El verano pasa de bolo en bolo

De Noja a Vega de Liébana pasando por Puente Arce, Santander y Hoz de Anero, entre otras muchas localidades. Los músicos David, Guti y Nelson, componentes de la banda Music Time Machine, han recorrido este verano Cantabria de este a oeste sin descanso. «Agosto es el empujón del año para los grupos de música. Hemos tenido 24 bolos este mes, son muchos», valora el cantante del grupo, David Fernández, respecto a años atrás.

El turismo que ha ido ganando la región cada verano también repercute en el número de contrataciones de artistas que animan hoteles, eventos privados y verbenas populares para sus clientes nacionales e internacionales y las agendas de los músicos cántabros se completan, «incluso doblando el mismo día», aseguran.

«La música en vivo depende en gran medida de la participación del público. Como los futbolistas, que dan más y corren más cuando la afición les anima. Con los conciertos pasa lo mismo, te llenas de confianza cuando la gente participa y te entregas más», afirman desde banda de pop rock cuyos temas por excelencia son 'Smells like teen spirits', de Nirvana, o la que más les piden, 'No puedo vivir sin ti', de Coque Malla.

A raíz de la pandemia, las orquestas sufrieron un duro varapalo, algunas se desintegraron, y sus músicos tuvieron que reinventarse. «Nuestra orquesta se fue a pique y durante el confinamiento empezamos a salir al balcón para animar a los vecinos. Carol, con su voz, y yo con el cajón», explica Javi Peña. De esta forma surgió su dúo con Carol Delgado, que no ha parado de cerrar fechas en verano, mientras que en invierno «baja un poco más el pistón y lo compaginamos con nuestros respectivos trabajos».

Lo que más les gusta del verano es la variedad de sitios donde tocar: hoteles, chiringuitos con vistas al mar, terrazas de restaurantes… El dúo se ha especializado en «música para todo el mundo, rancheras, merengue, bachata, salsa, reggaetón y el pasodoble se baila mogollón», aseguran. «Lo importante es que nadie se aburra y que todo el público participe», resaltan.

El conocido rabelista y trovador cántabro Miguel Cadavieco califica el verano de «excelente» tanto en Cantabria como en el resto del territorio. «Recorro sin parar fiestas, hoteles... El folclore está más vivo que nunca y a la gente le enganchan las coplillas improvisadas jocosas sobre temas cotidianos», expresa sobre la que es una de sus principales señas de identidad.

Memi es la vocalista del dúo Konstanza y Andrés se encarga de la guitarra y de los coros. Su especialidad son las versiones en acústico personalizadas. «Son temas conocidos de pop, rock, rumbas, a los que le damos una vuelta, nuestro toque personal». Tienen un repertorio desde los años 70 a la actualidad, también en inglés. El pasado agosto no han parado de martes a sábado. «Ha habido el doble de movimiento que otros años», reconocen. «El verano es el punto álgido de los músicos, pero el otoño flojea y de enero a Semana Santa es la etapa más dura para sobrevivir», exponen.

Rosana Garín, de Musical Show, canta pop, rock y soul. «Mi objetivo es que la gente disfrute, desconecte ese rato y sea un poco más feliz», destaca la vocalista, que también forma parte del cuarteto de jazz Four Roses, hace de disc-jockey y está apunto de estrenar un tributo a Luz Casal. «El verano en Cantabria es la mejor época. Hemos hecho más de veinte bolos, que está muy bien, pero en invierno se queda más parado», señala.

Otro artista que no para en verano es el incombustible Julio de Las Fraguas, que va de fiesta en romería, amenizando con su canción tradicional. «Es mi mes fuerte del año, cuando aprovecho bien el tirón y las ganas del público de salir a la calle y no volver pronto a casa».

• Temas
• Cantabria
• España
• Música
• Música Indie
• Música folk
• Verano
• Turismo en Cantabria
• Fiestas en Cantabria