El mercado libre de electricidad supera ya al regulado

Fue entonces cuando el sistema regulado quedó restringido a aquellos inmuebles con una potencia instalada inferior a 10 kilovatios (kW) y pasó a llamarse Tarifa de Último Recurso (TUR). A partir de entonces, los casi 26 millones de consumidores domésticos pudieron elegir entre seguir con el suministro que daban las cinco grandes eléctricas bajo la supervisión del Gobierno u optar por la oferta de los nuevos comercializadores de luz.

A finales de 2014, ya con la TUR sustituida por el nuevo Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), eran casi un millón más los consumidores que continuaban dentro del modelo tradicional (13,9 millones frente a 13), donde Endesa, Iberdrola y Gas Natural controlaban dos tercios (67%) del mercado. Tres trimestres después, las tornas no solo se han igualado sino que el servicio liberalizado supera en más de 150.000 clientes a su opuesto: 12,9 millones frente a 12,75.

En consonancia, también la energía consumida en el mercado libre se ha situado por encima de la utilizada en el regulado: 2.511 gigavatios por hora (GWh) según los datos cerrados hasta septiembre pasado frente a 2.107. La potencia media contratada por estos últimos, no obstante, aún es inferior aunque ya menos: 3,92 kW frente a 4,42 kW.

Un ahorro aún menor

Para la CNMC, el vuelco experimentado por el mercado eléctrico en las preferencias del consumidor se irá consolidando de forma «lenta, aunque claramente progresiva». Al fin y al cabo, el propio regulador energético ha constatado que el ahorro que el pequeño cliente puede conseguir por pasar al sistema liberalizado es todavía pequeño: tan solo una media de 33 euros anuales. Sería la diferencia entre el precio oficial y la oferta más barata entre las compañías del sector, extrapolando a todo un año las condiciones de la oferta y del mercado registradas hasta el tercer trimestre de 2015.

El regulador indica, además, que las diferencias de precios para un pequeño consumidor entre las distintas ofertas que hay en el mercado libre rondaría los 185 euros anuales de media. Eso sí, conviene aclarar que las tarifas más atractivas vienen en paquetes conjuntos que incluyen la facturación con el mismo distribuidor de electricidad y gas y, con frecuencia, también suelen conllevar la contratación forzosa de un determinado servicio de asistencia técnica.

Además de los costes, no obstante, son muchas las variables que llevan a los consumidores a cambiar de tarificación. En bastantes casos, lo que les ofrecen las compañías en el mercado libre es estabilidad en el coste eléctrico. Se trata de precios pactados a un año vista, independientemente de lo que ocurra con el coste de la luz mes a mes, e incluso día a día. A cambio, eso sí, el importe suele ser un poco más elevado para compensar las oscilaciones al alza y a la baja.