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«Tengo el síndrome de 'ser hijo de', porque lo que he conseguido no sé si es por lo que valgo o por ser el hijo del jefe». Lo reconoció ayer el presidente de Acefam (Asociación Cántabra de Empresa Familiar), Vicente Alciturri, en el acto ... por los 25 años de la organización frente a la que reconoce tener esa misma sensación. «El punto en el que estamos es el usufructo de otras personas que han estado al cargo de la asociación antes que yo». Así arrancó una gala en tono familiar (nunca mejor dicho) en la que se realizó una retrospectiva sobre el camino recorrido por el colectivo con motivo de sus bodas de plata.
Al cumpleaños celebrado en el Centro Botín acudieron representantes de algunas de las más de 70 empresas con ADN cántabro que se engloban en Acefam. Ni mucho menos son todas las que hay en la región porque «el tejido empresarial cuenta con un 92% de negocios familiares». Precisamente, Alciturri lanzó un llamamiento para intentar integrar a más socios, o por lo menos a tender puentes. «Queremos que se sientan identificados, y que vean que muchos de los problemas que enfrentan no son sólo suyos, que son compartidos», insistió el presidente de la asociación que reconoció tener dos objetivos principales entre ceja y ceja: el primero intentar fomentar el espíritu emprendedor entre los jóvenes de la comunidad; y el segundo facilitar y acompañar a las compañías en su relevo.
Unos retos para los que el representante de las empresas familiares cántabras confesó que deben afrontar un cambio para «llegar a la sociedad de una manera distinta». Porque incluso reconoció que hasta la fecha, en este cuarto de siglo, habían actuado de una forma «discreta y poco noticiable». Pero ahí están y han estado. Y es que lo que Acefam quiere que cale en el imaginario colectivo es que ellos representan a esa iniciativa privada con arraigo, con proyección de futuro, que se queda y que genera valor añadido. Eso sin olvidar que sólo las 71 empresas que se enmarcan en el colectivo son responsables de 8.000 empleos directos en la comunidad autónoma. Todo un lema que ayer en el aniversario se quiso dejar patente con un vídeo de presentación en el que se incidía en que el colectivo lleva «25 años generando comunidad» y en el que también se destacó que sus socios trabajan «con los valores que nos enseñaron nuestros padres y luchando por un legado para nuestros hijos». Así, el objetivo ahora es seguir trabajando para, como insistió Alciturri, «sumar otros 25 años y pasar el testigo cuando corresponda, algo que seguro conseguiremos porque si de algo sabemos es de transiciones».
Al cumpleaños tampoco faltaron, entre otros, la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, que acudió acompañada del consejero de Industria, Eduardo Arasti, junto a otros como Manuel Iturbe, director territorial en Cantabria del Banco Santander (patrocinador del encuentro) y como invitado especial Vicente Boluda, presidente de Boluda Corporación Marítima, que protagonizó una charla en la jornada conmemorativa. En su intervención, la jefa del Ejecutivo regional quiso agradecer a la asociación de empresarios cántabros por sus «25 años generando valor, algo que además de un gran lema es una gran verdad porque la región no sería nada sin su efecto multiplicador». Asimismo, Buruaga reconoció que va a «seguir» promoviendo iniciativas que «favorezcan una sucesión ordenada que garantice la continuidad» de dichos negocios y destacó algunas de las medidas ya puestas en marcha como «la próxima ley de simplificación administrativa que nos convertirá en la autonomía con menos burocracia».
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