La Guardia Civil ve indicios de que Rato adjudicó a dedo contratos de Bankia

Los agentes se centran, en concreto, en media docena de adjudicaciones a la banca de inversión Lazard desde finales de 2010, al poco de llegar el que fuera ministro de Economía a la presidencia de Bankia, hasta mayo de 2012, pocos días antes de que dimitiera de su cargo tras el fiasco contable de sus resultados. Por ellos facturó 7,81 millones de euros a la entidad financiera que hoy dirige José Ignacio Goirigolzarri, a los que habría que sumar otros 1,5 millones a cargo de la sociedad de participaciones empresariales de Caja Madrid (SPPE), que también estuvo bajo el control de Rato tras suceder en la presidencia a Miguel Blesa en diciembre de 2009.

Los expertos de la UCO_han seguido el rastro de cada uno de esos seis contratos (junto a otros dos de la SPPE), llegando a la conclusión de que «no se ha localizado documentación relativa a la solicitud de ofertas a otros proveedores». Nada en ninguno de los casos, tampoco a la hora de comparar sus honorarios con los de otros posibles competidores.

A ello se añaden otras «incidencias» como, por ejemplo, que uno de los acuerdos se llevara a la comisión ejecutiva de la caja de ahorros sin firmar o que falten actas de algunas de las reuniones de la alta dirección donde se habrían tratado dichas adjudicaciones. Por todo ello, los agentes consideran que los contratos suscritos con Lazard «no se ajustaban a lo establecido en el procedimiento ordinario» de la entidad financiera, recogido en sus normas sobre compras y contrataciones vigentes en aquella época.

Importes y temática variopintos

El importe de las adjudicaciones a Lazard resulta variopinto, aunque algo menos lo fue su temática. Así, la firma de inversión facturó 2,36 millones por «asesoramiento financiero en alternativas estratégicas de consolidación de Caja Madrid», y otros 2,83 millones por sus consejos de cara a la polémica salida a Bolsa de Bankia (realizada en julio de 2011).

Cargó, asimismo, 1,77 millones de euros por asesorar sobre la política de dividendos del banco y otros 363.000 euros por asesor de nuevo sobre su estreno bursátil, aunque esta vez a la matriz de la sociedad, el Banco Financiero y de Ahorros (BFA). Llama la atención, además, que en otro de los contratos, relativo al «asesoramiento en operaciones corporativas», se llegaron a fijar unos honorarios máximos de 10 millones, aunque finalmente cobró algo menos de la quinta parte.

Rato, a quien se investiga desde hace algo más de un año -junto a otra docena de personas vinculadas a él de forma personal o profesional- por los posibles delitos de fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares, trabajó como director general senior de Lazard tras dejar por sorpresa el timón del Fondo Monetario Internacional (FMI). Fue entre enero de 2008 y finales de 2009, cobrando un fijo total de 1,4 millones de euros. Aparte recibió otros 6,7 millones en opciones convertibles en títulos, pero que cobró de forma diferida ya dentro de Bankia.