El Banco de España eleva la previsión del PIB al 2,8% en 2017

Una vez más es la demanda interna la que lidera el crecimiento, aunque cada vez gana más peso el buen comportamiento de las exportaciones. El organismo que dirige Luis María Linde también mejora la estimación para 2018 hasta el 2,3% (dos décimas más) y en 2019 (una décima más). En cualquier caso supone una «cierta ralentización de la actividad» conforme se disipen los efectos de la caída del precio del petróleo y los tipos de interés, además del fin de una política fiscal más expansiva.

El documento también recoge un crecimiento del empleo «a ritmos elevados» lo que supone que la tasa de paro se reduzca al final del año hasta el 16,7% -en línea con la previsión del Gobierno-. Además, el desempleo bajaría hasta el 13,9% en 2019. Por otra parte, también proyecta que la inflación media se situará este año en el 2,2% debido al repunte de los productos energéticos. Precisamente por ese motivo considera que es un alza «transitorio» que se moderará en 2018 al 1,4% y en 2019 al 1,6%.

Desvincular salarios del IPC

En este sentido, el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha advertido contra los efectos de segunda ronda en la inflación como puede ser la revalorización salarial. Así considera que los sueldos y los márgenes empresariales «no deben reaccionar» al alza de la inflación. De hecho, limitan la subida salarial a la situación «específica» de cada empresa y a su productividad.

Respecto a la previsión de déficit, el organismo estima que este año acabará en el 3,3%, lo que supone incumplir en dos décimas el objetivo pactado con Bruselas. Sin embargo, el Banco de España advierte que es un cálculo «obsoleto» al recordar que en su balance no incluye los datos aportados en los Presupuestos aprobados el pasado viernes. En este sentido, el organismo no valora si el aumento de ingresos tributarios que estima el Gobierno será suficiente para cumplir el 3,1%.

Por último, entre los riesgos que señala el informe está el auge de políticas proteccionistas, el impacto del 'brexit' o el resultado de las elecciones en países como Francia o Alemania. En el lado doméstico destaca que se mantiene una incertidumbre política debido a las dudas sobre si un Gobierno en minoría será capaz de realizar las reformas estructurales necesarias para continuar con el crecimiento.