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La exposición de Cantabria a la agresiva política arancelaria puesta en práctica por Estados Unidos es mínima: apenas un 3% de los productos que venden ... las empresas regionales al exterior tiene por destino el gigante americano, de modo que, en principio, la economía de la Comunidad no tendría por qué verse excesivamente afectada por las radicales medidas proteccionistas con que Donald Trump amenaza a Europa, gravando sus exportaciones.
Eso es, al menos, lo que se deduce de los datos que reflejan los intercambios económicos de Cantabria con EE UU: si las importaciones apenas supusieron un 2,7% del total, las exportaciones alcanzaron un magro 3%. Es más, el volumen de estas ventas a Estados Unidos ha descendido durante la última década, pasando de 112,2 millones de euros en 2015 a 96,6 en 2024, con 2023 como año de mínimos de la serie, cuando sólo se llegó a los 64,9 millones.
«Aunque hay que ser cautos y hay que hacer un análisis más profundo, los datos sugieren que las empresas cántabras no están muy expuestas, en términos de exportación, al mercado estadounidense. Hay que tener en cuenta que las exportaciones de Cantabria están muy dirigidas y muy concentradas hacia la Unión Europea», explica Manuel Blanco, director territorial de Comercio e ICEX (Instituto Español de Comercio Exterior). «Cantabria es una de las regiones que menos exporta en términos relativos a Estados Unidos dentro de España, siendo además España un país que no exporta demasiado comparado con otros de la Unión Europea».
96,6 millones
es el valor de las exportaciones de Cantabria a Estados Unidos durante el pasado año
199.000 toneladas
totalizó el tráfico de mercancías del puerto con EE UU en 2024, un 3% del total.
28% es el porcentaje
que suponen las exportaciones de Cantabria a EE UU sobre el total en 2024. En 2016 llegó al 7,5%.
Blanco advierte, no obstante, de que, pese a este escenario general, puede haber empresas que sí sufran con más intensidad el alza arancelaria a las exportaciones a Estados Unidos. Siempre según los datos de la Dirección Territorial de Comercio de Cantabria (organismo dependiente de la Secretaría de Estado de Comercio), en 2024 hubo 276 empresas cántabras que exportaron al mercado estadounidense, de las cuales 69 lo venían haciendo de forma ininterrumpida durante los últimos cuatro años (exportadoras regulares). Por sectores, 155 empresas exportaron productos industriales, 96 exportaron bienes de consumo y 66 alimentos y bebidas, una distribución similar a la observada en el volumen de exportación.
Desde CEOE-Cepyme, su presidente en Cantabria, Enrique Conde, coincide en limitar el efecto del alza arancelaria de Estados Unidos para las firmas de la región. «Cantabria tiene una exposición limitada al comercio con EE UU, pero los perjuicios son igualmente importantes porque dañan, dificultan y condicionan las relaciones comerciales en un mercado global que está interconectado. La decisión unilateral de EE UU de aplicar aranceles a sus principales socios comerciales –aunque aplazada por el momento–, amenaza con generar nuevas medidas de respuesta que dañarán aún más a las cadenas de suministro globales y deteriorarán la confianza en el comercio mundial, sin generar beneficios significativos para ninguna de las partes».
Conde aboga por «una respuesta unida» de la UE frente al órdago norteamericano, «con sólidas bases legales, proporcionada y selectiva que evite consecuencias indeseadas para los actores económicos europeos». En cualquier caso, subraya el presidente de la patronal cántabra, lo mejor, tanto para la UE como para EE UU, es llegar a una solución negociada».
Además, considera que éste es el momento adecuado para que Europa «impulse de verdad una estrategia comercial y de inversión diversificada para fortalecerse y salvaguardar sus intereses económicos. Ante el actual contexto geopolítico, la UE debe fortalecer su economía y competitividad para reforzar su poder negociador y reducir el riesgo de coerción económica por parte de terceros».
Respecto a las medidas de respuesta estatales para apoyar a las empresas ante esta nueva coyuntura, Conde exige al Gobierno «que el reparto de las ayudas que se han puesto en marcha para paliar la crisis provocada por los nuevos aranceles de la administración Trump se lleve a cabo en función del volumen de empresas afectadas en cada comunidad autónoma y no por negociaciones políticas. Otro criterio es arbitrario e inaceptable».
Suele decirse que cuando una puerta se cierra, otra se abre, y la UE, España y también Cantabria deben explorar nuevos mercados ante la posibilidad de que el estadounidense falle. El propio presidente español, Pedro Sánchez, se encuentra de viaje en Asia, buscando nuevos socios comerciales. ¿Puede ser China un nuevo horizonte para la región? «Cantabria posee potencial para acceder y mejorar su presencia en China. Aunque el mercado chino no ofrece oportunidades para todo el mundo y las empresas cántabras con perfil internacional, capacidad y calidad suficientes para desarrollar su mercado en China, en general, hace dos décadas que ya están trabajando allí, las nuevas circunstancias comerciales provocadas por la guerra arancelaria obligan a recalibrar las estrategias actuales y pasadas. Nuevas oportunidades se abren en China para las empresas europeas». Es la opinión de Julio Ceballos, consultor de desarrollo de negocio internacional especializado en China.
«Cantabria cuenta con sectores productivos competitivos y que podrían tener buena acogida en el mercado chino», como los productos agroalimentarios de alta calidad –«la creciente clase media china muestra un interés notable por productos gourmet y saludables»–; bienes de equipo y tecnología industrial –hay «nichos de mercado que demandan know-how de vanguardia, tecnología puntera y buenas prácticas avanzadas en sectores como la automoción, el marítimo y la manufactura»–, y productos químicos y farmacéuticos –«existe una creciente demanda de productos químicos especializados y farmacéuticos, áreas en las que Cantabria tiene experiencia y capacidad productiva»–.
Reconoce, de todas formas, que la balanza comercial con China –tanto en Cantabria como en el conjunto de España– muestra un déficit creciente y difícil de equilibrar, aunque también apunta que ése promete ser el mayor mercado de consumo del futuro. En su último libro, 'El calibrador de estrellas', Julio Ceballos anima a 'importar' de China «no sólo productos o servicios, sino también buenas prácticas de su modelo que, compatibles y adaptables a nuestro sistema, nos permitan ganar en funcionalidad, eficacia y resiliencia para mantener nuestra competitividad, poder de negociación, capacidad de influencia y, en fin, relevancia internacional».
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