Hasta 126 banqueros españoles ganan más de un millón al año

Al club de millonarios de la banca española se unieron siete ejecutivos del sector hace dos años, frente a los 119 miembros con los que contaba en 2014. En cualquier caso, los dos últimos registros anuales son todavía inferiores a los de 2013 cuando 133 directivos superaron la retribución del millón de euros.

El sector se sitúa en el quinto lugar de la lista de países con mayor número de banqueros con elevadas remuneraciones, por detrás de Italia (174), Francia (178), Alemania (279) y Reino Unido, cuya banca lidera este ranking con más de 4.100 financieros con un salario que se considera elevado. Estas cifras contrastan de forma abrupta con las de aquellos Estados miembro de la UE en los que apenas un banquero alcanza el millón de euros de remuneración, como ocurre en Finlandia, Grecia y Letonia.

Además, continúan aumentando las retribuciones de las que disfrutan por el trabajo realizado en sus entidades. Entre todos estos profesionales de la banca ganaron casi 283 millones en 2015, de los que 146 millones correspondieron a la parte fija del salario, y los otros 135 a la variable. Es decir, si se tiene en cuenta la cuantía media cobrada por la alta dirección, cada banquero habrá ganado unos 2,2 millones de euros. De esa cantidad, prácticamente la mitad se sitúa como salario base y la otra en los bonus que reciben por la consecución de los objetivos anuales.

Los doce responsables de banca españoles que más dinero ingresaron en 2015 fueron tanto los presidentes como, en su caso, los consejeros delegados de las grandes financieras: Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Bankinter y Popular.

La AEB, por una norma hipotecaria europea

El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, ha reclamado un reglamento comunitario de obligado cumplimiento que unifique los sistemas hipotecarios de la UE en lugar de que los países miembros apliquen cada uno la directiva. Roldán, que ha calificado el sistema español como "el más garantista", ha advertido sobre el "riesgo" que supone cambiar en profundidad la ley actual sólo como respuesta a las últimas sentencias judiciales.