«Este sector es importante y no solo las anchoas o el turismo», advierte la asociación

La presión fiscal es otro de los temas que preocupan sobremanera a los pequeños y medianos transportistas cántabros y que les hacen temer un mal año. «Los pocos asociados que están trabajando relativamente bien se enfrentan a una elevada presión fiscal», considera José Vicente González». «Los que tributan en el sistema de módulos si la facturación es superior a los 125.000 euros anuales tienen que acudir ya al sistema de estimación directa, que supone tener que pagar entre 15.000 y 20.000 euros más», añade Ignacio del Castillo.

Megacamiones

Una última preocupación de los transportistas pequeños y medianos es el nuevo invento de los megacamiones o megatrailers que ya han empezado a recorrer las carreteras y que pueden mover hasta 60 toneladas cuando lo habitual de un vehículo es de 40 toneladas. «Es un problema de seguridad vial el que se va a plantear porque nuestras carreteras no están preparadas para estos tráficos», estiman González y Del Castillo.

Además del problema de seguridad vial está la competencia de poder mover todas estas toneladas, lo que reducirá costes para los clientes que opten por esta posibilidad. Desde Asemtrasan plantean que se estudie bien esta nueva modalidad y los peligros que entraña.