Desde un punto de vista teórico, la importancia de la aglomeración urbana, empieza con un artículo de Masahisa Fujita, el Nobel Paul Krugman y Anthony Venables en el Journal of Regional Science (03-08-2000). Sin embargo, mucho antes, en 1949, un lingüista matemático de ... EE UU, George Kinsley Zipf, desarrolló la 'Ley de Zipf', demostrando que la gente utilizaba sólo una pequeña lista de palabras continuamente y muy rara vez su totalidad. Encontró que la palabra que más se usaba era utilizada dos veces más que la segunda palabra más utilizada y la tercera utilizada tres veces más que la cuarta, y la cuarta, cuatro veces más que la quinta más utilizada, etc.
Aunque parezca extraño, esta 'Ley de Zipf' se aplica, asimismo, a los tamaños de las ciudades en el mundo, al menos durante el siglo XX, como ya había demostrado el geógrafo alemán Felix Auerbach en 1913, siendo desarrollada por Xavier Gabaix, en 1999 y Paul Krugman, en 2006. Por ejemplo, en 2006, Nueva York, la ciudad más grande de EE UU, tenía una población de 8,17 millones; Los Ángeles, la segunda más grande, tenía 3,7 millones; Chicago, la tercera, 2,69 millones; la cuarta, Houston, 2,1 millones y la quinta, la quinta, Filadelfia 1,52 millones.
Anteriormente, Paul Krugman en su libro 'The self-organizing economy' (1995) muestra que otras leyes matemáticas, similares a la de Zipf, se pueden aplicar a la formación de los ciclos de los negocios, a los meteoritos, a las áreas metropolitanas y a las leyes de la biología, ya que la economía tiende a formar 'estructuras' diferenciadas tanto en el espacio como en el tiempo. Los modelos de crecimiento urbano aleatorio siguen, asimismo, la 'Ley de Zipf', ya que los modelos clásicos trataban de 'tendencias', pero hoy tratan de 'choques', que tienen un horizonte temporal mucho mayor.
«La densidad de población es la que permite conseguir un aumento de la productividad»
«Muchos habitantes de Castilla-Léon se están aglomerando en ciudades y pueblos de Cantabria»
Esteban Rossi-Hanberg y Mark Wright publicaron 'La estructura urbana y el crecimiento'(2003) aplicando la 'Ley de Zipf' a las ciudades de EEUU, mostrando que las grandes ciudades alcanzan retornos crecientes a escala, mientras que el promedio sólo produce retornos constantes a escala. Esto hace que las ciudades más grandes se distancien cada vez más de las pequeñas. Además, ambos economistas demostraron que la 'Ley de Zipf' depende de la ley del 'crecimiento proporcional' del matemático Francés Robert Gibrat que, en 1931, demostró que el crecimiento de las empresas origina una distribución logarítmica normal, siendo su crecimiento independiente de su tamaño absoluto, lo que también se aplica al tamaño de las ciudades normales. De ahí que la distribución de las ciudades, utilizando la 'Ley de Zip', sólo se aplique a las de mayor tamaño. Ahora bien, aunque las 1.000 ciudades mundiales más grandes cumplen dicha ley, en algunos casos es difícil distinguir entre ciudades adyacentes, como Boston y Cambridge.
La experiencia contrastada muestra que la aglomeración de la población en las ciudades hace que aumente la productividad total de los factores de producción, la renta de las personas, reduciendo, al mismo tiempo, los costes de producción y mejorando, notablemente, las condiciones de vida de la población, tanto con mejores servicios, mejores escuelas y universidades y mejores medios de estudio, conocimiento y entretenimiento.
La densidad de la población es la que permite conseguir un aumento de la productividad y un ahorro creciente de costes, tanto de individuos como de empresas, ya que a mayor densidad de la población y de la actividad económica, menores son los costes, al aumentar más la productividad total de los factores de producción y al ofrecer una mayor variedad de productos, así como facilitar mejores infraestructuras básicas tales como hospitales, universidades, puertos y aeropuertos.
La ganancia de productividad en ciudades de más de 200.000 habitantes, como Santander, es del 5% para las empresas situadas en la cuarta parte inferior de la distribución normal y del 14% para las empresas situadas en su cuarta parte superior.
«La mejor opción para aglomerarse es unirse con Vizcaya, Guipúzcoa y Álava»
«Urge mejorar las conexiones por la costa Cantábrica, por carretera y por ferrocarril»
Lo que ocurre es que las ciudades más grandes son las que consiguen atraer, de forma desproporcionada, a las personas con mayores dotes, mayor talento y mayor productividad, pero también a las personas con menor talento. Por esa razón, en todas las grandes ciudades coexisten grandes hoteles y lujosas tiendas con barrios marginales y con mendigos en las calles.
Asimismo, el gran experto americano en urbanismo, Richard Florida, en su artículo 'Ciudades y la clase creativa' (2003), demuestra que el talento esta más que proporcionalmente concentrado en ciudades con una mayor diversidad, es decir, con una elevada proporción de inmigrantes, de diversidad LGTB y una importante concentración de artistas y bohemios. Esta clase creativa es la que hace florecer la ciencia, el arte y la tecnología.
La población de Cantabria alcanza 581.477 personas, el 51,1% mujeres, y se ha aglomerado con cierta rapidez, a lo largo de su costa, ya que Santander, con 184.000 habitantes, con una densidad de 5.300 habitantes por km2 y Torrelavega, con 56.000 habitantes, con una densidad de 1.582 habitantes por km2 y un fuerte arraigo industrial y comercial, están ya integrándose.
Sin embargo, desde 1980, las mayores aglomeraciones han surgido en el Mediterráneo, desde Gerona, Barcelona y Valencia, hasta Almería y Cádiz, además de Baleares y Canarias, por la afluencia masiva de turistas europeos de verano y de invierno, pero también en Madrid, con 9 millones de turistas al año.
En la costa mediterránea, los turistas veranean, pero terminan alquilando y comprando viviendas, siendo hoy la base más importante de la aglomeración urbana en España, al ser la natalidad española de las más bajas y el envejecimiento del más alto, de Europa. Llevamos dos años seguidos con menores nacimientos que fallecimientos, de ahí la necesidad de los inmigrantes.
En 2016, entraron en España 75,3 millones de turistas, de los que 17 millones eran británicos, 11 franceses, 11 alemanes, 4 italianos, 2,2 belgas, 1,9 norteamericanos, 1,8 irlandeses y 1,0 rusos. Asimismo, los inmigrantes también aumentan la población, ya que, en 2016, el saldo fue positivo en 89.126, ya que la inmigración aumentó un 21,9% y la emigración cayó un 4,6%.
Aunque esta aglomeración no es tan importante en Cantabria, conviene reconocer que muchos habitantes de Castilla-León se están aglomerando de forma creciente en ciudades y pueblos de Cantabria, no sólo los fines de semana en verano, cuando acuden masivamente, sino también adquiriendo o alquilando viviendas cerca del mar Cantábrico, para conseguir un clima más templado.
«La población se ha aglomerado con rapidez y Santander y Torrelavega están ya integrándose»
El último censo disponible de la población de derecho en España (que no incluye a los turistas) que se hace cada diez años, es de 2011. Comparándole con el primer censo que se hizo, en 1857, muestra que partiendo de una base 100, la población en Cantabria ha pasado de una base 76,8, en 1857 a 212,3, en 2011, multiplicándose por 3,3 veces, al igual que la media nacional, que ha pasado de 82,1 a 248,6. Ahora bien, Vizcaya ha pasado del 52,2 al 386 y Guipúzcoa del 79,6 al 360, es decir, ambas provincias están mucho más aglomeradas que Cantabria y que la media nacional. Por esa razón, es necesario conseguir una aglomeración costera en toda la costa Cántabra, donde la mejor opción de aglomeración para Cantabria es unirse crecientemente con Vizcaya, Guipúzcoa y Álava, con una densidad media de su población de 300 habitantes por km2, frente a los 109 km2 de Cantabria.
Para conseguirlo, lo más importante es mejorar sus conexiones por la costa Cantábrica, tanto por carretera, como por ferrocarril, a costa de las conexiones con la meseta, que han avanzado mucho recientemente con el AVE a Reinosa.
Sería asimismo importante que se aglomerase más la cornisa Cantábrica conectando con Asturias, que tiene dos ciudades importantes: Oviedo con 220.567 habitantes y Gijón con 273.422. El conjunto de habitantes de Asturias es de 1,043 millones, frente a los 582.206 de Cantabria.
Aunque Galicia tenga 2,719 millones de habitantes, está perdiendo 9.495 habitantes cada año y, por su gran territorio, su densidad de población es sólo 92 habitantes por km2, menor que la de Asturias con 99 habitantes por km2, que la de Cantabria con 109 por km2 y, especialmente, el País Vasco que alcanza 300 habitantes por km2, mientras que Castilla y León tiene una densidad muy baja con 25,97 habitantes por km2.
Por todas estas razones, la mejor opción para Cantabria es aglomerarse con el País Vasco y hacerlo empezando por la costa.
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