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Consultor de la Comisión Europea y del Banco Mundial en temas económicos, el ex consejero delegado del Fondo Monetario Internacional (FMI) Mario Weitz (Buenos Aires, ... 1956), estuvo ayer en Santander para pronunciar una conferencia en la Cámara de Comercio de Cantabria en la que habló de los desafíos a corto y largo plazo tanto a nivel mundial como en España. El economista avisa de una desaceleración de la economía este mismo año, aunque España se encuentra en «una situación mejor», sobre todo si potencia las exportaciones. Ante las próximas elecciones generales en España, y frente al auge de partidos como Vox, Weitz destaca que al Banco Mundial «no nos gustan ni los populismos de derechas ni de izquierdas».
–Empecemos por el título de su conferencia ¿Qué quiere decir cuando afirma que hemos tocado techo desde el punto de vista de la situación económica?
–Hemos tenido algunos años bastante buenos a nivel mundial. Todos los países crecen menos Venezuela y Argentina, hay poca inflación, baja el paro e incluso Estados Unidos va bien a pesar de Trump. Pero parece que a partir de este año la cosa va a ir menos bien, aunque no va a haber ni una recesión ni una crisis sino que vamos a crecer menos. Que haya una recesión no es el fin del mundo, significa que en EE UU después de diez años de mucho crecimiento puede haber una caída en la actividad económica. Pero no estamos en un escenario ni de recesión ni catastrofista.
–¿Esta situación va a afectar a España?
–Sí, porque el mundo globalizado se contagia. Si EE UU se resfría se resfría Europa y España por supuesto. Dentro de Europa, sin embargo, España va un poco mejor ya que crece más que el resto. Ahora nos preocupa Italia, que ha entrado en recesión, pero sobre todo Alemania, la locomotora de Europa.
–Y en este contexto ¿cómo podemos definir la situación de Cantabria?
–Cantabria está un poco mejor que la media, pero puede verse afectada ante la hipótesis de un 'Brexit' duro. Es algo que puede ser muy malo porque si hay aranceles para exportar a Reino Unido, y si encima hay una depreciación de la libra, va a ser muy difícil exportar.
–¿España está preparada para un 'Brexit' duro?
–No, ni Inglaterra tampoco, nadie está preparado. Espero que prime el sentido común y al final haya un 'Brexit' más blando. Perder el mercado europeo va a ser malo no sólo para España sino para Reino Unido.
–¿Cuáles son las principales amenazas mundiales?
–A corto plazo, lo que crea más incertidumbre son las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos. Parece que hay un principio de acuerdo para que ninguno de los dos países tomen medidas proteccionistas. Si hay aranceles y baja la exportación mundial sí puede haber una recesión. El segundo problema es el 'Brexit' y el tercero el mal desarrollo que está experimentando la economía alemana. A largo plazo hay otros desafíos como el endeudamiento, el populismo de derechas (Trump, Bolsonaro...), el envejecimiento de la población y la revolución tecnológica (la robótica, la inteligencia artificial) que va a cambiar de aquí a diez años todo el mercado laboral aumentando mucho la tasa de paro.
–¿Y en clave interna?
–Hay dos temas que preocupan, uno es Cataluña. Es evidente que una salida de Cataluña del Estado sería malo para España, pero sería peor para Cataluña. Luego preocupa la inestabilidad política, los mercados preferirían que hubiera un poco más de certidumbre. Aún así, España tiene en los próximos años un comportamiento económico mejor que el resto de Europa, creciendo por encima, y hay vientos de cola que soplan a favor: el precio del petróleo que va a permanecer bajo, el euro que se va depreciar respecto al dólar y eso nos va a permitir exportar más, y que los tipos de interés no se van a subir para empujar la economía alemana.
–¿Cómo observa la próxima cita electoral en España?
–La impresión que tengo es que Vox va a sacar muchos votos. Es un fenómeno que se está dando en todo el mundo para buscar líderes nuevos que no sean el político tradicional. Al Banco Mundial no nos gustan ni los populismos de izquierdas ni de derechas. Todo populismo es bastante demagógico.
–¿Sería partidario de una intervención en Venezuela?
–No, sería darle a Maduro argumentos. Hay que buscar otra estrategia más inteligente. La solución más razonable sería que Maduro salga y que otra persona más moderada convoque elecciones.
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Ana del Castillo
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