Seis bandas internacionales se suman a la programación 2024 de Escenario Santander

El cartel del 16 de noviembre está liderado por la banda de death metal melódico Dark Tranquillity, que llega a España acompañada por los portugueses Moonspell, en plena celebración de su 30 aniversario, los finlandeses Wolfheart, con su último disco 'King of the North'.

A su paso por España ofrecerán cuatro conciertos en Barcelona, Pamplona, Madrid y Santander en los que Dark Tranquillity presentará su décimo tercer álbum de estudio 'Endtime Signals', que saldrá al mercado el próximo 16 de agosto. La formación, nacida en 1989 en Gotemburgo (Suecia), posee una extensa carrera en la que han estado nominados a diversos premios, entre ellos los Grammy por su álbum 'Projector'.

Antes, el 19 de septiembre, Adrian Vandenberg presentará en directo su último trabajo 'Sin'. El guitarrista neerlandés, que ha pertenecido a formaciones como Whitesnake y Manic Eden, regresa a los escenarios para rememorar los mejores años de su carrera -su primer disco se publicó en 1992- y presentar sus composiciones más recientes, marcadas por su clásico sonido heavy rock melódico. Mats Leven a las voces, Koen Herfst a la batería y Randy van der Elsen al bajo acompañarán a Vandenberg en Santander. El hard rock melódico regresará a la sala cántabra el 27 de octubre con los británicos FM, inmersos en la gira de celebración de su 40 aniversario. La banda, que vivió sus mejores años entre los años 1985 y 1990 y triunfó en Estados Unidos, donde son conocidos como FMUK, ha actuado como telonera de grandes como Tina Turner, Bon Jovy o Status Quo. Tras su disolución a finales de los 90, reaparecieron con fuerza en 2007 y desde entonces se han mantenido activos y han editado otros cinco discos con tres integrantes originales en sus filas: Merv Goldsworthy, bajo, voz; Pete Jupp, batería, coros; y Steve Overland, voz, guitarra; además del teclista Jem Davies desde el año 93.

Este viernes, día 5, Izaro regresa con un nuevo álbum, 'Cerodenero' sobre Escenario Santander. El quinto disco de Izaro es un ejercicio de creación conceptual maduro, lúcido, en que juega con el pop, la raíz y la electrónica desde una mirada contemporánea, para crear un térmico lienzo sobre el blanco.