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«En cuanto a los datos de la EPA del cuarto trimestre de 2023 los calificaría de muy buenos». Es como empieza el consejero de Industria, Empleo, Innovación y Comercio del Gobierno de Cantabria, Eduardo Arasti, su valoración sobre los datos de empleo facilitados ... este viernes por el INE. Sobre todo ensalza ese «7,5% de tasa de paro, que es la segunda mejor de toda España». También quiso priorizar el número de parados, que desciende tanto en el trimestre como en la comparativa con el año pasado con el descenso más pronunciado de toda España». También cree que es para estar satisfechos el número de ocupados, «con 11.800 más a lo largo del año lo que significa un aumento del 4,86%», una tasa que es superior a la media española (3,83%)». Con todo, dice Arasti, los datos hay que calificarlos de «muy buenos».
Sin embargo, la valoración es «cauta» e incluso «preocupante» por parte de los sindicatos. Y es que sin negar los buenos datos confirman que «la reforma laboral ha conllevado a la consolidación del empleo estable», no olvidan que «la EPA es una encuesta y que los datos oficiales del número de personas paradas que vemos mes tras mes nos está mostrando que estamos sobrepasando la barrera de las 30.000», señala Laura Lombilla, secretaria de Empleo de CC OO de Cantabria. Por su parte, el secretario de Empleo de UGT en Cantabria, Julio Ibáñez, hace hincapié en que «este incremento del empleo y reducción del desempleo del año pasado no evita que sigamos perdiendo población activa». Tanto es así, que desde Unión Sindical Obrera (USO) se muestran más negativos y ponen el foco en que «la baja actividad económica expulsa a 4.000 cántabros del mercado laboral según la EPA» y aseguran que la encuesta demuestra «los dos problemas de la región: la estacionalidad y la baja actividad, como consecuencia del progresivo envejecimiento y la falta dinamismo económico, que son los causantes de que el paro haya descendido».
Por ejemplo en Comisiones Obreras de Cantabria (CC OO) respaldan la mejoría de los datos de la EPA y pero con reservas ante las «incertidumbres del mercado laboral y la evolución de unas cifras que desde el fin de la campaña veraniega no han sido tan buenas en nuestra región». No obstante, no dejan de hablar «de manera positiva» e incluso dicen que «es el camino a seguir, y no sólo por el aumento de personas ocupadas y el descenso del paro, también por otras variables como que «las personas paradas de más de dos años han experimentó una bajada de 4.300 personas (52% menos que el año anterior)» y que «las cifras de contratación muestran la incidencia de la reforma laboral en el incremento de contratos indefinidos, con 11.300 más que en el mismo periodo de 2022».
No obstante, en CC OO no pierden de vista que al tratarse de una encuesta puede haber distorsiones. De hecho, «si se comparan los datos con los del tercer trimestre, que es el que tradicionalmente vierte mejores datos al coincidir con la temporada estival, la tendencia es a la inversa, pues se puede comprobar cómo el número de ocupados ha descendido en 4.300 personas». Sin embargo, para Lombilla, «desde el fin de la campaña estival estamos percibiendo un estancamiento en la evolución del mercado laboral y, por tanto, tenemos que estar alerta y analizar los datos de los próximos meses para ver si es algo coyuntural o estructural. No podemos dejarnos llevar por el triunfalismo mientras siga habiendo personas desempleadas en la región».
Desde UGT insisten en que «pese a un balance anual de menos paro y más empleo, hay aspectos que nos preocupan porque el empleo no asalariado sigue a la baja, el del sector industrial se mantiene estancado y el del sector primario perdió el año pasado casi un 42% de su población ocupada», subrayó el secretario de Empleo del sindicato en Cantabria. A su vez, Ibáñez recalca la fuerte caída de más 5.400 personas activas de menos de 25 años en el último trimestre del año y que «la tasa de actividad de Cantabria sigue siendo de las más bajas del país, la cuarta más baja y casi cuatro puntos por debajo de la media nacional».
Con todo, USO define el horizonte de Cantabria como «preocupante». En concreto, señalan «la paradoja de que el paro descienda en un ciclo estacional de contracción, como es el último trimestre del año, se explica por el descenso de los activos en -4.700 personas (-1,66%). También los ocupados pierden fuelle con una reducción de -4.300. Si contrastamos estás cifras con los 400 parados menos podemos afirmar que durante el otoño se han excluido de la actividad laboral y económica más de 4.000 cántabros», zanja Mercedes Martínez Zubimendi, secretaria general de USO-Cantabria.
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