«El trabajo de un compositor no debería ser suplantado por IA»

-Abre la programación de clásica y lo hace con una propuesta singular.

-Así es. Es un concierto que mezcla poesía rusa con piezas de piano, tanto de autores rusos como franceses. Se llama 'Chéjov sin Chéjov', porque aunque no haya textos específicamente suyos, los autores que se han seleccionado están relacionados con el carácter de la poesía y la dramaturgia de Chéjov. Reverbera su espíritu en el concierto.

-Esa selección que reverbera, ¿qué clase de eco se produce?

-El carácter de muchas de las piezas, no todas, es bastante íntimo y melancólico, una de las características principales de Chéjov. Las piezas de Debussy 'El claro de luna' y otros dos preludios, tienen carácter introvertido. Tocaré dos estaciones de Chaikovsky bastante conocidas y hago dos preludios de Scriabin, todo escrito entre 1890 y 1910.

-Piezas conocidas por el público, ¿Cómo una forma de favorecer la comprensión entre ambos lenguajes?

-Claro. Cuando diseñamos el programa pensamos en eso también; que la gente pudiera reconocerlas.

-¿Qué es el programa FracMus?

-Un programa que diseñé para composición generativa o algorítmica que convierte estructuras matemáticas en música. Eliges una serie de parámetros musicales, los ajustas, los conviertes a partir de algoritmos matemáticos.

-¿La inteligencia artificial será capaz de replicar la emoción en la música?

-La emoción no está implícita en la música. Eso es un gran error. La emoción proviene de nosotros porque hemos asociado ciertas emociones a ciertos sonidos. Lo que a mí o a ti nos puede emocionar, a un integrante de una tribu amazónica que nunca ha escuchado clásica, no le produce nada. Es algo artificial totalmente. Y una IA aprenderá, porque eso son patrones, si una pieza provocará determinados sentimientos en el oyente. El peligro es que nos suplante a los compositores. En la música comercial o para películas ya se acabó, pero el trabajo del escritor o el compositor no debería ser suplantado.

-¿Y qué es Magek?

-Un ciclo de obras orquestales que terminé en 2019, inspiradas en cada una de las siete islas canarias. Se llama así porque es como los habitantes originales llamaban al sol, que era un dios femenino.

-Conoce bien este espacio porque fue reconocido en el Concurso Internacional de Santander Paloma O'Shea.

-El concurso fue muy importante en mi carrera. Desgraciadamente ya no se hace y es una lástima. Era uno de los cinco concursos más importantes del mundo. Que hayan decidido terminarlo me da pena. Siempre ha sido un referente mundial en estas competiciones.

-¿Suponía una oportunidad para los jóvenes intérpretes?

-Claro, porque aparte de la cuantía económica que está muy bien, era la cantidad de conciertos, contactos y reconocimiento que te daba. Me da mucha pena que se haya perdido.

-¿Por qué debería acudir esta tarde un posible espectador?

-Porque va a pasar un rato estupendo. Se va a olvidar de todos los problemas que pueda tener durante una hora y veinte que dura el concierto y va a estar en un mundo artístico de belleza sonora y de palabras, que le va a transportar. Va a mejorar su tarde, su ánimo y su estado emocional a mejor. Tal y como está el mundo ahora mismo, tener esos minutos de buena música y poesía es impagable.