El último paseo por El Sardinero de Los Carabelas

Ernesto formó el grupo con apenas 14 años y en aquel entonces se llamaban 'Los Piedras Blancas'. El nombre surgió de la manera más espontánea: «Ensayábamos en una casa de cantos rodados pintados de blanco», rememora el primer integrante del grupo. También tuvieron una temporada en la que se denominaron 'Los Bahía' antes de decantarse por el que sería su nombre definitivo durante más de medio siglo: Los Carabelas. Con él han recorrido el mundo, desde México hasta Turquía, llevando Santander y Cantabria por bandera. Con canciones como 'San Vicente de La Barquera', 'Santoña La Marinera' o 'Virgen del Mar'. «Tenemos más de 200 canciones y la mayoría están dedicadas a esta tierra. Sus ríos, sus montes...», cuenta Cholo Mariño, que se incorporó a la formación hace casi dos décadas. Antes de su llegada, otros dos miembros, Enrique y Julio, abandonaron el grupo. «No hemos parado nunca hasta que nos obligó el covid. Aunque tuvimos que dejar de tocar una temporada, en cuanto pudimos volvimos a ensayar al estudio de grabación», apunta Gonzalo González, que se unió a Los Carabelas hace 9 años, tras el fallecimiento de Víctor Blanco. «El único momento amargo de nuestra carrera», coinciden.

Tienen cifras de récord. Además de llevar más de medio siglo sobre los escenarios, han publicado 52 discos, han compuesto más de 200 canciones y han actuado en 43 ocasiones en el auditorio de El Sardinero. Y todo son buenos recuerdos: «Recorrimos medio mundo con la cadena hotelera Hilton», recuerda Ernesto. Y en una de esas, se fotografiaron ni más ni menos que con los astronautas Neil Armstrong y Edwin F. Aldrin. «Y no les acompañaron a la Luna porque tenían conciertos, que si no...», bromea Gonzalo.

La decisión de retirarse ha sido muy meditada. Nunca encontraban el momento, ya que sobre los escenarios es donde más disfrutan. Pero tienen clara una cosa. Quieren retirarse «en la cumbre». «Queremos dejarlo mientras estemos bien. Además, es importante que Ernesto esté hasta el final porque es el fundador y la razón por la que Gonzalo y yo formamos parte del grupo», explica Cholo, que además ha tenido un pequeño problema auditivo que no quiere que llegue a afectar a los conciertos.

Aunque han tenido una carrera llena de reconocimientos, como darle nombre al Auditórium de El Sardinero, les queda una espinita clavada: tener una estrella en el Paseo de Tetuán. «Llegamos a hablarlo, pero nunca se hizo», lamenta Cholo. La pandemia irrumpió al poco tiempo de la proposición y, como con todo lo demás, lo paralizó. «Nos haría mucha ilusión ese reconocimiento».

Aunque la cita del viernes será la última sobre los escenarios, este no será el último proyecto de Los Carabelas. Están preparando un libro que recopilará los grandes momentos de su carrera y que tendrá «más de 700 páginas», por lo que prevén que se edite en dos volúmenes. Aunque su intención era presentarlo este mismo viernes, el desabastecimiento de papel les ha impedido tenerlo a tiempo. «Nos dicen que ahora mismo no hay disponibilidad para imprimirlo, así que tenemos que esperar», cuenta Cholo. Pero, como no hay mal que por bien no venga, ahora están a tiempo de incluir imágenes de este último concierto en El Sardinero. Por si fuera poco, este amplio volumen incluirá también un disco con las canciones más emblemáticas del popular trío.