El Banco de España revisa al alza el crecimiento hasta el 2,7% pero con una inflación aún descontrolada

Para el primer trimestre, proyectan un crecimiento «robusto» de entre el 0,6% y el 0,7%, después de la «sorpresa positiva» del impulso del último trimestre de 2024, que cerró en el 0,8%, indicó Ángel Gavilán, director general de Economía del organismo. El Banco de España pone sobre la mesa los primeros indicadores de debilidad de la economía de EE UU, lo que afectaría de forma «nada despreciable» a la economía europea y española. Así, el supervisor advierte de la «extraordinaria» y «creciente» incertidumbre geopolítica mundial, aunque por el momento no hayan podido calcular el impacto de forma más concreta. «Se espera una desaceleración a nivel global que tendremos que ir viendo cómo se va materializando», explicó Gavilán. El organismo indicó que la mayor incertidumbre suele estar asociado históricamente con caídas del PIB en España al cabo de un año.

Pese al buen impulso de la actividad, el organismo advierte en su informe presentado este martes en Madrid de que la inflación podrá dispararse cuatro décimas por encima del valor previsto hasta el 2,5%. De esta forma, la tasa de inflación seguirá aún medio punto por encima del objetivo de precios marcado por el Banco Central Europeo (BCE) del 2% cuando se pensaba que al cierre de este año ya estaría controlado en este nivel.

Este alza de la inflación viene dado por la presión del componente energético y los incrementos salariales pactados, que continúan en el entorno del 3%. Pese a ello, Gavilán indicó que el ritmo de avance de los costes laborales unitarios (CLU) se ha moderado en 2024 gracias al aumento de la productividad de los trabajadores.

España sube las pensiones conforme a la inflación de cada año (la media de noviembre a noviembre), por lo que un incremento en las previsiones de IPC supone automáticamente un alza del gasto en pensiones, reconoció Gavilán. En su informe anterior el organismo calculaba una inflación media en 2025 del 2,1%, casi en línea con el objetivo del BCE. Ahora, calculan un 2,5% para este año y eso sin tener en cuenta todavía de forma clara los aranceles que impondrá Trump al mercado europeo y la reacción a los mismos.

¿A qué se debe el impulso en el crecimiento? El Banco de España asegura que la buena marcha del PIB en 2025 a 2027 estará basado en el tirón de la demanda interna, sobre todo por el consumo de las familias por la evolución «favorable» que se proyecta para la renta disponible y el empleo, además del incremento poblacional previsto por la llegada de inmigrantes. De hecho, el organismo vaticina unas previsiones de empleo mejores a las de hace tres meses, con una paulatina reducción de la tasa de paro hasta cerrar el año 11,3%, dos décimas menos, y seguir descendiendo hasta alcanzar el 9,5% en 2027, casi medio punto menos que en su informe anterior.

Además, la inversión, que fue la pata de la actividad que sorprendió a la baja en 2024 y que ha mostrado una trayectoria menos dinámica desde que terminó la pandemia, aumentará su contribución al PIB en los próximos trimestres. El Banco de España indica que esto se deberá sobre todo al despliegue de los fondos Next Generation y de mejores condiciones de financiación por la bajada de tipos de interés tras el control de la crisis inflacionaria.

En cambio, la contribución de la demanda exterior -que en los últimos dos años ha sido la palanca fundamental del espectacular crecimiento del PIB postpandemia- se moderará hasta llegar a ser incluso negativa en este periodo de análisis. Por un lado, el organismo contempla una gradual desaceleración de las llegadas de turistas internacionales, que después del 'boom' de 2024 difícilmente pueden seguir creciendo a esas tasas. Aún así, en enero se volvió a batir récord de llegadas de turistas extranjeros, con 5,1 millones de personas, un 6% más que el máximo alcanzado en ese mes de 2024. Y por otro, las exportaciones de servicios no turísticos -que han crecido notablemente tras la pandemia- también se moderarán en este horizonte de proyección. Las importaciones, por su parte, ganarán peso por el impulso de la demanda.

En cuanto a las proyecciones fiscales, el Banco de España mejora las previsiones tanto de déficit como de deuda pública, pero lo atribuye a la mejora del PIB. «Al mejorar el denominador, mejora la ratio», explicó Gavilán durante la presentación. Aún así creen que se incumplirá el límite de gasto pactado con Bruselas en el plan fiscal ya que prevén que este año el gasto computable avance un 4,5% frente al 3,7% comprometido, por las ayudas al transporte y la supresión del impuesto energético.