Los 149 trabajadores de las 30 oficinas cántabras del BBVA y del Sabadell, pendientes de la OPA

La unión de BBVA y Sabadell daría lugar a un gigante con una cuota de mercado por oficinas de más del 60% en al menos 50 municipios españoles. Es lo que refleja un análisis con datos del Banco de España. Cantabria, eso sí, no es de las regiones que estarían más afectadas por toda esta revolución. El BBVA y el Banco Sabadell no tienen en la comunidad, ni juntos ni separados, una cuota de mercado superior al 33% en ninguno de los municipios cántabros en los que está presente de forma física. Nada que ver con la estampa en Cataluña y Comunidad Valenciana, con cifras que alcanzan entre el 67% y el 75% en zonas de Barcelona −como Canet del Mar, Sant Pere de Ribes o Polinyà, donde hay que tener en cuenta que el número de oficinas bancarias ya es actualmente muy limitado−. Incluso en nuestros vecinos de Asturias, País Vasco y Castilla y León se generaría más concentración con la unión de ambas cabeceras financieras.

Según los datos actuales aportados por el Banco de España, son 26 las oficinas que actualmente mantiene abiertas al público el BBVA en Cantabria, que en la región disponen de una plantilla de 121 empleados (según el dato facilitado desde Comisiones Obreras), mientras que la presencia del Sabadell es, de lejos, mucho más reducida con cuatro sedes, tres de ellas en Santander y una en Torrelavega, y cuentan entre todos esos puntos con 28 trabajadores (también estimado por el sindicato). Desde los otros dos grandes bancos la situación actual que trasladan ellos mismos a preguntas de este periódico es de una suma de 56 oficinas (más otros 22 puntos de atención)por parte del Santander, que como cabe esperar al ser la entidad de casa es la que tiene más presencia en la comunidad, seguida de CaixaBank, con un computo de 28 oficinas y 222 empleados en la región.

Por municipios, Banco Sabadell, como hemos indicado, tan sólo está en dos ciudades cántabras, en Santander con tres oficinas y en Torrelavega con otra más. Mientras que el banco con sede social en Bilbao está en un total de 17 ayuntamientos. En Santander es donde más arraigo tiene con nueve oficinas, seguido de Torrelavega, con dos. En el resto de los 17 sólo tiene un establecimiento, entre ellos Castro Urdiales, Camargo, Laredo, Medio Cudeyo y San Vicente de la Barquera. En el caso de las dos grandes poblaciones de la región, BBVA y Sabadell copan juntos un 16% de la cuota de mercado del total de bancos en Santander, que es 75, y un 18% en Torralevega con una suma de 17 sucursales de distintas entidades. Mientras que en el resto el BBVA no supera en ninguno el 33% de cuota de mercado que representa su punto de atención de Ramales de la Victoria, donde hay tres bancos presentes.

A nivel nacional, algunas zonas de Tarragona y Girona también se mueve en cifras similares al área de influencia de Barcelona y la entidad resultante tras la unión superaría el 60%. Ocurre algo similar, por ejemplo, en el concejo de Piloña (Asturias), donde alcanzaría el 67% del negocio bancario. La cuota del nuevo banco también superaría el 50% en más de un centenar de municipios. En ese nivel estarían zonas de León y de la Comunidad Valenciana, donde Alicante se vería especialmente impactada. Por otro lado, en ciertas regiones de Navarra no sobrepasaría el 25%, mientras que en otras comunidades del norte como País Vasco –donde BBVA tiene fuerte presencia, además de mantener su sede social en Bilbao– existen zonas en las que se podría alcanzar hasta el 50% del mercado.

La unión entre BBVA y Banco Sabadell supondría costes. Y no hablamos de la oferta del BBVA de un canje de una acción nueva por cada 4,83 de Sabadell, valorando a la entidad en 12.000 millones de euros, 2,26 euros por título. Sino otros como la reestructuración de la plantilla. Aunque desde que lanzara su propuesta de fusión la semana pasada, y también este jueves con el anuncio de la OPAhostil, el BBVA sostiene que no prevé adoptar «medidas traumáticas» con la plantilla, pero sí que ha admitido que habrá salidas. No obstante, hasta ahora la mayor parte de los ajustes de empleados en el sector bancario se han realizado siempre a través de procesos laborales pactados con los trabajadores. Esto es, a través de salidas voluntarias remuneradas para los afectados. Por otro lado, otro de los costes es evitar problemas de calado en los clientes, por lo que todo apunta a que la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC) tendría un papel muy relevante en las condiciones finales de la operación.