Aspla muestra su preocupación por la dilatación del conflicto y las consecuencias de la huelga

La empresa señala en una nota de prensa que se enfrenta al inicio de la tercera semana de huelga «sin que el comité de empresa haya realizado ninguna nueva propuesta desde su comienzo y sin que haya aceptado ni uno solo de los diferentes planteamientos que desde la dirección de la compañía se han realizado en todo este tiempo».

Para la compañía, la posición del comité «imposibilita el acercamiento» y está «dilatando» la renovación del convenio colectivo, al tiempo que genera «un grave impacto» en la compañía y su futuro, que «no puede alargarse indefinidamente y es preciso ponerle fin».

Así, ha apuntado que «el comité de empresa ha demostrado una vez más su falta de interés en llegar a una resolución razonable al romper el diálogo, nuevamente de modo unilateral, antes de finalizar la última reunión celebrada ante el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (Orecla)». «Una actitud y un comportamiento cuestionables que siguen el mismo guion mantenido en todo el proceso de negociación previo, en el que nunca mostró un interés claro por avanzar hacia un acuerdo», ha criticado.

En cuanto a los actos de protesta pública convocados por el comité, Aspla considera que se trata de medidas que, aunque son legítimas, «no contribuyen a generar un clima favorable a la negociación y están obligando a retrasar la reanudación de las conversaciones necesarias para resolver el conflicto lo antes posible». «Esta situación está causando un mayor perjuicio tanto al negocio, como a los trabajadores y trabajadoras, empresas colaboradoras y clientes, con consecuencias irreversibles para el futuro y viabilidad de la compañía y su contribución a la riqueza y el empleo en la comarca», ha sostenido.

En este sentido, ha recordado que con anterioridad a la huelga, además de los 485 trabajadores fijos que conforman la plantilla de Aspla, diariamente entraban y desarrollaban su actividad en sus instalaciones un promedio de 220 personas, entre trabajadores eventuales y empresas colaboradoras. Y es que Aspla genera en la región, y fundamentalmente en la comarca del Besaya, más de 700 puestos de trabajos directos, además de los difícilmente cuantificables indirectos.

«Lo que supone que más de 700 familias se están viendo afectadas por una situación que, pese a los esfuerzos realizados desde la compañía, se está alargando como consecuencia de la falta de acercamiento por parte del comité de empresa, que está impidiendo que los trabajadores y trabajadoras puedan ejercer libremente y en condiciones de seguridad su derecho al trabajo», ha censurado.

De esta forma, ha exigido «respeto» hacia los compañeros y colaboradores que desean ejercer libremente su derecho al trabajo, que «desde el inicio de la huelga no ha podido ser ejercido por la actuación de los piquetes». Por lo que ha hecho un llamamiento a «la calma y el respeto» de los derechos de todos.

Además, ha lamentado que el paro total en la actividad fabril y comercial está «repercutiendo negativamente» en la relación con sus clientes, con las consiguientes pérdidas que esto supone para el negocio, hoy «difíciles» de determinar, pero que «sin duda serán elevadas y graves, y pone en riesgo la continuidad y estabilidad de la empresa en el futuro, en perjuicio de todos y cada uno de los que la integramos».

Por todo ello, la dirección de Aspla ha realizado un llamamiento a «la responsabilidad de todos» para que no se posponga la resolución del conflicto y se pueda reanudar la actividad de la empresa «con carácter inmediato, en beneficio de todos los trabajadores y trabajadoras, clientes y demás colaboradores».

Finalmente, ha agradecido a todas las asociaciones, entidades, empresas colaboradoras y trabajadores, actuales y ya jubilados que, «en los últimos días públicamente o a modo particular» han mostrado su apoyo y reconocimiento tanto a Aspla como a la propiedad de la misma.