BBVA cuenta con que Competencia no imponga grandes restricciones para fusionarse con Sabadell

El ejecutivo ha explicado que la previsión de la entidad es que la operación «debería ser aprobada sin condiciones estructurales, como hemos visto en operaciones anteriores, pero con algunos meses de retraso», ha explicado Genç.

Este jueves se cumplen cinco meses desde que BBVA remitió el proyecto a la CNMC, que está estudiando la operación desde entonces. Aunque legalmente el organismo dispone de un plazo de un mes para emitir su dictamen, el plazo se suspende siempre que se realiza una solicitud de información para poder analizar por completo la operación. Si finalmente CNMC decide ampliar el análisis y llevarlo a 'fase 2', se ampliarían los plazos y podría extenderse hasta el primer trimestre de 2025, según señaló recientemente el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.

Durante la rueda de prensa, Genç también ha confirmado que el banco ha ofrecido ciertos compromisos a la CNMC para tratar de obtener el visto bueno a la operación. No obstante, no los ha desglosado porque ha querido mantener la confidencialidad del diálogo con el regulador. Además, el consejero delegado ha indicado que, independientemente de en qué fase se apruebe la operación, debería ser aprobada con compromisos o condiciones «no estructurales», como fue el caso de la fusión de CaixaBank con Bankia.

La cuenta de resultados es el principal armamento para convencer a todo el mundo de que estar montado en su barco es la mejor opción de futuro y los responsables de la entidad se han esforzado por sacar brillo a unas cuentas trimestrales que han batido todos los récords. El beneficio neto de BBVA en los nueve primeros meses del año ha alcanzado los 7.622 millones, lo que supone un incremento del 28% en comparación con el mismo periodo de 2023.

A pesar de que los tipos de interés han comenzado ya a moderarse y eso tiene un efecto 'aterrizaje' sobre las cuentas de resultados de las entidades financieras, el banco vasco ha conseguido mantener prácticamente sin variación la senda de crecimiento que ya había revelado en el primer semestre del año. Las cifras confirman la misma tendencia del conjunto del sector financiero, que ha visto en la expansión del crédito y sobre todo en el aumento de los tipos de interés, ahora en dirección de vuelta atrás, la oportunidad para salir de la cueva de resultados mediocres en la que estaba desde la crisis del ladrillo.

Así, el margen de intereses de BBVA ha alcanzado un 14% de incremento hasta situarse en 18.861 millones de euros. La clave de que el banco podrá mantener un buen tono en sus resultados pese al descenso de los tipos hay que encontrarla en la otra fuente de ingresos típicos bancarios, el cobro de comisiones, que ha crecido el 32% hasta septiembre, para situarse en 5.754 millones de euros. Los resultados se han situado claramente por encima de las previsiones que habían hecho con carácter previo los analistas del mercado.

La presentación de resultados de BBVA remitida este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores incide, precisamente, en poner de relevancia los aspectos que más se han cuestionado desde que el pasado mes de mayo presentase la oferta para adquirir Banco Sabadell.

Frente a las dudas en torno a la rentabilidad, el banco presidido por Carlos Torres ha situado su tasa de crecimiento del beneficio neto, que es el que en último término condiciona el reparto de dividendos, tres puntos por encima del Sabadell. Si había dudas en torno al comportamiento del negocio en México, la actividad en ese país sigue aportando más de la mitad de los beneficios -4.193 millones en los últimos nueve meses- y aunque la evolución no es tan positiva como la actividad en España, también refleja un aumento del 6%. Así, México ha aportado el 55% del beneficio total del grupo. Incluso Turquía, que muchos analistas han identificado como el punto débil de la estructura de negocio de la entidad, ha aportado 433 millones a la última línea de los resultados, con una mejoría del 18,5%.

La presentación, además, ha incidido en la doble idea de que BBVA sigue creciendo en todos sus segmentos de negocio y áreas geográficas, además de facilitar que fluya el dinero en la economía. Así, han puesto de relieve que en estos nueve meses un total de 115.000 familias han podido adquirir su vivienda gracias a los créditos del banco, al tiempo que 520.000 pequeñas y medianas empresas han recibido una inyección de financiación, al igual que 70.000 empresas de gran tamaño. En España el negocio sigue creciendo a una velocidad considerable, hasta el punto de que su actividad en este país ha aportado 2.866 millones al beneficio, lo que significa un incremento del 38%.

«En los nueve primeros meses de 2024 hemos obtenido unos resultados excelentes, impulsados por el dinamismo de la actividad en dos de los mercados clave del grupo, México y España. Continuamos a la cabeza de los quince bancos más grandes de Europa, con un ratio de eficiencia récord de 39. Miramos al futuro con optimismo. Esperamos aumentar el crecimiento en crédito rentable y ganar escala para seguir acompañando a familias y empresas», ha señalado el consejero delegado de la entidad, Onur Genç, en la presentación de los resultados.

Y para que no haya duda alguna sobre las intenciones de BBVA de continuar con su operación de compra en España, el consejero delegado ha apuntado que «tenemos ante nosotros un futuro ilusionante. Vamos a cumplir ampliamente los ambiciosos objetivos que nos marcamos para el periodo 2021-2024. Además, confiamos plenamente en el éxito de la unión con Banco Sabadell, que dará lugar a una entidad más fuerte y rentable, y con mayor capacidad para acompañar a familias y empresas en sus proyectos de futuro». Aparentemente, al dilación que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia va a introducir en el trámite de la opa -aún por confirmarse de forma oficial- no parece haber hecho mella en la cúpula directiva del banco.