Acefam cree que la situación económica regional ha mejorado, pero no lo suficiente

El presidente de Acefam, Vicente Alciturri, aprovechó el discurso para destacar la adhesión de las Empresas Familiares de Cantabria al comunicado emitido por el Instituto de la Empresa Familiar con motivo de los acuerdos de investidura. En este documento, suscrito por las 18 asociaciones territoriales, se realizaba un llamamiento al respeto constitucional y a la convivencia. «En España, lo que estamos pidiendo es que haya serenidad», indicó Alciturri. «Vemos cosas que no nos gustan y, como colectivo, creemos que tenemos algo que decir», dijo el presidente.

En ese sentido, tras recordar que los 68 integrantes de Acefam representan más del 13% del Valor Añadido Bruto de la región y son responsables de más de 8.000 empleos directos, Alciturri rechazó frontalmente el señalamiento de los empresarios familiares por parte del Ejecutivo. «Hemos tenido que levantar la mano ante comportamientos que, en algunos casos, han rayado los límites de lo que debe ser una relación cordial entre quien gobierna y las empresas que hacen su actividad diaria», indicó. «El mundo empresarial es algo que debe ser mimado, no sé por qué se ha demonizado la figura del empresario», concluyó el presidente.

El acto se completó con una mesa redonda protagonizada por Ignacio y Rocío Osborne. Manuel lIturbe, director territorial de Cantabria y Asturias del Banco Santander, fue el moderador.

La gala contó con la asistencia de la presidenta María José Sáenz de Buruaga. En su discurso, la líder popular trasladó al colectivo empresarial su disposición a trabajar juntos por el bien de la Comunidad: «Somos aliados y lo seguiremos siendo», dijo. «Vuestros valores y vuestro compromisos son esenciales para el progreso de esta tierra, porque Cantabria no sería lo que hoy es sin vosotros, sin la empresa familiar», añadió. Buruaga se comprometió a hacer del Gobierno regional «un facilitador, no un espectador, ni un detractor ni un freno».