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Xoel López cierra mañana su gira en el WiZink Center de Madrid Sergio Andrés
«A través de la música saco las cosas que me han hecho mal y las exorcizo»

Xoel López- Cantautor

«A través de la música saco las cosas que me han hecho mal y las exorcizo»

El músico gallego ha publicado su decimosexto disco, 'Caldo Espírito', que tendrá mañana su única fecha de presentación de este año en Madrid

Martes, 28 de noviembre 2023, 12:41

Haciendo honor a su origen gallego, Xoel López (A Coruña, 1977) está en un depende. Si mira un mes atrás, verá su nuevo disco 'Caldo espírito' (Esmerarte), el decimosexto, recién publicado. Si mira un día adelante, será el momento de subirse al escenario, en la única fecha de presentación del disco en este 2023, mañana en el WiZink Center de Madrid. Nuevas canciones, más crudas, más viscerales, pero igual de identificables con el sonido que ha conseguido registrar como propio.

- Tiene una unica fecha de presentación de su nuevo disco este año, mañana en Madrid. ¿Es una forma de abrir boca o de descansar?

- Un poco las dos cosas. Todo termina cuando empieza, porque coincide que tengo un par de meses de descanso justo tras este primer concierto. Hay algo contradictorio hasta en eso; 'Elevarte caer'.

-No puede ser más gallego

- Ya lo creo, parece patrocinado por la Junta. Pero el caso es que me lo propusieron hace medio año y calculando, pensé: hacemos el Wizink y dejo todo listo para volver.

–¿Qué tal lleva la parte de su trabajo que supone hablar de sus canciones?

–Me deja muy cansado, porque es un esfuerzo mental importante, pero también me ayuda a entender lo que hago y por qué. Me obliga a intelectualizar mi obra que es una cosa que si no, no haría y tiene su chicha. Es como hacer terapia de mi propia música.

–¿Hace este ejercicio a posteriori mientras habla con otras personas que empiezan a conocer esa obra?

–Sí. Y yo, realmente, a descubrirla desde el análisis. Es como si llevásemos a la obra y al artista a terapia. Como un psicoanálisis del disco preguntando; a ver, de qué habla esto. Yo ya lo conté en las canciones, pero llegan las preguntas sobre el significado. Explicar lo que hay detrás. Y es interesante. Yo mismo me descubro, me redescubro y aprendo.

«Compones para comunicarte; en una isla desierta no escribiría canciones»

–La terapia es difícil de aplicar porque aquí ya no puede haber cambios. Al menos en el disco como tal...

–(Ríe) Eso es verdad. No sería para un progreso o una mejoría, simplemente para un entendimiento y lo que eso te pueda dar.

- Ha hecho prácticas, porque por ejemplo, 'Fort Da' la presentó antes de su estreno, en un local, pidiendo a la gente que no la grabase. ¿Una forma de tanteo?

–Soy de los que afirma que compone para comunicarse. Es decir; no creo eso de que lo haces para ti y ya está. Lo haces para ti para con los demás. Tiene que ver con el hecho de que te lo dices a ti, pero con la excusa de contarlo. Si viviera en una isla desierta, no sé si tendría sentido componer canciones.

'Caldo espírito' es su decimosexto de estudio Sergio Albert

–Quizá se dedicaría a pescar peces.

–Más bien. Y haría otras cosas. Será un experimento que nunca va a pasar, pero habría que verlo. Supongo que lo hago en parte para tender un puente con mi mundo interior. Mi inconsciente y mi consciente, pero también en gran medida con el mundo que me rodea.

–En la forma de comunicarse en este disco, hay palabras duras: frustración, rabia, pena, resistencia, dolor... Una primera lectura resulta árida

–Es algo que he hecho mucho. Me sale sin pensar, pero si lo analizo, hay como una especie de compensación entre cierta crudeza de las palabras con un poco de música que te da un poco de vidilla, que te dice; es la vida, disfrútala porque es lo que hay. Pero es cierto que este disco me quedó especialmente crudo, en el sentido de visceral, porque es muy real. Habla de cosas que normalmente no se quieren ver o comentar, ni siquiera entender, porque vivimos en una sociedad que escapa mucho de cualquier conflicto, de cualquier sentimiento negativo. Yo, a través de la música, precisamente, me he centrado en sacar las cosas que me han generado conflicto, que me han hecho mal, me han hecho daño y las exorcizo de alguna manera. Uso la música de forma terapéutica. Han salido temas más escabrosos o más duros. Esta sociedad a veces peca de ñoña en ese sentido, incluso.

«Es cierto que este disco me quedó especialmente crudo, en el sentido de visceral, porque es muy real»

–La producción cuenta con gente nueva y gente que ya conocía. ¿Ha encontrado lo que buscaba con esa mezcla?

–No tengo una idea concreta, me gusta dejarme sorprender sobre la marcha, con unas líneas trazadas que creo que me van a llevar por buen camino. Luego hay alguna circunstancia, por ejemplo; sé que si me voy a grabar a una casa rural en el monte, pasan cosas distintas que si me voy a un estudio en Madrid y todo el mundo se tiene que marchar deprisa a las ocho. De base ya he creado algunos elementos que eran variables nuevos. Como estar en una aldea de cuatro casas sin tener nada más que hacer que centrarnos en las canciones, con poca cobertura, sin bares ni locales. Ese generó un ambiente de trabajo muy íntimo y muy intenso. También trabajamos varios días en mi casa, hipotequé el salón para avanzar y de ahí salieron las maquetas, que es un trabajo largo. Para escuchar, digerir. Se quedaron canciones fueras, algunas que iban a ser singles, incluso.

–¿Por el tiempo dedicado al proceso previo?

–Más bien porque han llegado canciones nuevas que, por lo que sea, se imponían y marcaban un poco lo nuevo. Una canción te encantaba y de pronto decías: no, fuera. Ocurrió con una que iba a ser single, pero no encontramos la producción y al final salió del disco. Y eso nos liberó mucho. Fue como decir: no hay ningún compromiso con nada. No es algo rígido, puedo cambiarlo tantas veces como quiera.

–¿Hace diez años se habría atrevido a quitar del disco una canción que apuntaba a single?

–Es una buena pregunta. Creo que no, que era más estricto, más rígido incluso con las ideas preconcebidas. Con los años y los discos me he ido aflojando y soy más flexible a lo que va ocurriendo sobre la marcha. También es algo que me da la seguridad de que sea lo que sea, no voy a dejar que no me guste al final.

«Con los años y los discos me he ido aflojando y soy más flexible a lo que va ocurriendo sobre la marcha»

- Una de las canciones las ha grabado con las cántabras Marina y Teresa Iniesta, de Repion, por un especie de cruce casual.

–Total. Conocí a Marina, que iba con Mikel Erentxun. Él me llamó hace un par de años, fui al estudio y ella estaba allí. Pasó el tiempo y vi en Instagram algo de su disco y me gustó mucho la canción 'Brillante'. Fue como un flechazo. Nosotros estábamos grabando 'Elevarte caer' y parecía que había algo un poco grunge, que tenía que ver con lo que escuchaba en Repion. Hablamos y se vino al estudio. Marina primero y después Teresa y grabamos dos baterías. Ese fue el experimento y la canción cambió, tomó otra dimensión. Abrieron el espectro emocional y ampliaron el universo con sus voces y esa segunda batería. Ganó, creció, floreció algo más.

- ¿Qué le diría a quienes consideran que la música es un trabajo ligero?

-No se sabe hasta que se dedica uno a esto lo duro que es y cuantos compañeros se bajan del carro. Hay una parte emocional muy dura en muchos sentidos. Una entrevista, simplemente, te puede dejar pensando en muchas cosas. Como todos los trabajos, vas haciendo callo con todas las partes. Es un trabajo muy de cara a la galería y eso tiene algunas consecuencias y tienes que lidiar con ellas.

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