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Concentración en defensa del sector musical en Madrid. SanSan
Vuelve a sonreír la industria musical, pero… ¿de esta salimos mejores?

Vuelve a sonreír la industria musical, pero… ¿de esta salimos mejores?

Artistas técnicos y asociaciones del sector valoran para DMúsica si este año y medio de Parón pandémico ha servido para mejorar problemas estructurales

Domingo, 31 de octubre 2021

Vuelven los conciertos de pie, vuelven los grandes festivales como el SanSan de este fin de semana y vuelve la alegría de anunciar «entradas agotadas» en las salas de música. Vuelve la borrachera de lanzamientos discográficos y la otra, la que te hace pasar con resaca todo el día siguiente (dos días, según la edad).

Pero, al margen del «culo carpeta» por tantas horas en sillas de plástico… ¿qué resaca deja en la industria musical este largo, este eterno año y medio de parón pandémico? Parafraseando a lo que tanto se decía durante el gran confinamiento de 2020… ¿de esta salimos mejores? DMÚSICA ha querido conocer la visión de artistas, técnicos, productores y asociaciones como MIM (Mujeres de la Industria de la Música) o ES Música (Federación de la Música en España).

Y, al igual que a la música le ha costado un mundo y una pandemia unirse en ciertos aspectos, también cuesta extraer conclusiones comunes entre las voces aquí recogidas. Porque oscilan entre el «sí se han conseguido muchas cosas» de Kin Martínez, presidente de la Federación de la Música de España, al «¿Algo ha mejorado? No tenemos esa percepción», que señala tajante Carmen Zapata, presidenta de MIM. Uno pone el foco en la legislación que ha de llegar. Desde MIM, en que algunos de los problemas frente a los que luchan «se resolverían con aplicar la Ley de Igualdad de 2007».

El primer paso: más unión y mejor marco legal

Revisando las valoraciones, sí que surgen nexos comunes. Como que aún queda mucho camino por recorrer para que la música resuelva sus carencias históricas y que la unión es necesaria para lograrlo. Con 130.000 asociados, Es Música lidera esta batalla/diálogo con las instituciones y con el propio sector. «Sería terrible pensar que ya está y encontrarnos de nuevo con otra crisis próxima. Por mucho que estemos regresando, todavía hay mucha gente en esta industria que lo está pasando muy mal y que necesita tiempo», analiza Kin Martínez, con quien arrancábamos el año AQUÍ haciendo cábalas de si volverían los conciertos de antes. Ahora que regresan, alerta contra esa euforia que provoca desmemoria.

«Hay que ser coherentes y no cesar hasta conseguir lo que necesitamos. Aplaudo la decisión del bono cultural y de la campaña de promoción de la cultura. Pero debemos concretar medidas estructurales de protección de la música y avanzar en unificación de criterios y de marco legal con el Pacto de la Música de España. El nuevo marco legal debe englobar no sólo al artista, sino al resto de los trabajadores de la industria cultural». Financiación, Competitividad, Marco Normativo, Internacionalización y Comunicación son los grandes ejes que se quieren trabajar.

Concierto de Amaral. SANSAN

Ahora se ve un futuro. Pero, en lo más negro de la tormenta, Alerta Roja fue el movimiento que aglutinó la voz de la música y de los espectáculos en vivo. Para el recuerdo queda aquella histórica movilización del 17S de 2020. «Ahí Cultura debió decir 'la madre que me parió, la que me están liando estos', y por eso nos recibió», bromea Cyril Devaux, uno de los principales impulsores de Alerta Roja desde la presidencia de Apporte (Asociación de Profesionales de la Producción, Organización y Realización Técnica del Espectáculo en Vivo).

La presión de aquellas manifestaciones obtuvo resultados, como que se empezaran a permitir conciertos bajo medidas de seguridad, se crearan nuevas líneas de ayudas autonómicas y estatales para paliar aquellos meses dramáticos y, más intangible pero no menos importante, un mayor conocimiento de la sociedad y de las instituciones sobre el marco legal y laboral que precisa la industria musical.

Más respeto y mejores condiciones para los trabajadores

¿Y qué ha sido de Alerta Roja? «No, ya no se mantiene esa unidad de acción, pero sí ha quedado un espíritu y creo que ha cambiado la mentalidad de muchas personas en este negocio. Con más respeto hacia el resto de integrantes de la cadena. Por ejemplo, no se daba importancia a las condiciones del personal de carga y descarga y ahora quiero creer que los promotores lo van a tener más en cuenta. No nos podemos pegar esas palizas por esos sueldos. La industria necesita una reestructuración en este ámbito», señala Cyril Devaux, que lleva más de una década como responsable de las giras de Vetusta Morla y también las últimas de Enrique Bunbury.

Cyril señala a otros que tienen que mejorar. «Cada vez que hay un cambio de ministro, toca volver a empezar. Y creemos hasta que es una estrategia. Eso y pasarse la bola entre ministerios de Trabajo, Hacienda, Cultura… aunque sí voy a romper una lanza a favor de Yolanda Díaz. Ha sido la única que se ha preocupado y que realmente entendía algo de todo esto. Una tía que escucha y con un equipo potente y preparado».

Concierto de Vestusta Morla. SANSAN

Llegan el Foro Mercartes y el Congreso de MIM

Los últimos avances en lograrse han sido el reconocimiento por ley de la Cultura como un bien básico y de primera necesidad, la puesta en marcha de una campaña de fomento del consumo de cultura española, la mejora de las líneas de financiación de CREA SGR y la ampliación del derecho a la prestación extraordinaria por cese de actividad para trabajadores autónomos del sector cultural hasta el 31 de diciembre.

Desde Alerta Roja confían en que nuevos espacios como Es Música o la Mesa Mercartes, cuyo Foro se celebra el próximo 2 de diciembre, rematen la labor iniciada por aquel grito del 17S y mejoren de manera clara las condiciones laborales y el marco administrativo e industrial que rige la música.

Otra cita inminente es el primer congreso de Mujeres de la Industria de la Música. El próximo 12 y 13 de noviembre tendrá lugar en Madrid 'La ola que no cesa', reunión organizada por MIM. Su presidenta es clara: «No hemos salido mejores de casi nada, pero sí hemos percibido con más crudeza las carencias y desigualdades de nuestro sector. Para nosotras, este primer congreso es una oportunidad de compartir conocimiento y experiencias», comenta a DMÚSICA Carmen Zapata, presidenta de MIM.

Estos dos últimos años, la aparición y ascenso de artistas femeninas ha sido un hecho evidente. «Además del incuestionable talento de tantas y tantas artistas, probablemente sea porque las mujeres tienen más experiencia en sobrevivir a la precariedad, son versátiles y unas genias de la adaptación», elogia la presidenta de MIM, que además es gerente de la Asociación de Salas de Conciertos de Cataluña. Problemas como el machismo al programar o los que sufren las salas no parecen estar hoy mucho más cerca de resolverse que antes de la pandemia.

Así lo ven artistas como Le Voyeur y Moito!

Las salas son cruciales para el comienzo y desarrollo de la carrera de los artistas. Los gallegos Moito! son uno de esos grupos que llevan años peleándolo y que, después de tres EP, quieren dar un salto importante en 2022 lanzando su primer larga duración. «Entiendo que cada uno ha sufrido la pandemia a su manera y con sus números. Pero, si lo extrapolo al mundo empresarial, aunque puede que Amancio Ortega haya palmado pasta, estoy seguro de que para la «Mercería de Paquita» ha sido la ruina. Yo estoy con las «Paquitas» de la música», señala Felipe Castro, compositor , guitarra y voz en Moito!

Concentración para protestar por la mala situación que vive el sector musical en España. SANSAN

No se suele morder la lengua en Twitter y tampoco lo hace cuando le pedimos que señale los principales problemas a su juicio que viven los artistas españoles. «La ausencia de claridad: es un mundo lleno de eufemismos y medias verdades. Digamos que a veces la industria olvida los modales y eso termina por desgastar emocionalmente».

«También la falta de visibilidad de TODO el tejido cultural musical y no sólo de las pocas bandas que alcanzan el top. Me da la sensación de que la inmensa mayoría de la gente (incluidos nuestros políticos) no entiende la música como una profesión «real». Entre otras cosas, porque nos hemos encargado de vender una versión del éxito más cercana a la divinidad que a la realidad. Esto va de currar duro y hay mucha gente sudando…si empezamos a mostrar la inmensa cantidad de gente que conforma 'lo de la música' tal vez cambie esa percepción social».

En esto último coincide Miguel Marcos, conocido como Le Voyeur, quien este 6 de noviembre celebra su X aniversario de carrera en el Teatro Lara de Madrid. A esa década de proyecto con Le Voyeur suma que también es periodista colaborador de medios de prestigio y dueño del sello Error 404 Records. «El primer mal endémico para la cultura en España tiene que ver con la educación. No hay cultura que se sostenga sin educación, sin poner nuevas herramientas en las nuevas generaciones. Enseñarles a escuchar música, enseñarles a amar la música y la cultura. Enseñarles a tocar instrumentos y dejar ya la flautita y la pandereta. Por mi parte, conozco a fondo el mundo del equilibrista musical y poder vivir (y bien) de lo que te gusta es el verdadero éxito. En este momento, por ejemplo, si has sido capaz de adaptarte y de mutar hacia lo digital en este nuevo paradigma llamado «nueva normalidad», habrás sobrevivido, en caso contrario plantéate unas oposiciones». 

El streaming y los «repartidores de flyers»

En positivo, Felipe Castro (Moito!) destaca la mayor calma que este tiempo ha brindado para poder crear música. «Eso es bueno porque la industria (y nosotros colaboramos) está totalmente acelerada, en especial el sector emergente, en el que tienes la sensación de que, si desapareces un tiempo, lo pierdes todo. Tenemos la ansiedad del repartidor de flyers. Así que creo que para muchas bandas el haber podido tomar aire será positivo y seguro que pronto escucharemos buenos discos emergentes».

Le Voyeur considera que las redes sociales «han generado grandes posibilidades para descubrir a grandes talentos que no verían la luz jamás. La parte negativa de todo esto, tiene que ver con que el filtro ahora se pone en lo cuantitativo y cada vez menos en lo cualitativo. Y el gran problema cristaliza cuando las redes se convierten en el espejo de la bruja de Blancanieves».

El presidente de la Federación de Música de España coincide de pleno con los artistas. «La crisis de la música con su difusión es un problema actual, terrible y dramático. Vivimos un bloqueo absoluto con esas grandes plataformas en las que, si no estás ahí, bien posicionado, no existes. Me llegan todos los días artistas que me preguntan ¿cómo lo hago? Y les digo «no lo sé». ¿Esto va de crear música o de tener seguidores? Esto hay que abordarlo. Porque lo de 'si quieres ganar más dinero, sube más canciones' a mí no me convence.

A lo mejor hay que parar ciertos modelos actuales. Hubo muchos modelos antes y los habrá después. A lo mejor hay que empezar a trabajar en nuestra propia plataforma de streaming a nivel nacional, por sugerir una idea. Si en este regreso no sabemos manejar bien los asuntos pendientes, los diferenciales entre pequeños y grandes, entre gente vocacional y pymes y grandes corporaciones de la música, pues se van a agrandar aún más. No quiero ser pesimista pero sí realista y hay que señalar las amenazas que tenemos», comenta a DMÚSICA Kin Martínez.

Uno ve bastante difícil lograr que corporaciones como Apple, Google o Spotify accedan a un cambio sustancial de condiciones sin una fuerte unidad que históricamente ha brillado por su ausencia en un gremio como el de los artistas, repleto de egos, individualidades y, por qué no decirlo, de envidias mutuas.

La histórica desunión de los músicos

«Cuando las reivindicaciones de Alerta Roja, sí que se escucharon voces críticas de que los músicos tenían que haber liderado más este movimiento… pero es que los propios artistas también carecen de una voz y de espíritu común. Eso tampoco ha mejorado con la pandemia», admite el presidente de Es Música y mánager de artistas tan relevantes como Xoel López.

«Sin unión, no hay presión. No tengo ni idea de si la solución está en los sindicatos o en asociarse o en hacer un pacto de sangre…pero está claro que sin unión es imposible conseguir nada y debemos abandonar el ombliguismo cuanto antes. Por desgracia, veo difícil que todo esto suceda…creo que la crisis COVID acentuará aún más la carrera de ratas. Toca correr», admite Felipe Castro desde Moito!

Es significativo que tres de los cinco entrevistados recurren al mismo símil. «La carrera de la industria mundial se va a reanudar y aún estamos a vuelta perdida. Se van a apagar las luces, el safety car se va a ir y no podemos quedarnos atrás», advierte Kin Martínez, mientras que Cyril Devaux tiene la sensación de que «la máquina está empezando a coger velocidad sobre el raíl y va a pegar un tirón hacia adelante muy fuerte en 2022. Porque todos en mi entorno tenemos deudas y necesitamos reactivarnos, trabajar e ingresar. Pero eso sí, no olvidemos todo lo vivido y tratemos de seguir mejorando cosas».

¿Conseguirán la industria y quienes la forman no olvidarse de sus problemas pendientes mientras el dinero y las giras vuelven a fluir? Esperemos que no sea como los que en plena resaca entonamos aquello de «no vuelvo a beber jamás» pero, una vez que la superamos y estamos de nuevo de fiesta, somos los primeros en pedir nueva ronda de chupitos.

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