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Isabel Arozamena
Viernes, 30 de septiembre 2016, 12:03
Tras dos meses de duras negociaciones con la dirección de Robert Bosch, a las seis de la mañana de ayer se alcanzó un acuerdo que garantiza el empleo en la planta de Treto (Bárcena de Cicero) en caso de venta hasta 2020 así como ... un plan industrial inversor hasta 2025. El presidente del comité de empresa, Moisés Huerta (UGT), se felicitó por el pacto alcanzado «que es muy importante para la zona. Estamos muy contentos con el trabajo que se ha hecho gracias a la unidad de los trabajadores». También expresó su satisfacción la dirección de Robert Bosch en España a través de su portavoz, Christine Maier: «Nos alegra haber cerrado el acuerdo y esperamos ahora allanar el camino también para la aprobación del convenio colectivo. Hemos demostrado que nos preocupamos por los trabajadores y por el futuro de la planta».
acuerdos
Inversión.
Se prevé unas inversiones de unos 26 millones de euros para cubrir la capacidad de producción, incluyendo maquinaria y utillaje.
Empleo.
Se manifiesta el compromiso de que durante tres años, tras la venta, no se producirá «ningún despido» por causas técnicas, económicas, productivas u organizativas.
Prejubilaciones.
El acuerdo recoge distintas indemnizaciones por extinción voluntaria para el periodo 2021 a 2025 según la edad 59 años, menos de 51 y entre 51 y 58. Los primeros percibirán un complemento de la prestación por desempleo del 72% del salario bruto.
En la factoría trabajan unas 720 personas en plantilla más otro centenar de eventuales. Durante julio y septiembre se han celebrado sesiones maratonianas con negociaciones de mañana, tarde e incluso noche en el Orecla. Finalmente ayer la multinacional alemana cerró el conflicto que se arrastraba desde que se anunció en junio de 2015 la búsqueda de un comprador para la división mundial de Starters and Generators. El acuerdo tendrá validez una vez sea ratificado por la plantilla «antes del 14 de octubre». Para el próximo lunes día 3, está prevista una asamblea en la que se informará de los acuerdos alcanzados entre la dirección y los cuatro sindicatos representados en el comité (UGT, CC OO, USO y CGT).
El documento de 14 folios, al que ha tenido acceso este periódico, recoge el compromiso de que «durante tres años», tras la venta, no se producirá «ningún despido» por causas técnicas, económicas, productivas u organizativas, con vigencia hasta 31 de diciembre de 2020.
Precisamente la garantía del empleo ha sido uno de los caballos de batalla del comité para que no se produzcan despidos traumáticos sino que las posibles bajas sean voluntarias. En relación con la existencia de futuros compradores, Huerta destacó que «seguimos sin saber nada». De cualquier manera, el acuerdo recoge que el comité de empresa estará puntualmente informado de los avances que se produzcan y podrá participar en los procesos de negociación de ámbito general.
En el caso de que «por falta de carga de trabajo» sea necesaria una reestructuración de la plantilla entre 2021 y 2023, Robert Bosch estudiará como primera opción la recolocación de los trabajadores en otras empresas del grupo, seguida de indemnizaciones por extinción laboral y otras medidas tomadas de común acuerdo entre las partes.
La antigüedad de los trabajadores indefinidos no se modificará por motivo de la venta, mientras que la de los temporales que pasen a tiempo completo se fijará conforme a la práctica habitual en la empresa.
En el caso de que antes de 2020 se produjeran «situaciones extraordinarias de carácter imprevisible y estructural» que redunden en una «grave caída» de las ventas en el mercado, se intentará resolver la situación con medidas de flexibilidad previstas en el convenio colectivo, con un expediente de regulación temporal de empleo o acuerdos entre las partes.
La bajas voluntarias serán indemnizadas con 33 días por año trabajado sin límite de tiempo y una indemnización de 50.000 euros.
Tanto el comité de empresa como Robert Bosch han acordado, además de la inversión de 26 millones de euros hasta 2018, que se siga manteniendo la fabricación de productos con los mismos parámetros de calidad, cumplimiento de fechas de entrega y reducción de costes. Treto seguirá siendo una planta líder del grupo y la empresa se compromete a que el plan industrial se mantenga hasta 2015. Para Huerta, «en el mundo en el que estamos y en el mercado del automóvil, hablar de un plan industrial hasta 2025 es un logro importantísimo».
José Vía, secretario de Industria de USO, que participó como asesor en la negociación, destacó que el texto del acuerdo puede servir de ejemplo para situaciones parecidas en otras compañías que sean objeto de venta y resaltó que ha sido posible gracias a la unidad sindical mostrada durante el proceso. «Es un buen acuerdo para los trabajadores y excelente para la comarca», resumió.
El pacto laboral está condicionado a la salida efectiva de la fábrica de Treto del grupo alemán, que no afectará de forma individual a la planta cántabra, sino que engloba a toda la división de la compañía que se encarga de desarrollar y producir alternadores y motores de arranque. Esta división cuenta con unos 6.500 empleados en trece emplazamientos de producción y diferentes oficinas de ventas en el mundo. La planta de Treto se considera una de las más punteras y reconocidas del sector. Esta cuestión se ha puesto encima de la mesa por el comité a la hora de negociar.
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