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Los integrantes de la agrupación Coro y Danzas de Santander, en plena actuación.

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Los integrantes de la agrupación Coro y Danzas de Santander, en plena actuación.

La tradición es cosa de jóvenes

La Gala del Folclore cántabro reunió en el Palacio de Festivales a nuevos autores y homenajeó a Julio Merino

Rosa Ruiz

Santander

Jueves, 21 de octubre 2021, 23:37

Emoción, solidaridad, cultura, y sobre todo un gran entusiasmo. Veinte años después de la primera Gala del Folclore Cántabro su organizadora, la Asociación Cultural 'Proa' que preside Juan Antonio Prieto, sigue demostrando su compromiso y amor por las raíces. Anoche volvió a demostrarlo en el Palacio de Festivales ante un público entregadísimo de antemano –las entradas estaban agotadas desde hace semanas– que volvió a mostrar su solidaridad, este año con el Banco de Alimentos de Cantabria, a quien se destinará una gran parte de la recaudación, y su pasión por esta tierra.

La de este año no era una edición más. Fue mucho más especial que las anteriores por distintos motivos relacionados casi todos con la situación sanitaria que atraviesa el país y las normativas derivadas del covid que obligaron a reducir el aforo de la sala a 782 personas y también el número de artistas que podían estar en el escenario. Y de esta obligatoriedad surgió uno de los grandes aciertos de esta cita, el contar con grupos más reducidos, solistas, dúos y tríos de jóvenes autores que nunca antes habían actuado en la Gala. Así, anoche en la sala Argenta algunos de estos nuevos intérpretes mostraron que la pasión por la tierra está viva y que el futuro del folclore cántabro está asegurado con nombres como Reyes Oña, el Grupo Güeyos o Solo Saxo.

Reyes Oña conquistó al público con 'La resaca', una bella y optimista canción que compuso durante el confinamiento y que interpretó con el único acompañamiento de su guitarra. El grupo Solo Saxo, compuesto por David Argos y Diego Mazcuñán, también interpretó un bellísimo tema dedicado a las estelas de Cantabria. Con un repertorio mucho más tradicional, pero con la misma pasión y una gran potencia de voces, el grupo Güeyos también demostró que la juventud pide paso en el mundo del folclore.

El homenaje

Hubo muchos otros momentos emotivos en la Gala que fue seguida por el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla y el vicepresidente y consejero de Cultura, Pablo Zuloaga, entre otras autoridades. Uno de ellos fue la entrega del Premio Proa a Julio Merino. Como recordó Juan Carlos de la Fuente, presentador un año más del evento, este compositor al que recientemente han elegido presidente de la Federación de Coros de Cantabria, empezó como cantautor en los años de la Transición –llegó a actuar como telonero de Víctor Manuel y Ana Belén, en la Plaza de Toros de Santander– y desde hace 35 años forma parte del Coro Ronda Altamira, agrupación que ha presidido algunos años.

Además fue fundador y presidente de la Asociación de Amigos del Traje Popular de Cantabria y del Orfeón Cántabro. Y, sobre todo, es un estrecho colaborador de esta Gala, desde su primera edición. Muy emocionado recogió el galardón de manos de Juan Antonio Prieto y aseguró que todo ese recorrido ha sido posible gracias a la buenas compañías que lo han rodeado –en referencia a esos dos coros y a la asociación– a su esposa, a la que dedicó el premio, y al público que siempre lo ha arropado. «Por favor, sigamos hilvanando arte y cosiendo cultura», pidió.

Previamente la sala había asistido al estreno de su última obra 'Sábado de Gloria', uno de los dos estrenos que la Asociación Cultural Proa tenía preparados para esta edición. Se trata de una obra que recuerda una de las grandes tragedias vividas en esta tierra. Fue el 20 de abril de 1878, un sábado de Gloria, que quedó marcado en la historia luctuosa del mar Cantábrico a causa de una galerna impresionante, que acabó con la vida de más de un centenar de marineros de las cofradías de Santander, Colindres, Laredo y Castro y de otros cuatro centenares de otros puertos del País Vasco.

Las mejores plumas de la época, como Marcelino Menéndez y Pelayo y José María de Pereda –tal y como fue explicando el presentador de la gala– se hicieron eco de esta jornada de luto. Ayer el Coro Ronda Altamira, bajo la dirección de José Ramón Ibáñez, estrenó esa composición, cuya armonización corrió a cargo de Javier D'Hers y la interpretación, a cargo de los coralistas, emocionó a una gran parte del público.

Arriba, parte del público que asistió a una gala presentada por Juan Carlos de la Fuente. Abajo, el dúo Solo Saxo y el rabelista Miguel Cadavieco.
Imagen principal - Arriba, parte del público que asistió a una gala presentada por Juan Carlos de la Fuente. Abajo, el dúo Solo Saxo y el rabelista Miguel Cadavieco.
Imagen secundaria 1 - Arriba, parte del público que asistió a una gala presentada por Juan Carlos de la Fuente. Abajo, el dúo Solo Saxo y el rabelista Miguel Cadavieco.
Imagen secundaria 2 - Arriba, parte del público que asistió a una gala presentada por Juan Carlos de la Fuente. Abajo, el dúo Solo Saxo y el rabelista Miguel Cadavieco.

No fue el único estreno, ni la única participación de Julio Merino, quien también puso voz a 'Rapsodia montañesa' que interpretó la Banda Municipal de Santander, dirigida por Vicente Pelechano. En los últimos años, Juan Antonio Prieto, trabaja en un proyecto tan ambicioso como original: la recuperación de libretos y partituras de antiguas zarzuelas de ambiente montañés o de autores de esta tierra. Se estima que hay no menos de 80. Como se ha podido ver en anteriores galas ya ha encontrado algunos libretos y varias partituras de zarzuelas que fueron estrenadas hace más de un siglo. Algunas sólo fueron interpretadas una sola vez y otras fueron más populares.

En esa búsqueda, en la que el presidente de Proa cuenta con el apoyo del maestro Vicent Pelechano y José Luis Ocejo, hallaron 'Rapsodia montañesa', la partitura de una bella composición que tiene como protagonista a muchos acordes del folclore de Cantabria. Su autor es Felipe Espino un gran músico salmantino que, durante algunos veranos, fue contratado para dirigir una pequeña orquesta que daba conciertos en las tardes estivales en el Casino de Santander. Una de esas tardes, la del 3 de agosto de 1903, estrenó esa rapsodia que ayer recuperaron los músicos de la banda, acompañados por el grupo Coros y Danzas de Santander y la narración de Julio Merino. La historia del compositor no es muy conocida en Cantabria pero su música ya forma parte también de esta gala en el que fue una de las actuaciones más corales y vistosas de la noche.

La Banda de Gaitas de Cantabria, también puso alegría en una edición en la que Marcos Bárcena hizo su particular homenaje a los raqueros de Puertochico, en uno de los dos temas que interpretó, y en el que Miguel Cadavieco volvió a mostrar que el rabel y el humor casan muy bien. «Es una maravilla que el folclore baje a la capital», aseguró el músico.

En esta Gala, Juan Antonio Prieto se dirigió por primera vez al público. «Si queremos ganar el presente y el futuro, tenemos que tener en cuenta nuestro pasado», aseguró.

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