Víctor Manuel y Café Quijano cierran el XX aniversario de los Caprichos Musicales

Tras Brothers in Arms con su homenaje a Dire Straits, Los Secretos, el flamenco de Diego 'El Cigala', las dos noches de Ara Malikian y su visión de los clásicos y la canción a la vieja usanza de El Kanka, esta noche (22.00 horas) será Víctor Manuel quien ponga la banda sonora a la penúltim cita del ciclo. Y será una banda sonora que viajará al pasado, pues el asturiano celebra sus 75 años con una gira especial en la que recupera muchos de los éxitos que le han permitido fraguarse un espacio propio dentro de la tradición musical nacional.

'La vida en canciones (el escenario lo cura todo)' es el título que ha puesto a este tour, que recala en Cantabria por tercera vez en los últimos meses (pasó por el Palacio de Festivales y el Teatro Municipal Concha Espina), toma su nombre de un verso de 'No seré nunca juguete roto' canción que Ana Belén y Víctor Manuel cantaron en 'Para la ternura siempre hay tiempo' (1986).

Que el público haga suyas las canciones es para el cantautor «lo máximo». «Incluso -añade- que desaparezcas como autor, la gente las incorpore y las sienta como suyas. Ya me ha pasado con varias canciones en diferentes países». Y es que en siete décadas de vida ligada a la música, anécdotas hay para llenar un libro. En cuanto a los temas, el público podrá escuchar hoy de 'El hijo del ferroviario' a 'Como voy a olvidarme', 'Adonde irán los besos' 'Nada nuevo bajo el sol' o 'Tu boca una nube blanca', entre otras.

Las entradas están a la venta en la web del ciclo (www.caprichosmusicales.es) con precios que van de los 50 a los 65 euros dependiendo de la zona donde se escojan los asientos.

Menos años que Víctor Manuel, pero también un buen puñado de experiencias han sumado Manolo, Óscar y Raúl Quijano; Café Quijano, en 23 años de trayectoria y que serán los encargados de clausurar mañana los Caprichos.

Los leoneses saltaron a la fama en los albores del nuevo milenio con 'La Lola', logrando en el año 2000 ser el primer grupo español nominado a un Grammy americano. Aquella canción, incluida en el disco 'La extraordinaria paradoja del Sonido Quijano' les sirvió como carta de presentación ante el mundo, como representantes de un sonido que mezclaba la cadencia tradicional del bolero, el tex mex o la música cubana con el pop rock.

Consideran que las canciones «son como pequeños cortometrajes en los que describimos personas, lugares o momentos». Uno de esos momentos reseñables se produjo en Manhattan, lugar que da título a su disco más reciente, publicado en marzo del 2022. Aquella velada merecía ser plasmada en forma de canción. «Fue una noche con un amigo pintor español que reside en Nueva York. Salimos a cenar y nos llevó a un sitio muy neoyorkino, poco turístico, que nos llamó mucho la atención. Un lugar circense donde había gente de todo tipo, desde yuppies de Wall Street hasta gente disfrazada. Todo muy dispar y transgresor. Nos pareció digno de ser inmortalizado».Y con ese último trabajo como referencia más cercana, continúan su interminable gira vital, a pesar de estar separados por un océano (Manuel reside en Estados Unidos), con la misma entrega y «sin haber podido imaginar ni en sueños todo lo que nos ha pasado». Las entradas para su concierto están a la venta con un precio de 45 a 60 euros.