El absentismo no toca techo en Cantabria con una subida del 10,8% de las jornadas perdidas por incapacidad hasta abril

Según los datos ofrecidos por el director gerente de la organización, Alberto Martínez Lebeña, está tendencia «estructural» en la contingencia común opaca la caída, tanto en incidencia como prevalencia, del absentismo vinculado a los accidentes laborales. También por supuesto a los efectos vinculados al covid-19, que queda relegado a un peso residual en este fenómeno «preocupante» para las empresas de la región.

Que el absentismo es un problema de primera magnitud para Cantabria quedó probado con la presencia en el acto de la propia presidenta autonómica, María José Sáenz de Buruaga. La jefa del Ejecutivo pudo escuchar en primera persona las rotundas estadísticas que maneja Mutua Montañesa, como los 1,36 millones de jornadas perdidas o los 11.280 trabajadores que cada día no pudieron acudir a sus puestos por incapacidades temporales.

De hecho, las jornadas perdidas por empleado siguen creciendo desde 2021, al pasar de 5,57 a 6,03 en la actualidad, una tendencia reforzada por el mencionado relevo de la contingencia común respecto a los casos de afectados por coronavirus. Para las empresas cántabras la estimación del impacto del absentismo en este periodo alcanza los 228,34 millones de euros. El coste para las compañías aumenta un 21,68% en el mismo periodo respecto a 2023, donde el 86,3% de dicha factura procede de la enfermedad común; el 13,61% de los accidentes laborales; y tan sólo el 0,09% del covid.

En cuanto a los sectores con mayor incidencia, estos se mantienen estables respecto a informes anteriores. La Recogida, tratamiento y eliminación de residuos encabeza la lista con 10,67 jornadas perdidas por persona; seguida de Industria de la alimentación (9,65); Fabricación de otros productos minerales no metálicos (8,81); almacenamiento y actividades anexas al transporte (8,53); o metalurgia, fabricación de productos de hierro, acero y ferroaleaciones (8,19).

Como dejó claro Mutua Montañesa, el resto del año no revertirá la tendencia. Según las previsiones de la organización, basadas en sus modelos de inteligencia artificial predictiva, 2024 cerrará con cuatro millones de jornadas perdidas en Cantabria, un 8,01% más.