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La luz, su alza de precios, nos sigue dando sustos cada día con unas subidas que hacen que muchas familias tengan problemas para pagar la ... factura. A esto se une la subida del gas y, todo ello, en pleno invierno. Las ayudas a las familias con menos recursos son una manera de paliar una complicada situación que no parece que vaya a solucionarse en el corto plazo. En esta línea, la Consejería de Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio ha gestionado la entrega de 805.925 euros a 12.044 beneficiarios de Cantabria por medio del bono social térmico correspondiente al programa de 2021.
Este bono constituye una ayuda que intenta aliviar el incremento de la factura energética en los hogares más vulnerables, especialmente en los meses de invierno con los gastos de la calefacción, agua caliente y el uso de la cocina. En 2020 fueron 10.183 las familias beneficiadas que recibieron un total de 682.000 euros.
El consejero de Industria, Javier López Marcano, ha reconocido la importancia de este tipo de ayudas en un contexto como el actual, donde el precio de la energía ha subido de forma desproporcionada, y ha subrayado que el bono social térmico es una de las medidas introducidas para compensar la subida del precio de la luz. «Aunque ya existe un bono social eléctrico para los hogares más vulnerables lo cierto es que tan necesario como la luz es el calor en invierno, y la idea de 'cheque' para sufragar este suministro nos parece lo más adecuado», dijo el consejero.
La cuantía de la ayuda, que se concede automáticamente a los beneficiarios del bono social eléctrico, va en función de dos criterios: la zona climática donde se ubica la vivienda y el grado de vulnerabilidad del beneficiario. Con el bono social térmico, los beneficiarios pueden hacer frente a una parte de los gastos de calefacción, agua caliente sanitaria o cocina, gracias a la ayuda de 25 a 123,94 euros. La ayuda se aplica según la zona climática y el tipo de vulnerabilidad del consumidor, pudiendo incrementarse hasta un 60% si el beneficiario tiene la condición de consumidor vulnerable severo o está en riesgo de exclusión social.
El 'pago' del bono térmico difiere del eléctrico en que este último es un descuento que las eléctricas realizan en el recibo de la luz de los usuarios directamente, mientras que la ayuda a la calefacción se trata de un ingreso en la cuenta donde el beneficiario tenga domiciliado el recibo y, en caso de no tenerlo domiciliado, en la cuenta bancaria que se haya indicado.
Las ayudas del bono social térmico provienen de los presupuestos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y las ayudas no pudieron aplicarse en Cantabria a 752 personas por diversas causas como el fallecimiento, la renuncia a la ayuda o falta de datos de la cuenta bancaria que no se facilitaron para proceder al pago.
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Los beneficiarios del bono social eléctrico, cuyos datos han sido facilitados por el Ministerio, recibieron en sus casas una carta de la Consejería de Industria en la que se les informaba de la cantidad que les correspondía, así como el número de cuenta en el que les sería ingresada la ayuda. También se solicitó a los interesados de los que no se disponía la cuenta bancaria que se facilitaran los datos para abonar esta ayuda.
El Gobierno de Cantabria ya está preparando el proceso para la convocatoria del bono social térmico de 2022, para lo cual se habilitará la página web dirigida a los beneficiarios de esta ayuda (https://dgicc.cantabria.es/bono-termico), en la que se puede consultar información adicional y en donde se podrá acceder a formularios para la comunicación de su renuncia a la ayuda.
Seguramente el elevado precio de la energía hará que aumenten los solicitantes.
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