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Gisme, Coque Fernández, Santi Urruela y Martín Aparicio forman Ultraligera Juan Pérez Fajardo
Ultraligera: «Desde el primer momento, supimos que habíamos tocado la tecla adecuada»

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Músico
Ultraligera: «Desde el primer momento, supimos que habíamos tocado la tecla adecuada»

Hace semanas que agotaron las entradas para su concierto de este jueves en la Sala Niágara, donde presentarán su disco 'Pelo de foca'

Miércoles, 26 de marzo 2025

Tienen una estética a lo Måneskin, un vocalista que capta todas las miradas y un sonido crudo que no para de sumar fanáticos. Ultraligera son uno de los grupos de moda, y la sensación es que la sala Niágara de Santander se les ha quedado muy pequeña: las entradas para su concierto de este jueves (21.30 horas) se agotaron hace meses. Hablamos con su vocalista, Javier Gismero, Gisme.

- Han pasado sólo unos meses desde su último paso por Cantabria, pero la sensación es que todo ha crecido a un ritmo vertiginoso, ¿cómo lo están viviendo?

- Lo que nos está pasando es increíble: llevamos semanas recibiendo mensajes de gente pidiéndonos entradas para Santander, pero, por desgracia, no podemos hacer nada. Tengo muchas ganas de volver a tocar en Cantabria, un lugar al que le tengo un cariño especial.

- ¡Qué bueno! ¿Tiene alguna conexión personal con esta comunidad?

- Las primeras canciones que compuse nacieron en Prío, un pequeño pueblo pegado a Asturias, que es mi refugio de tranquilidad. En momentos de ansiedad, cuando llevo cuatro o cinco días de gira, entre conciertos, largos trayectos en furgoneta y noches en hoteles, mi cabeza siempre regresa a Cantabria, a sus acantilados, a sus playas, a todas las vivencias que he tenido allí y que, con el tiempo, se han convertido en canciones de Ultraligera.

- 'El pueblo', uno de los temas de su primer disco, 'Pelo de foca', que salió publicado hace un par de semanas, tiene mucho que ver con esto que describe, ¿verdad?

- Tiene mucho que ver con mis padres, con mis abuelos y con esos momentos de mi infancia en Prío, cuando estaba de vacaciones y no tenía preocupaciones. La canción habla un poco de cómo a veces, entre conciertos, en momentos duros, tengo que cerrar los ojos, recordar esos momentos felices de mi vida y decirme a mí mismo que todo está bien, que siempre puedo volver allí, pero que por ahora lo que toca es darlo todo sobre un escenario.

- Lo cierto es que aún no habían publicado su primer álbum y su gira ya era un éxito rotundo.

- Originalmente, montamos un 'tour' de conciertos modesto, que para nosotros ya era un sueño, pero tuvimos que ir añadiendo fechas sin parar, porque las entradas volaban. Una de las cosas más bonitas de todo esto es que estamos volviendo a lugares en los que en algún momento fuimos felices, como Cantabria, pero en los que de repente hay mucha gente esperándonos, dispuesta a escuchar nuestro mensaje. Llenar la sala La Riviera de Madrid en menos de dos horas fue una locura, porque es un sitio simbólico, en el que muchas bandas se consagran, pero me fascina aún más que la gente pague una entrada para venir a vernos un jueves en Santander.

- Acaban de publicar su primer trabajo, tienen una larga gira por delante e incluso han anunciado un segundo concierto en La Riviera, ¿ya se han puesto alguna nueva meta?

- Ya están surgiendo las chispas del que será nuestro segundo disco, pero, por ahora, lo que nos toca es seguir defendiendo el primero sobre los escenarios. Somos una banda que vive por y para los escenarios: nos encanta grabar, nos encanta hacer cosas en el estudio, pero donde realmente nos gusta estar es encima de un escenario, donde las canciones cobran vida, donde vemos a la gente gritar y donde conectamos con la comunidad que se está construyendo en torno a Ultraligera. Nos fascina la ilusión de la gente por formar parte de nuestros 'shows', que para nosotros son casi rituales, en los que nos divertimos, pero también liberamos todas nuestras emociones.

- ¿Cuál creen que ha sido el factor decisivo para que el grupo haya conseguido conectar con tanta gente?

- Desde un primer momento, supimos que habíamos tocado la tecla correcta, esa que nos podía permitir vivir de esto. La clave está en la autenticidad: no somos una banda que se enfoque en movidas burocráticas ni que esté pensando todo el rato en qué puede funcionar mejor. Creo que simplemente somos un grupo de chavales con mucha energía y un punto entre gamberro y canalla que hacen canciones crudas y sinceras.

- Cuando habla de que sus temas son crudos, ¿a qué se refiere exactamente?

- Ahora mismo, en la industria, hay una tendencia hacia sonidos más amables, y nosotros intentamos alejarnos de eso con distorsión, gritos y voces más agudas, porque creemos que es la mejor manera de transmitir las emociones que queremos plasmar en nuestra música. Nuestro primer disco, 'Pelo de foca', está lleno de contrastes, porque tiene canciones como 'Mírame', donde casi susurramos, y temas como 'Me miras mal', en los que lo que nos salía era gritar para expresar lo que queríamos decir.

- ¿Cómo logran mantener una homogeneidad en su música a pesar de los contrastes que dice que tienen?

- Todas nuestras influencias son muy 'rockeras', muy 'grunge', pero también tenemos cosas que tienen tintes más comerciales. Eso sí, nuestra intención siempre es despertar emociones, despertar la conciencia de la gente. Y para eso hace falta una intensidad, que podemos transmitir de muchas maneras: con guitarras distorsionadas y baterías potentes, con gritos y voces más agudas o con letras de una crudeza absoluta. Por ejemplo, 'La basura' es una canción que tiene un sonido muy amable, muy pop-rock, pero su letra habla de alguien que se está haciendo daño a sí mismo y a otra persona, incapaz de soltar sus adicciones y su relación.

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