Bruselas aumenta el crecimiento español hasta el 2,8% y rebaja el déficit al 3,2%

Si Rajoy está entre la espada y la pared en lo concerniente a los continuos escándalos judiciales vinculados al PP, en lo económico, el presidente sigue viviendo un momento dulce con Bruselas, su kilómetro cero, escrutando y avalando todo lo conseguido desde que se consumó el rescate financiero de 2012. Hoy, de hecho, el Ejecutivo comunitario ha publicado las que quizá son las mejoras previsiones de España de los últimos años.

La revisión del crecimiento es sorprendente ya en que en sólo tres meses se ha aumentado en medio punto. Será del 2,8%, lo que supone ser incluso más optimista que el Gobierno, que lo acaba de cuantificar en el 2,7% en el Plan de Estabilidad 2017-2020 aprobado a finales de abril (una revisión al alza del 0,2%). Estos datos ratifican el rol de España como locomotora europea al crecer más que la media de la Eurozona (1,7), Alemania (1,6%), Francia (1,4%) e Italia (0,9%). Para 2018, será del 2,4%, tres décimas más que la anterior previsión, y también a considerable distancia que el resto de potencias.

Esta tónica positiva que mañana avala Bruselas es la misma que están teniendo en cuenta todos los servicios de estudios y organismos internacionales como el FMI, que en febrero actualizó el incremento del PIB de España del 2,3% al 2,6% durante el presente ejercicio. Además, fuentes del Ministerio de Economía consideran que está cifra sigue siendo baja y creen que finalmente rondará el 3%, como en 2015 y 2016, y no el 2,7% que acaban de publicar. Lo que ha hecho el Gobierno de Rajoy es apostar por una estrategia conservadora para luego poder "vender" el tirón de la marca España.

Deuda y paro

Respecto al déficit, se confirma que el histórico desfase ha comenzado a corregirse y que como ha ocurrido en 2016, podrían cumplirse las metas fijadas por Bruselas. El año pasado había que cerrar en el 4,6% y finalmente, sin contar las dos décimas de ayuda a la banca, lo hizo en el 4,3%. Se trata de un colchón del 0,3% que se arrastra a 2017 y que lleva a la Comisión a mejorar su previsión bajándola del 3,5% de febrero al 3,2%. Ya para 2018, la meta es del 2,2% del PIB, pero Bruselas cree que estará en el 2,6%. Eso sí, siempre por debajo del simbólico 3%, que es clave para que el país salga del procedimiento de déficit excesivo que contempla el Pacto de Estabilidad.

Así que nada de alharacas pero tampoco medidas extraordinarias de ajuste adicionales, como insistió ayer Rajoy, que reiteró su compromiso "ineludible" con la consolidación fiscal. De ahí que se guarde en la recámara una tasa a las bebidas azucaradas o más impuestos medioambientales por si el déficit no cuadra y Bruselas pide poner las cuentas en orden.

Respecto al desempleo, se mejoran ligeramente las previsiones de febrero al considerar que se cerrará en el 17,6% este año y en el 15,9% el que viene, todavía muy lejos de la media de la Eurozona (9,4% y 8,9%, respectivamente) y de países como Alemania (4% y 3,9%).

Por otra parte, en lo que también mejora España es en la evolución de la deuda pública, que poco a poco va retrocendiendo tras tocar la cifra del 100%. Según Bruselas será del 99,2% y del 98,5% este año y el que viene, cerca de la media comunitaria (90%) y muy lejos del 133% que registra Italia.

"Estas previsiones muestran que el crecimiento en la UE está ganando fuerza y el desempleo continúa disminuyendo. Sin embargo, la imagen es muy diferente de un Estado miembro a otro, con mejores resultados registrados en las economías que han llevado a cabo reformas estructurales más ambiciosas", ha recalcado el comisario Moscovici.