Robert Navarro musica veintitrés poemas de Gloria Fuertes en un personal formato audio libro

En las combinaciones, nada casuales, de palabras elegidas por la poeta, el artista de origen francés encontró «sentimientos complejos, experiencia real y sabiduría». Y decidió ponerles un componente más: la música.

'La Termita' se mueve a ritmos templados, casi caribeños. 'Verano 1992' tiene la cadencia del mar y 'Dinero' suena metálico y árido con ritmos electrónicos. Así hasta 23 composiciones para otros tantos poemas de distinta métrica que Navarro concibe como «pequeños guiones».

En la profundidad del recitado hay un tanto de Leonard Cohen en su última etapa, otro tanto de Gainsbourg en 'Melody'. La voz grave de Navarro cuenta con el contrapunto del tono luminoso de Lidia Gil, quien le acompaña en las canciones con estructura como tal.

Por el espectáculo que conciben juntos se pasean Ángel González, Pedro Salinas, Ryszard Kapuscinski o Jack Beng Thi, con cuya obra, Navarro realizó un trabajo similar musicando sus creaciones. El objetivo final es «actuar» y han empezado a cumplirlo. Estrenaron 'Gloria Amor Humor' en Cáceres, en la sección 'Mundo de Palabras' del festival Womad el pasado sábado. Pero el recorrido del proyecto no ha hecho más que empezar.

Confían en que, a través de la plataforma Verkami, sean numerosos los mecenas que se enrolen en esta tripulación de dos para descubrir a la Gloria Fuertes que va mucho más allá de la poesía infantil o su etapa en televisión. Siempre sin invadir. «Estoy un poco cansado de los virtuosos. A veces con tres notas te entra en el corazón sin necesidad de técnica», dice quien ha visto a Miles Davis una docena de veces o a Jimi Hendrix en directo. De ese bagaje han ido surgiendo los ritmos de forma natural: «Mi memoria ha guardado toda la música que he escuchado», explica.

En su caso, interpretar esas pequeñas historias implica una pelea con el castellano, porque aunque lleva 20 años en España, hasta el final seguirá «gabacheando», bromea. En el tiempo que ha dedicado a este trabajo, si bien se reconoce ermitaño, ha sentido a Fuertes a su lado, manteniendo un diálogo fluido. «Cuando estoy investigando a un artista con el que trabajar, me importa también la persona. Si es mala gente, aunque tenga mucho talento, no me interesa».

Gracias a esa búsqueda intensa conoció a Ismael Peña, el mejor amigo de la poeta, a quien le legó más de 300 objetos personales y con quien ha tenido ocasión de hablar de su vida. «Mucha gente abusó de ella porque era muy buena, pidiéndole poemas sin pagar nada a cambio».

Navarro cree que los adultos desconocen el peso y legado de la obra de la madrileña. En Gloria Fuertes encontró similitudes con su poeta favorito Jacques Prévert, cuyas obras pueblan las estanterías de su estudio. Bajo su punto de vista, comparten «ritmo». «El ensamblaje de palabras sencillas es complejo, hay que saber hacerlo para que funcione».

El libro que acompaña al disco contará con ilustraciones de Carlos Abascal como la que llena su portada: sobre un fondo amarillo, dos manos sostienen con seguridad un corazón de un rojo vivo. Está diseñado en formato acordeón y se puede extender hasta ocupar 3,52 metros de «magia». La misma magia con la que Navarro quiere que se extiendan las palabras de Gloria Fuertes.

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