Qué será lo siguiente?

De vuelta a la Zahara artista, su capacidad camaleónica no se limita a la música. Una novela ('Trabajo, piso, pareja'), dos libros de poesía, conducir estupendamente programas de televisión… realmente asombra su capacidad profesional, mezcla de talento, curro y también desparpajo.

'Puta' pasó después a ser 'Reputa' y la gira de 'Puta' pasó a ser 'La Puta Rave'. En eso también admiro a Zahara. Sabe exprimir la rentabilidad y alargar la vida de esas obras que pare con tanto mimo y esfuerzo. Y lo hace con gusto y con arte. Eso también es ser una gran profesional de la música y CEO de su propia discográfica.

A mí me gusta que esa heroína del pop (siempre @zaharapop) y esa feminista valiente y artista potentísima se combina también con una persona con sus fragilidades, su buen humor en la cercanía y una sonrisa y abrazo al verte. Alguien que no va de diva ni de referente en absoluto pero que inevitablemente lo es. Eso también es feminismo.

En este 2024, con algunos conciertos de juno programados, nadie sabe muy bien de qué ira el próximo disco de Zahara. O si en lugar de un disco llegará un libro, un programa, una novela, un poemario o un podcast… «A veces desearía que hubiera cinco Zaharas para que cada una hiciera una cosa diferente», decía en una entrevista a finales del año pasado.

¿Qué será lo siguiente, Zahara?

Nosotros lo esperamos en la Tierra.

'There's a Starman waiting in the sky'.

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