Acuerdo para la salida pactada de los dos trabajadores despedidos en Teka

Finalmente, los empleados afectados y la compañía han alzando un acuerdo económico que les permitirá sellar una salida pactada y acabar con el conflicto laboral en el seno de la factoría, que incluso propició el amago de una convocatoria de huelga.

Los propios protagonistas del proceso así lo confirman a El Diario, tras explicar que la organización llamó tras el infructuoso Orecla a los abogados y mejoró sensiblemente las condiciones de la oferta económica para formalizar los despidos. El escenario de una potencial readmisión en ningún momento se puso encima de la mesa pese a la polvareda levantada, con movilizaciones en la puerta de la fábrica incluidas.

A partir de ahora los ya extrabajadores volverán a afanarse en una actividad que tenían relegada, la de una granja de alpacas en los Llanos de Penagos. Ambos habían tratado años atrás, en 2012 cuando la planta de Cajo se enfrentaba a otra crisis con un ERE encima de la mesa para despedir a 198 personas, de diversificar su actividad. Para ello pusieron en marcha una granja, un proyecto que incluso dio lugar a un programa de visitas para observar los ejemplares. Los empleados dudaban en un primer momento de que este fuese el motivo de la salida de Teka, pues desde la pandemia mantenían la instalación como afición.

Ahora sí que lo recuperarán como actividad, retomando las visitas así como otro tipo de negocios vinculados al turismo de ámbito rural. Una forma alternativa de ganarse la vida fuera de la esfera industrial.

El CEO de Teka, Stefan Hoetzl, tras reunirse con el comité de empresa, había dado orden a los responsables de Recursos Humanos de Santander de solucionar la situación y poner fin a la amenaza de huelga.

Los afectados, ante las dudas de obtener la nulidad del despido en el juzgado, y la posibilidad de ser incluidos en potenciales expedientes futuros, han optado por firmar.