Un santanderino dentro de «la mejor» Filarmónica del mundo

Ana del Castillo

Santander

Sábado, 19 de octubre 2024, 07:38

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La entrevista con Víctor Álvarez Alegría comienza con una pregunta típica -«¿Qué hace falta para formar parte de una de las filarmónicas más importantes del mundo?»- y una respuesta tópica: «Trabajo duro, disciplina y sacrificio». A este joven santanderino de 25 años, tan prodigioso como modesto, se le olvida mencionar que desde niño ha sido todo un portento. Y eso que no proviene de una familia de músicos: «Mis padres son profesores, pero siempre me han inculcado el amor por la música». Puede que resida ahí el secreto, en ponerle pasión a la vida. Sea cual sea la clave del éxito, Álvarez Alegría toca el trombón en la Filarmónica de Berlín, una de las mejores orquestas del mundo.

Comenzó sus estudios profesionales en el conservatorio Jesús de Monasterio de Santander y cuando cumplió los 18 ganó una plaza para estudiar en el conservatorio superior de Ámsterdam con «mi trombonista favorito», Jörgen Van Rijen, trombón solista y trombón principal de la Orquesta de la Concertgebouw de Ámsterdam.

Su formación no quedó ahí. Sigue instruyéndose en la Universidad de las Artes de Berlín, en la cátedra de trombón del Profesor Stefan Schulz. Además, este santanderino es miembro de la Karajan Academy de la Filarmónica de Berlín.

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Enfundado en el impoluto traje negro, este joven ha tocado para personalidades como Angela Merkel, el canciller alemán Olaf Scholz o el oscarizado actor Christoph Waltz, entre otros. Además, ha compartido escenario con la actriz francesa también ganadora de un Oscar Marion Cotillard y el archiconocido director de orquesta Gustavo Dudamel.

El cántabro, que vive en Berlín con un compañero de piso también español, enumera los motivos por los que eligió el trombón. O puede que fuera al revés, que el instrumento lo eligiera a él. «Me fascinó su versatilidad, puedo tocar música clásica en un auditorio, puedo hacer jazz en un bar en una jam session, acompañar al coro en música litúrgica en las iglesias, tocar en una charanga en fiestas de los pueblos... Pero sobre todo, con la vara puedes hacer magia musical y melodías que otros instrumentos no pueden», explica.

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Si este reportaje se le hubieran hecho al Víctor Álvarez de 10 años hubiese dejado patente en sus respuestas que su sueño era tocar en la Filarmónica de Berlín y que no pararía hasta conseguirlo. «Cumplí ese sueño hace año y medio», relata.

Pero no todo brilla y es de color dorado como los metales de la orquesta. Trabajar en una filarmónica como la de Berlín, de las más prestigiosas y exigentes del mundo, tiene su aquel. El músico santanderino explica que está totalmente expuesta al mundo, que se graban tanto los conciertos como los ensayos para el Digital Concerthall (la página web de la Filarmónica donde se muestra al mundo lo que se hace dentro). «Por lo tanto el nivel de exigencia en cuanto a la interpretación de las obras y la calidad musical es extremadamente alta, lo cual es totalmente positivo por la increíble inmersión musical de alto nivel que he podido experimentar este último año y medio», se convence Víctor. Ese nivel de exigencia requiere horas y horas de ensayo, pero ¿quién le pondría pegas a un sueño hecho realidad?: «Durante la temporada hay semanas que no salgo del auditorio, llego allí a las ocho de la mañana y me voy a las nueve, se me pasa el día volando», señala el músico.

A pesar de su juventud puede decir bien alto y claro que ha tocado bajo la batuta de directores de renombre como Simon Rattle, Zubin Mehta, Daniel Baremboin, Gustavo Dudamel, Kiril Petrenko, Daniel Harding, Alan Gilbert o Yannick Nezet Seguin, entre otros.

La Filarmónica realiza conciertos todas las semanas en Berlín desde finales de agosto a principios de junio, además de las giras por Estados Unidos, Asia y Europa y la tradicional ópera en la ciudad de Baden-Baden, al suroeste de Alemania. Es una orquesta que se mueve «bastante» a nivel internacional. Pero Álvarez no solo viaja con la orquesta de Berlín: «Este verano he estado como trombonista invitado con la Orquesta Festival del Pacífico (PMF) durante un mes en Japón». «Son experiencias inolvidables y muy divertidas», matiza.

Da la casualidad de que su compañero en la sección de trombón es el influencer de viento metal «más seguido del mundo», con más de 150 mil seguidores en Instagram, más de 400.000 en YouTube y 300.000 en TikTok. Se llama 'Trombonetimo' y en uno de sus humorísticos vídeos, con más de cinco millones y medio de visualizaciones, aparece Víctor.

El máximo referente musical de este joven es el trombonista, compositor y director de orquesta sueco, Christian Lindberg, un músico que empezó a tocar el trombón con 18 años y con 19 años ganó el concurso más importante de trombón del momento, el concurso de París. Álvarez cuenta con una gran admiración que Lindberg «nadó a contracorriente para conseguir su sueño de convertirse en trombón solista internacional, a pesar de que el trombón nunca ha sido considerado un instrumento solista». Este joven de Santander sigue sus huellas.

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