Secciones
Servicios
Destacamos
José Luis Bezanilla, periodista cántabro y ahora formador para el empleo, sabe lo que es predicar con el ejemplo. Vivió la dura experiencia de quedarse en paro y considera que solo «la actitud», que «es la guinda al trabajo bien hecho», y «las ganas de ... trabajar» funcionan a la hora de volver al mercado laboral. José Luis Bezanilla (Santander, 1971), periodista reconvertido a técnico de empleo, cuenta la experiencia en su libro 'Píldoras contra el desempleo tras la cuarentena. Cómo buscar trabajo en 4 pasos'. Una obra autoeditada que pretende ser «de acompañamiento» para personas que se quedan sin trabajo. Bezanilla, que estará este viernes en Santander para participar en la clausura de actividades de las lanzaderas de empleo, se plantea la posibilidad de escribir un segundo libro para seguir aportando reflexiones que ayuden a los demás.
-¿Cómo surgió la idea del libro?
-Durante los primeros meses de la pandemia, confinado en casa, finalizó el programa de empleo en el que estaba trabajando. Presenté varios proyectos pero no había posibilidad de que me contrataran en aquel momento. Así que decidí poner en orden todo aquello que durante años había aprendido y enseñado acompañando a personas en desempleo. La idea era que ya que no podía ayudar a personas concretas en un proyecto, mi experiencia y mis conocimientos pudieran estar al alcance de quien los necesitara. Fue mi mujer la que me animó a darle forma de libro.
-¿Cuál es el mensaje?
-Es un libro de compañía para ese duro camino que es el desempleo. Digo de compañía porque durante esa búsqueda de trabajo o del objetivo profesional, en el libro se recogen consejos, un tratamiento en cuatro pasos para encontrar un empleo y sobre todo te acompaña con muchas historias de personas que un día perdieron su empleo y decidieron convertirse en los protagonistas de su búsqueda y hacer todo lo que estaba en su mano para cambiar su situación.
-¿Cómo fue su experiencia personal al quedarse sin empleo?
-Tenía 41 años y llevaba toda la vida trabajando, incluso desde antes de acabar la carrera, en medios y gabinetes de comunicación. Y de buenas a primeras me comunican que iban a poner fin a mi contrato. Fue un momento de 'shock'. Tardé uno o dos meses en recuperarme. Lo que hay que hacer es ponerse las pilas y hacer todo lo que esté en tu mano para salir de ahí. He querido contar mi historia porque así gano en credibilidad. No hablo desde la teoría, sino con experiencias personales y de la gente a la que he ayudado. Y eso hace al libro más humano y creíble.
-¿Qué hay que hacer para encontrar empleo?
-En casi diez años habré acompañado a unas 500 personas. Cada una con una situación diferente, en un momento distinto de lo que llamamos el luto posterior al despido. Igual que cuando pierdes a un ser querido, hay un momento de negación, de ira, tristeza... para cada uno hay una herramienta. El fallo principal es la actitud. Cuando acuden en busca de ayuda muchas personas vienen totalmente tristes, deprimidas. El nubarrón que aparece cuando te quedas en el paro es terrible para encontrar empleo. Es preferible dedicar un tiempo de cuarentena, a recuperarte emocionalmente y salir a buscar empleo con una actitud positiva. Porque nadie contrata a personas tristes, por que den pena. Sino a aquellas que creen que pueden desempeñar el trabajo y van a mostrar ilusión. La gente quiere contar con personas motivadas, con ganas de trabajar. El autoconocimiento también es muy importante. Hay personas que no saben cuáles son sus fortalezas, sus capacidades de mejora, no saben qué competencias tienen y en qué son buenos. No son capaces no de venderse, sino mostrar ante el entrevistador que son válidas para el puesto. Les cuesta mucho hablar de lo bueno que tienen. Cuesta menos hablar de lo malo. Si eres bueno en algo tienes que ponerlo en valor.
-¿Cuáles son los consejos básicos que da en el libro?
-Hay cuatro pasos básicos de los que habla el libro. El primero es establecer un diagnóstico. Ver en qué momento emocional nos encontramos para poder recuperarnos. Así podremos mejorar nuestra actitud. El segundo es medir tus fuerzas, un trabajo de autoconocimiento, qué podemos usar para destacar del resto, y localizar nuestras áreas de mejora. El tercer paso es poner el foco en nuestro objetivo profesional. Muchos no saben hacia dónde apuntar. Dicen, «yo trabajaría en cualquier cosa». No. Hay que dirigir el foco. Y el último es pasar a la acción. Comunicar a todo el mundo que estás buscando trabajo. Sin dar pena. Y acudir a programas de empleo, a profesionales que te puedan dar herramientas. Hay que seguir formándose y poner en valor la experiencia acumulada.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.