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Campeonato regional celebrado en la bahía de Santander. Vídeo Héctor Díaz.
DSurf

«La bahía de Santander es una puerta de entrada privilegiada para el wingfoil»

El acceso desde la playa de Los Peligros permite navegar con todo tipo de vientos en este híbrido entre el windsurf y el kite

Martes, 22 de octubre 2024, 17:33

«Practicar el wingfoil es parecido a volar y bailar. Al ir elevado y no golpear el agua, generas una espectacular conexión con el medio y sientes grandes dosis de adrenalina», explica el regatista santanderino Emilio Durán Apraiz, que navega a diario en esta modalidad. Durán, al igual que muchos deportistas, accede a la bahía de Santander desde la rampa de la playa de Los Peligros y La Fenómeno, que considera «una puerta de entrada privilegiada» para esta modalidad.

Desde la Playa de Los Peligros inician excursiones de 'downwing' rumbo a Liencres, Laredo y Ajo o a Somo quienes practican el windfoil con olas.

Con respecto al proyecto del nuevo Paseo de Gamazo, han surgido voces críticas por parte de los regatistas que sienten que la peatonalización de la zona «podría expulsarnos del lugar», lamentó Durán.

«Pedimos al Ayuntamiento de Santander que nos tenga en cuenta a la hora de actuar en este entorno, que sin duda va a mejorar la zona, pero que podría acabar con las prácticas deportivas», añadió.

Una gran masa de deportistas de Francia, Inglaterra y comunidades vecinas se acercan hasta Santander para practicar el wingfoil, ya que la bahía es un lugar privilegiado para esta modalidad.

«Esta zona la utilizamos tanto nosotros y otros deportistas como nadadores, piragüistas, SUP ... etc. Es un punto realmente cómodo para acceder porque desde aquí podemos navegar con todos los tipos de viento. Esperamos que nos tengan en cuenta y nos dejen espacio para montar y desmontar, poder entrar con nuestros coches y dejar el vehículo estacionado el tiempo que estamos practicando», explicó Durán.

A pesar de que al observar este deporte parece una actividad muy aparatosa, quienes lo practican aseguran que «es apto para cualquiera». Cada vez más gente se suma a la experiencia de «volar y bailar» sobre el agua, desde regatistas profesionales de la vela a surfistas, gente joven o jubilados que parten de cero y comienzan una nueva etapa repleta de sensaciones y grandes dosis de adrenalina.

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