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Puntual a su cita con la tradición cántabra, a las siete y media de la tarde la Banda de Gaitas de Cantabria y los Coros y Danzas de Santander tomaban este martes el escenario de la Sala Argenta del Palacio de Festivales con una serie ... de bailes a lo pesao y a lo ligero que dieron paso a una tarde-noche de música, estrenos bailes, homenajes, premios y, sobre todo, de compromiso por mantener vivas las raíces y la identidad de Cantabria. Después de veintiún años, los objetivos de la Gala del Folclore Cántabro, que organiza la asociación cultural Proa y que dirige Juan Antonio Prieto, están claros. Lo que sorprende, dos décadas, después, es el gran trabajo de investigación que se lleva a cabo año tras año para que el público pueda disfrutar del estreno de alguna obra, conozca nuevos intérpretes, jóvenes que quieren seguir con la tradición, y se emocione también con los que ya nos dejaron. De todo esto hubo en el escenario por el que pasaron más de 150 intérpretes, de una forma desinteresada, tal y como señaló al principio de la Gala el presentador, Juan Carlos de la Fuente.
Tras la actuación del Coro Ronda Besaya, uno de esos jóvenes promesas del folclore regional, Juan Ibáñez interpretó dos tonadas: 'Moza sal a la venta' y 'Mañana es día de fiesta'. Con una vestimenta de lo más tradicional, en la que no faltaron las albarcas, este joven que vive en el Alto Maliaño, llevó con su voz al público hasta el valle de Campo y cosechó una gran parte de los aplausos del público. Más de 1.100 espectadores que no quisieron perderse esta cita que también es solidaria, porque en esta edición, la recaudación se destinó a la Asociación Cántabra de Ucranianos Oberig.
Una de las actuaciones más llamativas tuvo lugar con uno de los estrenos, una tradición originaria de Campoo y que existe en otras comarcas de Cantabria que se conoce como 'El vestido de la novia para la boda'. De ella se encargaron el Coro Ronda Altamira, bajo la dirección de José Ramón Ibáñez, que representó a los mozos del pueblo que la despiden y, a continuación, los Coros y Danzas de Santander, bajo la dirección de Luis Escudero, representaron a las amigas y familiares de la novia durante el ritual de vestirla para la boda.
De la música más marinera se encargó otra coral, Amigos del Mar del Barrio Pesquero, bajo la dirección de Javier D'Hers, que también estrenó canción en la Gala, 'Dicen que se muere el mar', una denuncia a los peligros que acechan a los océanos.
La cita con el folclore también tuvo un momento para la emoción y el recuerdo a dos grandes figuras que fallecieron este año. Uno de ellos, el cantante Aurelio Ruiz Bolado, al que se evocó por medio de un vídeo su última actuación precisamente en esta Gala, y el otro, el que fuera director y fundador del Grupo de Danzas Nuestra Señora de Covadonga y de la Escuela del Folclore de Torrelavega, Chiqui Rivera, del que también se vieron imágenes de cuando recibió el Premio Proa de esta asociación cultural en el año 2016.
Y tras la emoción, otro grupo campurriano saltó al escenario: Arvejales, que, con el apoyo de nuevo de los Coros y Danzas de Santander, interpretó: 'La boticaria' y 'El día de Campoo'.
La vuelta a los orígenes con dos de los instrumentos más genuinos del folclore regional: el pito y el tambor se hicieron eco en la Sala Argenta con la actuación de Paco San José y 'El Cachas' que interpretaron dos jotas montañesas que levantaron una gran ovación del público.
Paco San José tuvo un merecido protagonismo este martes y no solo porque tras su actuación se estrenara una de sus últimas canciones 'Conversaciones con Carmen', un tema que habla de sus recuerdos de la bahía de Santander y que interpretó el Coro Ronda Altamira, bajo la dirección de José Ramón Ibáñez; También, porque justo después de esa actuación, el compositor recibió el Premio Proa que concede la asociación cultural organizadora de la Gala. Fue su presidente y director, Juan Antonio Prieto, el encargado de hacer entrega del premio a este pitero con una trayectoria de 40 años. Paco San José, también profesor de conservatorio, fundador de la Escuela de Piteros y miembro del grupo Colibrí, aprovechó el acto para pedir a los responsables de los ayuntamientos de la región que no se olviden de los piteros en las fiestas patronales: «Entre otras cosas porque Cantabria es la única región que utiliza este instrumento y no debemos perder la tradición», pidió.
Ya en la recta final de la Gala, la soprano ucraniana emocionó con su interpretación. Se trata de una cantante titular de la Ópera de Odessa y que permanece refugiada en Cantabria desde que Rusia invadió su país. Salió al escenario acompañada de la Banda Municipal de Santander, que dirige Vicent Pelechano, para interpretar dos canciones de su tierra. Los miembros de la banda continuaron en el escenario para interpretar los dos últimos números de la Gala: El estreno de una canción de A. Santamaría, que él mismo definió como «pequeña fantasía popurrí de aire montañeses», que lleva por título: 'La tierruca' y que está dedicada al insigne escritor y periodista Eusebio Sierra
Y un final apoteósico, para una gala apoteósica, que contó en el palco con la presencia del vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga y la concejala de Dinamización Social del Ayuntamiento de Santander, Lorena Gutiérrez. Más de cien intérpretes se reunieron en el escenario: los maestros de la Banda y los coros Amigos del Mar, Altamira y Besaya que interpretaron una versión de 'Viento del Norte' de Nando Agúeros y, por último, otro estreno, el Himno de Santander, escrito por Antonio Gorostiaga, cuya letra es del poeta y periodista, José del Río, Pick.
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