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La internacionalización de las empresas cántabras es una aspiración que cada día se hace más real. Es el caso de Atecsol, ubicada en el polígono de Trascueto de Revilla de Camargo, de la que ayer salió una gran pieza con destino a Indonesia. Se ... trata de un depósito de almacenaje para amoniaco y va destinada a una refinería de la empresa Pertamina, aunque el proyecto de ingeniería es de una compañía danesa.
La pieza es hueca y fue trasladada por carretera en camión hasta el Puerto de Santander. Tiene 240 metros cúbicos. 21 metros de longitud por 5 de diámetro y su peso es nada menos que de 50 toneladas.
38 personas
trabajan en Atecsol que comenzó su andadura hace más de 20 años
«Hemos tardado año y medio en su fabricación y es el equipo más grande en el que hemos trabajado hasta la fecha», explica Enrique Abad, director gerente de Atecsol. De hecho, por carretera solo podía desplazarse hasta el Puerto de Santander, de donde partirá en buque con destino a Indonesia este domingo. Por su tamaño no podría haber llegado por carretera al Puerto de Bilbao o al de Gijón.
Hasta la fecha la pieza más grande construida por Atecsol había tenido una dimensión de 4,5 metros de longitud por 19 de diámetro. De hecho, la que inició ayer su viaje tiene el tamaño justo para poder desplazarla por carretera. Eso sí, con un transporte especial que ha sido realizado por la empresa Lasarte y con un dispositivo coordinado por la Guardia Civil.
Atecsol celebró en 2022 sus 20 años de existencia si bien provenía de un proyecto empresarial anterior. Precisamente, el pasado año abandonó su ubicación inicial de Gajano para trasladares a la actual en el polígono de Trascueto en Revilla de Camargo. Su actividad se centra en piezas destinadas a la industria como tanques de almacenaje intercambiadores de calor y piezas destinadas para el propano, el gas o la energía en general.
«Trabajamos en base al proyecto de nuestros clientes y contamos con encargos tanto a nivel nacional como internacional», indica Abad. De hecho, los principales encargos provienen de Europa occidental. Francia, Bélgica, Holanda, Reno Unido, Alemania, etc. Además, hay clientes en el norte de África y Canadá y el destacado de Indonesia.
Un 70% de los proyectos en los que trabaja Atecsol son para otros países y un 30% son de exportación directa. «Lo más complicado es la gestión ya que hay que cumplir la normativa internacional ASME, pero también la que requieren algunos países como ha sido el caso de este proyecto para Indonesia, que han sido exigencias del cliente, la empresa Pertamina. Aprendemos cada día en función de las expectativas del cliente», señala Abad.
Atecsol cuenta en la actualidad con una plantilla de 38 personas que han estado pendientes del proyecto para Indonesia. Ayer llevaron a cabo las últimas operaciones para el traslado de la pieza por carreteras (que se realizó por la tarde) para su posterior embauque en el puerto santanderino de dónde partirá el día 29.
Este proyecto ha supuesto un hito por el tamaño de la pieza, pero la empresa ya está trabajando para otros nuevos en el marco nacional e internacional.
«Estamos iniciando proyectos que van a tener que ver con el hidrógeno y la energía, como ha sido el caso del de Indonesia, y también con la industria farmacéutica», avanza el director gerente de Atecsol que se muestra satisfecho por la carga de trabajo que se perfila para los próximos meses.
No cabe duda que la innovación y la internacionalización con claves para esta empresa cántabra que ve el futuro cercano con optimismo.
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