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La surfista olímpica Nadia Erostarbe (2000, Zarauz) dejó muy alto el nivel del surf español con su sexta posición en los Juegos Olímpicos de París y con unas actuaciones sobresalientes en los tubos de Teahupo'o, Tahití. Solo un día después de terminar la aventura olímpica, la deportista volaba hacia los Ángeles, California, para participar en el WSL Challenger Series, donde se situó en el top 5 del ranking; y anteriormente, cuarta en el Mundial de Puerto Rico. Es habitual de las playas de Cantabria y las olas de Liencres le han visto hacerse una profesional en un deporte donde las mujeres cada año se superan en el circuito mundial, que desde hace cuatro años está unificado con el de los hombres.
–¿Está satisfecha con el resultado obtenido en los Juegos Olímpicos?
–Estoy muy contenta con el sexto puesto alcanzado. Obviamente, cuando estás allí quieres pasar la semifinal y luchar por conseguir una medalla. Aunque si al principio del año me dicen lo que iba a lograr no me lo hubiera creído.
–¿Cuál considera que fue su mejor actuación en los JJ OO?
–El primer día de competición, aunque estaba muy nerviosa. Fue el día que tuvimos las mejores olas justo para mi manga, el mar estaba precioso. Hice tubos largos y me dieron 8 puntos sobre 10, fue un resultado muy bueno. Los días siguientes las condiciones fueron a peor, se metió viento malo, bajó el mar y ya no tuvimos las famosas olas tubo de esa playa. Hubo giros y 'reentry'. Mi última prueba, en la primera manga la hice muy bien, pero la segunda, aunque estuve muy cerca de mi rival, no encontré las buenas olas ni conseguí acabar las maniobras.
–¿Cuál ha sido su mayor aprendizaje en los JJ OO?
–He mejorado mucho como surfista con esa parte de hacer tubos, que es muy importante en el surf. A nivel personal, vuelvo creyendo más en mí misma, ya que he estado compitiendo con las mejores del mundo y he visto que tengo surfing suficiente para estar ahí y poder lograr buenos resultados. No me veo mucho peor que la que ha ganado, así que ojalá lo haga mejor las próximas veces.
–¿Qué características tiene la ola de Teahupo'o, Tahití?
–Es una ola muy especial que hace tubo y a la que no estamos muy acostumbrados. Es un túnel por el que vas navegando hasta salir y esto puntúa mucho allí. Tuvimos que hacer un gran esfuerzo para prepararnos para este tipo de ola y mejorar como surfistas. Para aclimatarnos hice dos viajes al terreno previos, de dos semanas y de diez días. Tuve tiempo para aclimatarme, pero no todo el que me hubiera gustado.
–¿Cómo se enfrentó al reto de surfear las olas más peligrosas del mundo?
–Teahupo' me daba miedo porque es una ola con mucha fuerza y además cubre muy poco, con un suelo de arrecife, que se ve perfectamente porque el agua es muy clara. Es fácil hacerse un corte o peor... En las olimpiadas hay mucha seguridad, con motos de agua que enseguida te rescatan. Pero antes del campeonato tuve un par de días de bastante miedo porque era peligroso. El labio de la ola es muy gordo e impresiona mucho, cuando estás remando ves todo el arrecife. Tuve la suerte de ir con el surfista Aritz Aranburu, que me empujaba un poco y me enseñó trucos. Tuve un par de 'wipeouts' o caídas fuertes, pero no me pasó nada.
–¿En qué momento está el surf femenino?
–Está en su nivel más alto y va a más. Este año, en el circuito mundial, las mujeres están a un nivel tan alto que han ganado muchos protagonismo, incluso más que los chicos. Ha sido increíble. Hasta hace dos años, chicos y chicas tenían un circuito diferente. Los chicos, con mejores olas que las chicas. En 2020 las cosas cambiaron y aprobó el mismo circuito para todos. Al principio se decía: 'Las chicas no tendrán nivel para esas olas ni la potencia', pero la realidad era que nunca se les había exigido tanto y no habían entrnado para ello. Cuando lo han hecho, en solo cuatro años han dado un salto y lo han hecho mejor o igual que los chicos en muchos campeonatos.
–¿Hay buena cantera en Cantabria de surf femenino?
–España está ahora mismo en su mejor momento con chicas muy buenas, dos nos clasificamos para las olimpiadas. En Canarias hay surfistas muy potentes o también en País Vasco. En Cantabria no hay tanta cantera y creo que, en parte, es porque no se hace tanta piña; quizás como las playas son esparcidas... y al no estar juntos. Pero la realidad es que cuanto mejores surf veas de cerca, mejor surf vas a hacer. Esto funciona así. Hacer piña mejoraría el nivel de la región.
–Después de los JJ OO, ¿hizo un parón para descansar?
–El día después de las olimpiadas me cogí un vuelo de Tahití a Los Ángeles, California, para participar en el Challenger Series, en Huntington Beach, donde quedé en cuarto puesto. No había ido con muchas expectativas porque había puesto todo mi foco en los JJ OO, pero me he colocado en el quinto puesto del ranking. Ahora queda Portugal y Brasil.
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