La banca ha perdido 1.500 empleos y 150 oficinas en Cantabria desde 2008

Además, la entidad tiene en la región un total 40 oficinas a las que se unen las 13 de Bankia. Se estima que el cierre de las mismas estará entre las 12 y las 14.

El sindicato critica que CaixaBank «pretende ir mucho más allá de la simple eliminación de duplicidades y lo que en realidad quiere es pagar la factura de la fusión y de la pandemia a costa de la plantilla, aprovechando un ERE por causas organizativas para recortar condiciones laborales y con unas condiciones de salida indignas y miserables».

«La cifra de excedentes de plantilla es desproporcionada y la forma en que pretende canalizar las salidas rompe con las fórmulas de consenso utilizadas hasta ahora», subraya UGT, que advierte que la propuesta de ERE «aboca al conflicto y a la movilización».

UGT aclara que desde la crisis económica de 2008 se han perdido más de 100.000 empleos en el sector financiero español y, según estimaciones del sindicato, en Cantabria se han reducido a la mitad las plantillas de hace 10 años, tras la desaparición de 1.500 empleos y el cierre progresivo de 150 oficinas en la región.

Según la Seguridad Social, al término de 2008 había en Cantabria 3.673 afiliaciones a la Seguridad Social adscritas al sector financiero y sus actividades auxiliares (no incluye seguros ni gestión de fondos de pensiones), cifra que se ha reducido casi un 30% (-1.083) hasta las 2.590 registrados el pasado mes de marzo.

El Sector Financiero de UGT rechaza que ahora CaixaBank acentúe esta pérdida de empleo y recuerda que la fusión de CaixaBank y Bankia fue aprobada por el Gobierno español y «no puede convertirse en un cheque en blanco para realizar los ajustes propuestos por la Dirección».

Los ajustes han venido afectando a todas las entidades. El Santander se encuentra todavía en pleno proceso mientras que el BBVA ha anunciado el suyo, aunque el impacto todavía no se conoce al aplazarse hasta después de la celebración de la Junta de Accionistas que ha tenido lugar el pasado martes.

En Cantabria, un proceso que puede ser especialmente grave es el que resulte de la fusión de Liberbank y Unicaja, que no es previsible que comience a negociarse hasta después del verano ya que lo lleva el bufete de abogados Sagardoy, que es el que se va a ocupar del de la Caixa. Los temores son muchos ya que podría suponer un recorte de 70 u 80 empleos.

Por su parte, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, trataba este miércoles de calmar los ánimos y, de paso, advertir a los banqueros sobre la incongruencia de sus retribuciones y este tipo de recortes. Calviño instó tanto a CaixaBank como al conjunto de la banca (entidades como BBVA e Ibercaja tienen previstos ajustes laborales) a «actuar con responsabilidad». El Gobierno va a «seguir indicando, marcando claramente, una línea que, ahora que se abre un proceso de negociación, minimice el impacto negativo sobre el empleo». El Gobierno tiene el 16% del grupo surgido tras la fusión.