Alimentación, automoción, metal y logística, los sectores que más personal demandan en Cantabria

Hablamos de un fenómeno que es genuino en España y que tiene lugar aún cuando estamos en un país que está cerca de los tres millones de parados, más que ningún otro estado de Europa. Y Cantabria −con más de 30.000 desempleados−tampoco se libra. Adecco señala en el 'Informe sobre Perfiles más demandados' que en la región hay un total de siete sectores con dificultades para cubrir puestos, entre los que destaca: automoción, logística y metal. También el de alimentación, que sitúa a la cabeza en esta carestía de trabajadores. Y es que, según apuntan en la comunidad la industria de alimentos y bebidas no ha parado de crecer, con un especial peso de la conservera. Pero además, productos como el cacao, el chocolate, los lácteos y el pescado tiran de una rama de actividad que factura cifras millonarias en Cantabria y que tiene abiertas constantemente vacantes de manipuladores de alimentos, mozos y carretilleros.

También sabe lo que es esta situación el sector de la automoción, que en Cantabria supone el 26% del PIB total y contrata personal continuamente. Adecco destaca que los titulados en FP son muy apreciados en este sector y difíciles de contratar por su escasez. A nivel regional se cita la logística y el transporte como otro sector afectado en Cantabria y que demanda conductores de camión y repartidores. Pero es el metal donde la escasez de ciertos perfiles es aún más notable en el mercado cántabro, con más de 30.000 trabajadores. Profesionales como ajustadores, personal de fundición y de moldeo, electromecánicos, granalladores y operarios de centro de mecanizado son buscados con asiduidad. Se trata de perfiles con alta demanda en el resto de comunidades, lo que acentúa aún más su falta y donde no hay relevo generacional.

Además, como es sabido, el sector estrella en estos meses en cuanto a demanda de personal es la hostelería. Desde hace años, las empresas del sector vienen comunicando la acuciante necesidad de encontrar perfiles cualificados y en concreto es una cuestión que se ha incrementado los últimos veranos. También destaca el estudio que en la región faltan teleoperadores de venta y de atención al cliente y administrativos y comerciales.

Aunque este problema es menos grave en España que en la mayoría de países europeos y, de hecho, nos situamos a la cola, con una tasa de vacantes inferior al 1% –tres veces menos que en Austria, Bélgica o Países Bajos–, pero que tiende a acentuarse. En España más de 148.000 puestos de trabajo quedaron vacantes a lo largo de 2023, lo que supone un récord histórico. Este fenómeno se está disparando con fuerza y las vacantes han crecido un 44% respecto a 2019, antes de que estallara la pandemia, según constata BBVA. Y durante el primer trimestre de 2024 se ha registrado un nuevo aumento y los puestos sin cubrir se sitúan ya en 149.962, tres veces más que una década atrás.

Las señales de alarma por las dificultades para encontrar trabajadores son cada vez más frecuentes y generales. Los últimos resultados de la Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE), referidos al segundo trimestre de este año, indican que el 41,1% de las compañías declararon un impacto negativo sobre su actividad derivado de la falta de disponibilidad de mano de obra, un condicionante mucho más relevante que la falta de demanda o los problemas de suministros, semejante en importancia a los costes energéticos y solo algo por detrás de la incertidumbre política.