Carmona defenderá los derechos de los trabajadores «con firmeza y honradez»

En sus primeras declaraciones ante los medios de comunicación y luego en el discurso de clausura, el nuevo secretario general de UGT se fijó como retos aumentar la afiliación y lograr un sindicato «más ágil y cercano a los ciudadanos» con presencia en la calle apoyando a los colectivos más desfavorecidos.

La de Carmona fue la única candidatura presentada y contó con el respaldo de las seis federaciones del sindicato. Se trata de una Ejecutiva continuista, de consenso y paritaria, con seis mujeres y seis varones, en la que repiten en sus cargos diez integrantes del equipo anterior. Además del propio Carmona, la otra gran novedad del nuevo equipo directivo es Concepción Trueba, nueva secretaria de Administración en sustitución de Luis Santos Clemente.

Los demás integrantes de la Ejecutiva regional que liderará Carmona son los mismos y en idéntico cargo del mandato anterior, con Alfonso Gil, número dos y uno de los hombres fuertes del sindicato, como secretario de Organización.

Proyecto ilusionante

Carmona, abrumado por los acontecimientos, no se quiso fijar la agenda que desarrollará en los próximos días de manera que «voy a ir afrontando los minutos según vayan viniendo». Pero sí tiene claro que acomete un «un proyecto ilusionante» en el que avanzó algunas propuestas de la nueva directiva como las referidas a «aprovechar los recursos naturales de la región», entre ellos los de carácter marino, el medio rural y la cohesión territorial.

Carmona precisó que UGT «es un sindicato de clase comprometido con todos los trabajadores y con toda la sociedad y sus dirigentes tenemos que obrar en consecuencia».

Sobre el principal foro del diálogo social de Cantabria, la concertación social, el nuevo secretario general de UGT reiteró su intención de «seguir participando de manera activa, aunque no como convidados de piedra sino haciendo propuestas como hemos hecho hasta ahora». Como ejemplo, el sindicalista comentó que «es fácil hablar del cambio de modelo productivo porque queda muy bien, aunque nadie sabe muy bien en qué consiste, pero si no trabajamos todos con propuestas e ideas, se quedará en nada».

En las negociaciones para llegar a acuerdos, consideró que hay que tratar de «empatizar con la otra parte» y «ambos rebajar la expectativas». Al hilo de esta reflexión, instó a los partidos políticos a «tomar ejemplo» de los sindicatos en esa labor negociadora, y censuró que por la «incapacidad de tres o cuatro», sean necesarias unas nuevas elecciones.

Carmona agregó a sus retos inmediatos la generación de empleo estable, una labor específica en las pequeñas y medianas empresas que «es donde los trabajadores lo están pasando realmente mal» y la derogación de las reformas laborales de 2010 y de 2012 porque «sobre todo la última ha sido especialmente dañina para los trabajadores». A su juicio, la reforma laboral «no ha servido para crear empleo como dicen algunos, solamente para que muchas empresas hayan aligerado sus plantillas despidiendo a trabajadores por cuatro perras».

Tuvo mención especial a la industria, un sector que conoce muy bien por su trabajo en el comité de empresa de Robert Bosch, y las dificultades que se están atravesando. «La industria en Cantabria está mal y se necesita aprovechar el conocimiento de las grandes empresas para fortalecer a las demás», destacó, al señalar que «no va a venir una gran multinacional a Cantabria a generar 10.000 puestos de trabajo, por lo que, además de potenciar la industria, habrá que explorar nuevas alternativas de crecimiento económico». Consideró que la situación es «muy preocupante» y como ejemplo citó no solo su empresa sino también Sniace en Torrelavega y Nissan en Los Corrales de Buelna.

Carmona no se olvidó de los delegados que, con su abstención, no votaron afirmativamente a su candidatura. A ellos les pidió que expongan sus críticas ante los órganos correspondientes de UGT «para hacer un sindicato más fuerte». También se mostró partidario de la unidad de acción con CC OO. El acto de clausura se completó con las intervenciones de Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT nacional, que reiteró las principales reivindicaciones y objetivos de la nueva Ejecutiva liderada por Pepe Álvarez.

La número dos del sindicato reclamó medidas para fomentar el empleo y mejorar las condiciones de vida de los trabajadores como los contratos relevo, al suponer un puente a la jubilación para los desempleados de larga duración y los mayores de 55 años, al tiempo que se ofrecen empleos a los jóvenes. También apostó por la derogación de las dos últimas reformas laborales, una apuesta decidida por el empleo estable y un plan industrial para Cantabria.

Otra de las intervenciones fue la del cántabro Carlos Romero, secretario general nacional del Metal, que ensalzó la figura de la anterior secretaria general y del actual, del que dijo que es «un gran sindicalista y mejor persona». Defendió que UGT centre sus esfuerzos en «un pacto por el empleo y la industria» y en recuperar el principio de igualdad en una negociación colectiva que «se ha visto cercenada con la reforma laboral y las políticas del PP». De las crisis dijo que «no solo no hemos salido, sino que las desigualdades se siguen profundizando».