Alberto González

Director general de Cabify

«La aspiración es que el taxi de Cantabria se una también a la plataforma de Cabify»

–Su ponencia se ha titulado 'Cómo Santander se convirtió en la mejor ciudad del mundo para viajar en Cabify', ¿le dice lo mismo a todas?

–De verdad que no sería capaz de llevar ese titular a otra ciudad. ¿Sabe por qué? Porque aquí el servicio ha crecido de una manera muy sostenible, algo que no es habitual en esta industria donde igual tienes un repunte gigante de usuarios y demanda, pero te faltan vehículos, coches y oferta disponible porque no hay licencias. En Santander siempre ha habido mucho equilibrio porque, entre otras cosas, tiene unas tasas de disponibilidad muy altas y un tiempo de espera muy bajo.

–Afirma que una media de espera por debajo de los cinco minutos, ¿en otras partes es más?

–Es un dato bajísimo, la media nacional es por lo menos un 20% más alta pero depende de la ciudad. En muy pocos años casi hemos doblado los vehículos disponibles en Santander, hemos hecho una apuesta. Eso sí, la aspiración es no sólo tener VTC, también que entren otras alternativas como el taxi, que de hecho Santander fue la primera ciudad en la que incorporamos taxi, pero en ese momento no tuvo tracción como sí ha ocurrido en Madrid.

–También ha destacado en su ponencia que la media de satisfacción del usuario en Santander es la más alta de España.

–Sí, es interesante, arroja una media de 9,1 sobre 10. Es una encuesta que se hace a través de la propia aplicación y se valoran cuestiones como la disponibilidad, el tiempo de espera y sobre todo el trayecto.

–¿Entiende el rechazo que ha generado la implantación por parte de los taxistas?

–Yo creo que para los usuarios es bueno que haya competencia, los monopolios no son buenos y entendemos que siempre va a haber reticencia por parte del taxi, es parte de una transición que se tiene que dar. Pero hoy un porcentaje muy grande de taxistas de Madrid, que es donde está ya más 'hibridado' la VTC y el taxi, compagina con Cabify y genera complementos de ingresos. O sea, siguen haciendo su negocio tradicional, el de taxi por emisora o usuario que levanta la mano, y lo complementan con una plataforma como Cabify.

–Ha mencionado también ese «terror al taxímetro», pero el hándicap de su aplicación es que un viaje que normalmente puede costar 6 euros en momentos puntuales como la Semana Grande de Santander se dispara por encima de los 30 euros.

–Los primeros a los que nos gustaría no tener una tarifa dinámica somos nosotros, de hecho la tenemos limitada a un máximo porque preferimos no enviarte un coche a que tengas que pagar una bestialidad por una necesidad puntual. Pero es la única vía que hemos encontrado para que en esos momentos concretos se conecten más coches y aumente la oferta al tiempo que la demanda baja porque el precio es muy alto, con lo que se va equilibrado todo solo de nuevo. De hecho la mayor parte de esos importes elevados van al conductor, no a Cabify.

–¿En los momentos de lluvia, y en Santander hay muchos, también se ve reflejado en el aumento de tarifas?

–Efectivamente, en momentos de mucha lluvia hay mucha más demanda de coches, además la ciudad se ralentiza mucho con lo que los viajes tardan más en hacerse con lo que los vehículos se demoran más en estar disponibles de nuevo y genera una vorágine que hace que haya menos disponibilidad y aumenten los precios. Lo que sí que podrá decir siempre un usuario es que la tarifa dinámica no es una sorpresa, es un precio que mostramos por adelantado y tú decides si lo quieres pagar o no.

–¿Qué implica los nuevos puntos de Cabify del aeropuerto de Santander?

–Para nosotros es esencial estar muy presentes en los puntos de conexión, y en el caso de Santander, en donde el tren todavía no es una opción muy competitiva, el aeropuerto es primordial cuando además hablamos de una ciudad que cada vez es más receptora de turismo.

–También Cabify ha expandido ahora el servicio a otros municipios cántabros.

–Antes teníamos básicamente la zona operativa muy limitada a Santander y cada vez vamos abriendo más puntos de conexión. De hecho, ahora en septiembre hemos incluido San Vicente de la Barquera. Comillas y Santillana, que se unen a otros que ya teníamos como Torrelavega, El Astillero o Camargo. Ahora desde ahí también se puede solicitar un vehículo, ya sea de manera inmediata o en algunos municipios más alejados de la capital bajo reserva, con una zona operativa que ya se extiende desde San Vicente de la Barquera hasta Laredo y conforme ganemos más flota y vehículos disponibles iremos abriendo más.