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La difícil situación económica derivada del reciente periodo inflacionista y del repunte del euríbor ha provocado que los hogares estén recurriendo cada vez más a préstamos personales o tarjetas de crédito para hacer frente a sus gastos del día a día. Una solución de corto ... plazo que en muchos casos ha derivado en un fuerte sobreendeudamiento que ahora muchas familias intentan mitigar mediante la reunificación de esas deudas. Este tipo de operaciones consiste en agrupar todos los préstamos e hipotecas contraídos en uno solo, con el objetivo de pagar una única cuota mensual, cuya cuantía será inferior a la suma de las diferentes cuotas a las que anteriormente habría que hacer frente. ¿El problema? Que a largo plazo puede suponer un enorme sobrecoste por la carga de intereses asumida.
Según datos de Asufin, un total de 883.000 familias se han acogido ya a algún tipo de reunificación, 73.000 más que hace solo 10 meses, cuando la asociación llevó a cabo el anterior Barómetro del sector. Y la conclusión es clara: los elevados tipos de interés han disparado el coste de estas operaciones del 4% al 5,48% de media, reduciendo con ello el ahorro que se intenta conseguir. «Si en 2022 la cuota refinanciada suponían un ahorro del 75,2% respecto a lo que se pagaba sin refinanciar, el ahorro medio ahora es del 70,8%», indican los expertos bajo el supuesto analizado. El mismo toma como referencia datos reales del coste de refinanciar una deuda de 121.410 euros proveniente de la hipoteca y de préstamos por el coche, una reforma, financiación de electrodomésticos o tarjetas 'revolving', entre otros.
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Asufin advierte de que «una de las consecuencias más perniciosas para los consumidores está en que las más caras también se alargan en sus plazos, consecuencia lógica de la búsqueda de una menor cuota a corto plazo».
En unos meses marcados por el repunte del euríbor, las operaciones de reunificación bajo el paraguas de una hipoteca son las que más han crecido, al pasar de suponer un 59,2% del total a un 64,2%. Esto ha provocado que se hayan detectado determinadas malas prácticas, según denuncian desde Asufin, a la hora de firmar la reunificación. Entre ellas, y más allá de las elevadas comisiones que cobran los intermediarios a los bancos y que se acaban trasladando al cliente, existe especial preocupación por el esfuerzo de las entidades en vincular a los clientes mediante una avalancha de productos financieros que se ofrecen con la reunificación. En concreto, tres de cada diez operaciones presentan alguna vinculación con seguros, tarjetas o nóminas, así como con la contratación de otros servicios accesorios, como alarmas de seguridad.
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